Hay por lo menos 20 muertos y decenas de heridos, entre ellos civiles y miltares..

Los hechos ocurrieron la mañana de este domingo 27 de enero.

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Dos bombas explotaron con pocos minutos de diferencia mientras se celebraba un servicio religioso en la Catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo de la localidad de Jolo, en la provincia de Sulu, al sur de Filipinas, región de mayoría musulmana, quién  apenas había ratificado en plebiscito un ansiado acuerdo de paz con grupos separatistas, para crear la Región Autónoma de Bangsamoro.

El ataque terrorista buscaría frustrar la paz.

La primera explosión se produjo a las 8:30 horas justo cuando lo fieles escuchaban la misa dominical y la segunda un minuto después en el exterior del templo católico, indicaron a la agencia Efe fuentes policiales.

Según Associetad Press, algunos testigos aseguran que la primera explosión ocurrió al interior de la catedral, lo que hizo que los fieles se lanzaran en estampida hacia la puerta principal.

La segunda bomba explotó un minuto después y provocó numerosos muertos y heridos; el segundo explosivo parece que estuvo colocado en una motocicleta estacionada afuera del templo católico.

El balance actualizado asciende a 20 personas -15 civiles y cinco soldados- y 81 heridos, incluidos 65 civiles, 14 militares y dos policías.

El grupo terrorista  Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) ha reivindicado las explosiones en un comunicado emitido a través de las redes sociales.

La nota detalló que uno de los suicidas hizo explotar su chaleco de explosivos en la entrada de la iglesia donde estaban congregados los fieles cristianos y que otro se inmoló poco después en un estacionamiento…

En la provincia de Sulu, actúan varios grupos yihadistas vinculados a ISIS  como Abu Sayyaf, Maute o los Luchadores por la Liberación Islámica del Bangsamoro, responsables de sangrientos atentados en la región y que son la principal amenaza del recién ratificado acuerdo de paz.

Desde que el presidente Rodrigo Duterte firmara el pasado 26 de julio la ley que implementa el acuerdo de paz -ratificada en el plebiscito del pasado lunes-, esos grupos terroristas han cometido varios atentados que se han cobrado varias vidas…

REACCIONES

El Gobierno filipino ha condenado “enérgicamente” este ataque y prometió “perseguir hasta el fin de la tierra a sus despiadados responsables” para que rindan cuentas ante la justicia.

En el mismo sentido hizo el secretario general de la ONU, António Guterres…:

“El secretario general condena el ataque terrorista perpetrado el 27 de enero en la catedral de Joló, en la provincia homónima de Filipinas”, dice el comunicad.

Asimismo, “reitera el apoyo de la ONU al Gobierno y el pueblo de Filipinas en sus esfuerzos por combatir el terrorismo y el extremismo y por hacer avanzar el proceso de paz en la región de Bangsamoro”.

El Gobierno de España ha condena enérgicamente el ataque terrorista, lo mismo que otros países.

El papa Francisco reprochó la acción terrorista, dijo en Angelus en Panamá…:

“A Cristo y a la Virgen también encomendamos las víctimas del atentado terrorista perpetrado, este domingo, en la Catedral de Jolo, en Filipinas, mientras se celebraba la Eucaristía.

Reitero mi más firme reprobación por este episodio de violencia, que enluta de nuevo a esta comunidad cristiana, y elevo mis oraciones por los difuntos y por los heridos.

Que el Señor, Príncipe de la paz, convierta el corazón de los violentos y conceda a los habitantes de aquella región una serena convivencia.”

La iglesia filipina está de luto

En un comunicado de la Conferencia Episcopal de Filipinas, los prelados afirman haber recibido con tristeza las noticias del atentado.

“Enviamos nuestras condolencias a las familias de los numerosos soldados y civiles asesinados por la explosión. También expresamos nuestra cercanía a todos los heridos y extendemos nuestra solidaridad a todos los que estaban presentes en la Catedral y al resto de la comunidad eclesial del Vicariato Apostólico de Jolo”.

Piden a los fieles cristianos “que unan sus manos con todos los musulmanes amantes de la paz y con las comunidades de los pueblos indígenas en la defensa contra el extremismo violento”.

El comunicado finaliza pidiendo “que todas nuestras religiones de paz puedan guiarnos en nuestra búsqueda de un futuro luminoso para los pueblos de Mindanao”.

¡No se vale!