Fotograma de la película Los dos Papas de Fernando Meirelles
Fotograma de la película Los dos Papas de Fernando Meirelles

“Es una película inteligente y empática
sobre la necesidad de resistencia e incertidumbre
en un corazón fiel. Y es una pieza de personajes
divertidos para un par de leyendas vivas,
que simplemente juegan a ser Papas…
Dustin Chase, de Texas Art & Film

La noche del viernes 20 de diciembre recibí el mensaje de un amigo sinaloense para recomendarme que no dejara de ver el filme Los dos Papas, que se estaba estrenando en la plataforma de Netflix.

En efecto, días antes se había estrenado para amigos en una sala especial y después de una vedada exhibición en pantalla grande, ese viernes se estrenó la película que imagina diálogos entre el papa Benedicto XVI (interpretado por Anthony Hopkins) y el cardenal argentino, Jorge Mario Bergoglio (interpretado por Jonathan Pryce y Juan Munijín). El filme lo dirige Fernando Meirelles.

El encuentro habría ocurrido en secreto en el verano de 2012, en la residencia veraniega de Castelgandolfo y en la sacristía de la capilla Sixtina; el argumento principal es que ahí se habría decidido quién sería el sucesor. Ratzinger habría confesado que muy pronto renunciaría al papado, algo que pocos se habían atrevido a hacerlo. Celestino V lo hizo en 1294 y no le fue bien: falleció el 19 de mayo de 1296, tras diez meses de confinamiento.

El filme, aunque “basado en hechos reales”, tiene mucho de ficción. De entrada, el diálogo entre ambos pontífices nunca se dio, así lo quiso hacer Anthony McCarten autor del libro ficción The Pope: Francis, Benedict, and the Decision That Shook the World, quien ha sido nominado al Óscar por películas como La Teoría del Todo (2014), Las horas más oscuras (2017) y Rapsodia bohemia (2018).

—¿Cómo decidiste iniciar a escribir esta historia?— le pregunta Publimetro.

—Hace tiempo me encontraba en la Plaza de San Pedro en el Vaticano y me pregunté ¿qué pasó entre los Papas? Entonces mi curiosidad me llevó a investigar y a desarrollar un drama que me permitió conocer más sobre diversos temas, desde la historia de Benedicto XVI hasta los motivos por los que el Papa Francisco decidió aceptar la responsabilidad de ser Papa.

De repente apareció en un edificio frente a la Plaza de San Pedro un espectacular anunciando Los dos Papas; se trata de un inmueble propiedad del Vaticano, controlado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

Hay cosas reales y otras ficticias. Veamos algunas;

El diálogo es imaginario, pero la abdicación del Papa fue una realidad.

La cinta ha generado interés y polémica, algunos a favor otros en contra, esperemos se dé un debate serio.

¿Qué cosas son reales y qué cosas son ficticias?

La película se centra en un encuentro entre Bergoglio y Ratzinger y a partir de ahí los recuerdos de cada uno.

—¿Es un encuentro totalmente ficticio o surge de alguna anécdota o registro? —le pregunta Juan Tomás Erbiti, del periódico Clarín al director Fernando Meirelles.

—No sé si aconteció. Pero si aconteció, podría ser exactamente como lo muestra la película, porque lo que dicen fue sacado de libros y entrevistas. Lo genial del guión es que McCarten tomó y pegó muchos de sus pensamientos y creó un diálogo. En un primer momento cada uno sienta su posición, entonces se da una confrontación.

Łukasz Kobeszko describe algunas en el portal Aleteia, como los recuerdos de la juventud de Bergoglio, que data de mediados de la década de 1950, como la de que tuvo una novia y estuvo a punto de casarse, lo de su trabajo en un laboratorio químico donde su jefa fue la paraguaya Esther Ballestrino, mujer víctima de la dictadura militar del general Jorge Videla, quien gobernó Argentina en la segunda mitad de los años setenta y principios de los ochenta.

En el filme, Bergoglio admite que, como provincial de los jesuitas argentinos (1973-79), podría haber tomado medidas insuficientes para defender a varios miembros de su congregación religiosa que fueron blanco de la Junta Militar; se trata de los sacerdotes Orlando Yorio y Franz Jalics. Ambos fueron secuestrados por escuadrones de la muerte militares y torturados.

El guión sugiere que Bergoglio ordenó el cierre de la misión y expulsó a ambos jesuitas de la congregación para salvarlos de los militares, lo que resultó contradictorio…

La película muestra los esfuerzos del cardenal para salvarlos; la escena del servicio religioso de Jaliscs con el futuro Papa es real; ambos se dan la señal de paz, abrazándose y llorando. ¡La escena es impresionante!

Cosas falsas en la película

No es real la confesión de Benedicto XVI a Bergoglio sobre el caso del padre Maciel, como si fuera un pecado de omisión del Papa. Recordemos que fue el mismo Ratzinger investido como Papa un año después del comienzo de su pontificado, quien retiró al padre Maciel a una vida de oración y rezos.

Los dos prelados confiesan sus pecados y son absueltos uno a otro; Bergoglio le dice sus errores de los hechos en la dictadura de Argentina en los años 70, y Ratzinger le dice que uno de sus pecados fue no atender oportunamente el caso del cura mexicano.

—¿Recuerda al padre Maciel? —pregunta Benedicto XVI

Bergoglio lo mira y se queda serio…

—Hace 12 años denunciaron que pasó décadas abusando de niños… —le dice el Papa y en la escena se ve cómo le habla sin voz sobre el caso…

¡La escena es impactante!

Lo de la carta de renuncia del cardenal Bergoglio al Papa también es irreal, entendemos que se hace para hacerla digerible para un público no versado.

La legislación eclesiástica es clara: los prelados se retiran en automático al cumplir 75 años; es decisión papal aceptarles la renuncia o no, como fue el caso de Bergoglio, quien llegó al consistorio de 2013 cuando tenía 76 años.

El posicionamiento de John Waters

Una de las críticas más duras al filme es la que hizo John Waters —periodista católico irlandés, opositor al matrimonio homosexual y participante activo en el movimiento cultural católico Comunión y Liberación— en una publicación en inglés para First Things, traducida gracias a Elena Faccia Serrano en la web Religión en Libertad.

¿Qué dice?

Que los personajes no se parecen en nada a los hombres reales, y que la película es engañosa y peligrosa y hasta critica el asunto de los zapatos de Bergoglio: ¿de verdad? ¿El mismo par de zapatos durante 20 años?

Dice que guión central de la película es casi todo ficticio, ya que Bergoglio no viajó a Italia en 2012 para encontrarse con el Papa ni le dijo que ya no se consideraba adecuado para ser Papa; tampoco le dijo que le consideraba la mejor opción para sustituirle.

Señala que el objetivo del guión es disminuir la figura de Benedicto ensalzando la de su sucesor incluso antes de que este le sucediera.

No le gustó a Waters, por ejemplo, que hayan puesto a Benedicto XVI como el “rottweiler de Dios”, tampoco que hayan utilizado imágenes reales como la del video que muestra a un hombre ante la elección de Benedicto decir: “Conozco a Ratzinger. El nazi no debería haber sido elegido”.

Además, critica a los actores.

De Anthony Hopkins dice que “no ayuda el hecho de que, en términos de físico y quinesiología (…) es totalmente inadecuado para este papel: retrata a un hombre obstinado y torpe, con la cara hinchada y con ojos como los de un borracho con mala resaca. Todo está mal en su caracterización, y cualquiera de las elegantes cualidades de Joseph Ratzinger brilla por su ausencia: los modales, la modestia, la pasión por las ideas, como también su timidez y silenciosa dignidad”.

“Hopkins también decepciona porque el retrato que hace del Papa emérito, uno de los europeos más brillantes del último medio siglo, es el de un terco doctrinalista obsesionado con la homosexualidad y el celibato sacerdotal.

Dice que todo en Los dos Papas ha sido planificado para promover una agenda que nada tiene que ver con el catolicismo/cristianismo y, en cambio, tiene todo que ver con proporcionar una falsa noción de libertad en la esfera pública: todo es agua para el molino de la agenda que se quiere promocionar.

Dice más cosas…

Otros críticos subrayan que el largometraje no representa con precisión al Papa Benedicto XVI y al Papa Francisco.

“El casting esquemático del Papa Benedicto XVI como un reaccionario rígido y el futuro Papa Francisco como revolucionario reformador tiene menos que ver con la realidad de ambos hombres que con la necesidad de conflicto del dramaturgo, y una preferencia ideológica por la narrativa de la liberación progresiva que triunfa sobre el tradicionalismo oculto”, dijo el diácono Steven Greydanus, crítico de cine y fundador de decentfilms.com a la agencia católica ACI-prensa.

La tesis de Los dos Papas, dijo Greydanus, “es que Benedicto representa todo lo que estaba mal en la Iglesia del pasado, mientras que Francisco es todo lo que necesitamos para la Iglesia del mañana”. Además, que “Benedicto es el apa vanidoso y ambicioso rechazado por Dios, mientras que Francisco es el pastor desprendido y firme elegido por Dios para guiarnos hacia el futuro”.

“Cuando leí el guioón por primera vez, para mí fue muy claro: tenía al Papa bueno y al Papa malo. Sentía mucho más simpatía por el Papa Francisco, especialmente porque no sabía mucho sobre el Papa Benedicto”, dijo el director Fernando Meirelles a Catholic News Agency (CNA).

Jorge Milan, profesor de comunicación audiovisual en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma, le dijo a CNA que “era obvio que Ratzinger estaba en el lado conservador: Es aburrido, siempre muy severo, a veces incluso enojado”, mientras que Francisco es retratado como un personaje progresista y comprensivo.

Enrique Fuster, quien también enseña comunicaciones en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, dijo que es obvio que se supone que Francisco es el “buen Papa” en la película, mientras que Benedicto “no es tan bueno”.

Esa representación “no le hace justicia al Papa Benedicto”, dijo.

¿Cómo empieza el filme?

La historia se remonta al mes de abril de 2005, cuando el Papa Juan Pablo II muere. La noticia le llega a Bergoglio por una religiosa y se santigua, jamás pensaba el jesuita que estaría cerca de ser nombrado Papa, en aquel cónclave que comenzó el 18 de abril de 2005.

La historia de la película narra pues desde que el cardenal Ratzinger fue elegido Papa en abril de 2005, pasando por el encuentro en el verano de 2012; vemos en el filme el anuncio público de la abdicación de Benedicto XVI en latín durante el consistorio del 11 de febrero de 2013, y el cónclave del 12 al 13 de marzo de 2013, que terminó con la elección del Papa Francisco.

La historia ocurrió, según el filme, en 2012, como producto del destino divino…

En lo personal el filme me pudo encantar, incluso hay escenas como la del abrazo del perdón con su hermano Jaliscs en un servicio religioso.

¿Por qué abdicar?

Lo que es un hecho es que en 2012 las cosas estaban muy complicadas para Benedicto XVI, su salud cada día se volvía precaria, además había un golpeteo de miembros de la Curia, graves filtraciones de corrupción, había sido detenido su secretario Paolo Romeo por filtrar documentos reservados, incluso se filtró a medios la posibilidad de atentar contra el mismo Papa.

Y es aquí cuando frustrado por la situación Benedicto XVI lee una carta del cardenal Bergoglio donde le solicita autorización para retirarse por motivos de edad; entonces Ratzinger decide convocarlo para revelarle un secreto que sacudirá los cimientos del catolicismo, el tema de la abdidación y la sucesión papal…

El tema de la abdicación no es un asunto descabellado, hay algo de cierto.

Recordemos que el 10 febrero de 2012, a sólo una semana del cuarto consistorio de Benedicto XVI, el periódico italiano Il Fatto Quotidiano publicó un documento escrito originalmente en alemán y dirigido al Papa calificado como “”estrictamente confidencial”, en el cual un alto prelado (el cardenal Paolo Romeo) reveló la existencia de una secreta conspiración para asesinar al Papa, suceso que se daría ese mismo año.

Este reporte que parecía un buen guión para un filme, lo percibimos como grillas palaciegas de sucesión y donde supuestamente estaría ya decidida la sucesión a favor del cardenal Ángelo Scola, y en ese caso se incluiría la abdicación de Benedicto XVI.

El periódico italiano publicó aquel documento, que habría sido entregado por el cardenal colombiano retirado Darío Castrillón Hoyos a la secretaría de Estado y al secretario particular del Papa un mes antes.

Ese mismo día, 10 de febrero, el portavoz papal, Federico Lombardi, aseguró que “no niega la existencia de este documento en alemán” entregado al Vaticano, empero “afirmo únicamente que no hay que tomar en serio lo que hay escrito en ese documento y creer que contiene algo de verdad”, agregó. (Véase ¿Conspiración para matar al Papa? / Fred Alvarez/ marzo 05, 2012 Código Topo).

Nos preguntamos entonces ¿estará pensando Benedicto XVI en abdicar?

Semanas antes Marco Politi, publicó en Italia el libro Crisis de un Papado; ahí señala el vaticanista como una posibilidad real la dimisión de Benedicto XXI.

Recordemos que Ratzinger le dijo en una entrevista a su biógrafo oficial, el alemán Peter Seewald, que un Papa tiene “el derecho y, según las circunstancias, el deber de retirarse” si siente que pierde las fuerzas “físicas, psicológicas y espirituales”. No es un secreto el estado de salud del papa alemán: padece problemas cardiacos.

Por eso para muchos no fue una sorpresa lo de la renuncia de Benedicto XVI aquel 10 de febrero de 2013. La sorpresa es que lo hizo en latín y casi nadie entendió.

¿Qué dijo textualmente Benedicto XVI?

Sus palabras en su carta fechada el 10 de febrero son breves y concisas. Dijo en latín:

“Los he convocado a este Consistorio (:..) para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino

“Por esto, siendo muy consciente de la seriedad de este acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que me fue confiado por medio de los Cardenales el 19 de abril de 2005, de forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 20.00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice”.

Se convirtió en el primer romano pontífice en renunciar al cargo durante muchos años…

¿Fue una salida fácil o una huida ante los problemas de la Curia, como muchos dicen?

Considero en lo personal que no, aunque tampoco debemos decir que no le afectaron el haber convivido entre lobos y los casos de los denominados vatileaks, de paidofalia o la crisis del denominado Banco Vaticano, entre muchos otras.

Así llegó el cónclave de 2013

Francisco fue elegido a las 12:06 horas del miércoles 13 de marzo de 2013; el repique de campanas en la Plaza de San Pedro confirmó el signo de la nube: habemus papam. El cardenal jesuita Jorge Mario Bergoglio se convirtió desde ese momento en el papa número 266, el primer americano, el primer jesuita en la historia del papado. No sabemos exactamente por cuantos cardenales fue nominado, al menos fueron 77, en el tercer escrutinio en el segundo día del cónclave.

Conclave 2013. Foto: Arquidiócesis de Boston
Conclave 2013. Foto: Arquidiócesis de Boston

—¿Aceptas tu elección canónica para sumo pontífice? —le preguntó Giovanni Battista Re, cardenal sustituto en sus funciones al decano del Colegio Cardenalicio durante el Cónclave.

Días después, el 19 de marzo, Día de San José, asumió el pontificado…

En la Plaza estuvieron representantes de 132 países; estuvieron presentes 32 jefes de Estado además de seis reyes, tres príncipes y 11 jefes de Gobierno.

Destacó, por cierto, la presencia del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomeo I, un hecho que no ocurría desde hace mil años, desde el Gran Cisma de Oriente en 1054.

También había delegaciones fraternales del pueblo hebreo, musulmanes, budistas y de otras denominaciones cristianas no católicas.

Mi hipótesis es que Benedicto XVI le pagó una factura al cardenal Bergoglio.

Es difícil saber la intervención -si es que la hubo- de Benedicto XVI en la sucesión de 2013. El asunto es que llega un momento en que el líder religioso puede controlar su sucesión, al tener el número suficiente de cardenales para hacerlo.

Lo que fue real es que cuando murió Juan Pablo II, uno de los hombres que podría haberlo sucedido era el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio. Entonces comentamos varios al periódico mexicano La Crónica esa posibilidad. (Véase Jorge Bergoglio ¿el elegido? El Papa argentino/ nota de Mario D. Camarillo Cortés en La Crónica, 26 de octubre de 2003).

Los críticos del filme dicen que no hay razón para afirmar que Benedicto XVI quería, como muestra la película, entregar el papado al cardenal Jorge Mario Bergoglio, yo sostengo que sí y la escribí en marzo de 2013. (Véase Papa Francisco Jesuita, americano, culto y humilde/ FA, 4 de abril de 2013 en Código Topo de Excélsior).

Escribí entonces que “Benedicto XVI tenía todo previsto cuando llegara el momento de su sucesión cumpliendo un compromiso (unilateral con Bergoglio).

¿Por qué?

“Cuando se eligió a Joseph Ratzinger, el cónclave duró dos días; el duelo se dio entre Ratzinger y el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio. En el primer escrutinio Ratzinger logró 47 votos frente a 10 de Bergoglio; Carlo Maria Martini tuvo nueve sufragios seguido por Camillo Ruini, con seis; Ángelo Sodano tuvo cuatro; y el hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga y el arzobispo de Milán, Dionigio Tettamanzi, tuvieron dos votos. En la segunda votación Ratzinger obtuvo 65 votos y Bergoglio 35; en la tercera Ratzinger logró 72 frente a los 40 de Bergoglio. ¡Ahí quedó bloqueada la elección!

El “duelo” terminó cuando Bergoglio, con los ojos llenos de lágrimas pidió que no lo votaran. Al retirarse (Bergoglio) de la contienda, Joseph Ratzinger habría ganado.

Sin el retiro del argentino, Ratzinger no hubiera sido Papa.

Así, se llegó a la cuarta votación; Ratzinger superó el quórum de los 77 votos, en la Sixtina hubo un momento de silencio, seguido de un largo aplauso. Benedicto XVI fue elegido con 84 votos y 26 fueron para el arzobispo de Buenos Aires.”

“Ocho años después Bergoglio fue nombrado Papa….

Y los agradecimientos de Francisco con su predecesor han sido contantes.

No fue casual que el inicio del pontificado haya sido el día 19 de marzo en honor a Benedicto XVI: No debemos olvidar que se llama José (Joseph) como el Santo Custodio de la Familia de Nazaret.

Aquel 19 de marzo, día del inicio de su pontificado, lo primero que hizo Francisco fue llamar por teléfono a Benedicto XVI ofreciéndole sus más sinceros auspicios con motivo de la fiesta onomástica de San José y para manifestarle nuevamente su personal gratitud y la de la Iglesia por su servicio.

Según informó el Vaticano, la conversación entre ambos fue amplia y cordial. Dos días después los dos Papas se encontraron en la residencia de Castelgandolfo: un hecho histórico debido a que se inauguró algo inédito, hay dos Papas.

Y algo casual o mágico fue que unas horas de que se lanzará el filme en Neflix la congregación Legionarios de Cristo hizo público un informe, detallando el número de sacerdotes que cometieron abusos sexuales de menores, así como el número de víctimas.

Y en Roma, el papa Francisco despedía como decano del Colegio Cardenalicio al cardenal Angelo Sodano, quien fue cuestionado en su momento por ocultar las trapacerías del padre Maciel.

Nada es casual…

Por lo pronto, el filme podría estar nominado para varios premios en Holywood, eso lo sabremos el día 13 de enero; “Francisco” podría estar nominado al mejor actor, y Benedicto XVI en la categoría de actor secundario.

Así se hizo el guión, no se moleste minoría tradicionalista…

Además, quizá podría haber tres Papas, si Francisco decide seguir los pasos de su hermano el papa emérito, y retirarse en vida, apenas en octubre celebró su sexto Consistorio creando 13 nuevos cardenales; con ello ha designado a 52 por ciento de los miembros del Colegio y tendrá junto con su antecesor Benedicto XVI, controlada la sucesión en caso de renuncia anticipada.

Hoy el Colegio tiene mayoría de seguidores de Francisco, poco más de 40 fueron nombrados por Benedicto XVI y quedan muy pocos nombrados por Juan Pablo II.

Dice la periodista Elisabetta Piqué que con ello el Papa jesuita intenta blindar su sucesión: “un tema que, lejos de ser tabú, está en boca de todos y especialmente de esa minoría tradicionalista que no ve la hora que llegue el final de este pontificado y que maniobra subterráneamente para debilitarlo e influenciar el cónclave que elegirá a su sucesor”.

Pero a Dios gracias hay Papa para rato.