Foto:INAH (Mauricio Marat)

Arte sacro en Semana Santa.

Porque la Semana Santa también es tiempo de disfrutar el arte sacro, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizará una exposición de altares a la Virgen de los Dolores.

La costumbre de colocar una ofrenda una semana antes del Viernes Santo la realiza el INAH desde hace varios años, y en esta ocasión tendrán lugar en los museos Nacional de las Intervenciones y de El Carmen en la Ciudad de México; El Regional en Querétaro; en el Exconvento de Acolman, en el Estado de México, así como en el de Epazoyucan y Actopan, en Hidalgo.

La devoción por Nuestra Señora de los Dolores se remonta al siglo VIII, cuando en algunos documentos eclesiásticos se hablaba de la “compasión de la Virgen” en referencia al sufrimiento de María durante la crucifixión de Jesús.

Empezaron a surgir devociones y se compusieron himnos para manifestar solidaridad con la virgen en “siete dolores”, es decir, sucesos en la vida de la Virgen María que terminaron por convertirse en fiestas (o advocaciones, en el argot religioso) populares.

Esos son: 1, La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús; 2, La huida a Egipto con Jesús y José; 3, La pérdida de Jesús; 4, El encuentro de Jesús con la Cruz a cuestas camino al calvario; 5, La crucifixión y la agonía de Jesús; 6, La lanzada y el recibir en brazos a Jesús muerto y, 7, El entierro de Jesús y la soledad de María.

Durante la Edad Media las fiestas a Nuestra Señora de los Dolores tenían lugar en algunas zonas de occidente de Europa (como los reinos de los sajones, que hoy comprende el territorio de Gran Bretaña; el Imperio Visigodo, que actualmente son áreas de España y Portugal, y parte del Imperio Romano) durante la Pascua, en las que se habla de la “recomendación de María en el calvario”.

El papa Benedicto XIII extendió la celebración del “Viernes de Dolores” y en 1814 el papa Pío VII determinó que la fiesta se celebraría el 15 de septiembre. En México las tradiciones de Semana Santa, como los altares de Dolores, llegaron en el siglo XVI con el arribo de los evangelizadores durante la Conquista.

Hoy en día, durante el Viernes Santo en las iglesias católicas se realiza una procesión del silencio para recordar el dolor de María por su hijo crucificado.

Las ofrendas

En el Museo Nacional de las Intervenciones (MNI), ubicado en la colonia San Diego Churubusco, delegación Coyoacán, se exhibirá del 23 de marzo al 22 de abril un alta a la Virgen de los Dolores basado en el diario de Fanny Erskine Inglis o madame Calderón de la Barca.

Ella era originaria de Escocia y esposa de Ángel Calderón de la Barca, quien fue enviado de España a México en 1841, en una misión diplomática. Ángel y Fanny escribieron memorias de su estancia en México y en uno de los apartados de la madame se refiere a la Semana Santa, en la que describe el bullicio en las plazas y la sobriedad de las procesiones.

Para el montaje que se puede apreciar en el MNI se tomaron algunos elementos que aparecen en la descripción, como agua de horchata, limonadas, pulque, alfombras, velas, así como flores blancas y moradas.

En el Museo de El Carmen, en avenida Revolución, también en la delegación Coyoacán, se presenta un óleo sobre tela de la Virgen de la Soledad, del siglo XVIII, perteneciente al convento de San Joaquín. La exposición la complementan otros ocho óleos (entre ellos uno del artista Miguel Cabrera, perteneciente a la colección de monseñor Diego Monroy) de Nuestra Señora de los Dolores, además de otras tres pinturas.

Aquí también se podrá apreciar hasta el 8 de abril germinados en piezas de barro que representan la Eucaristía, una cruz procesional de plata, naranjas agrias adornadas con banderitas que evocan el triunfo de la resurrección sobre la amargura, y aguas teñidas de colores que recuerdan las lágrimas derramadas por la Virgen.

En el Museo Regional de Querétaro, localizado en el antiguo Convento de San Francisco (en el Centro Histórico de la capital del estado) habrá un altar en el que destacará una escultura del siglo XVIII de la Dolorosa, en cuyo pecho lleva incrustada una daga. Tendrá flores blancas que representan la pureza de María y morada que aluden a su sufrimiento, germinado de trigo que simboliza el pan de la vida, flor de manzanilla por la santidad de Dios, aguas, papel picado y siete velas moradas que representan el número de dolores de la Virgen.

Además, en el patio central se llevará a cabo la exposición “Los judas de mi pueblo”, integrada por cinco esculturas de cartonería tradicional, las cuales serán destruidas el Sábado de Gloria en la comunidad de San José Iturbide, Guanajuato.

En el Ex Convento de Acolman, Estado de México, la pieza central del altar es una talla de la Virgen de Dolores, que data del siglo XVII y se utilizaba para procesiones en el municipio. Además habrá un tapete hecho de semillas en el que se recrea la cruz atrial del siglo XVI, que tienen símbolos de la Crucifixión.

En los Ex conventos de San Andrés Apóstol y de San Nicolás Tolentino, en Hidalgo, se colocará una imagen de La Dolorosa en la parte más alta del altar, el cual se compone de 14 escalones que representan las estaciones del Viacrucis. En ambos se ofrecerá al público de manera gratuita un taller para elaborar tapetes de semillas.