urbi et orbi 2019
urbi et orbi 2019

Este miércoles 25 de diciembre, y como es tradicional, el Papa Francisco dio su mensaje y bendición Urbi et Orbi para Roma y el mundo; pidió unir fuerzas para superar los conflictos sociales y políticos que enfrenta Latinoamérica. Junto a ello, este año dedicó unas palabras especiales al pueblo de Venezuela

En su mensaje, pronunciado desde la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, junto con los cardenales Renato Raffaele Martino y Konrad Krajewski, el Pontífice reconoció que “hay tinieblas en los corazones humanos, pero más grande es la luz de Cristo”.

“Queridos hermanos y hermanas: ¡Feliz Navidad en el seno de la madre Iglesia! Esta noche ha nacido nuevamente el Hijo de Dios hecho hombre. Su nombre es Jesús, que significa Dios salva….

“Aquel niño, nacido de la Virgen María, es la Palabra de Dios hecha carne. La Palabra que orientó el corazón y los pasos de Abraham hacia la tierra prometida y sigue atrayendo a quienes confían en las promesas de Dios….

“La Palabra que guió a los hebreos en el camino de la esclavitud a la libertad, y continúa llamando a los esclavos de todos los tiempos, también hoy, a salir de sus prisiones. Es Palabra más luminosa que el sol, encarnada en un pequeño hijo del hombre, Jesús, luz del mundo”.

El Papa pidió “que Cristo sea luz para tantos niños que sufren la guerra y los conflictos en Oriente Medio y en diversos países del mundo”.

También rezó por la paz en Oriente Medio, en concreto por Siria, Líbano, Tierra Santa e Irak.

Francisco se acordó también de Ucrania, país afligido por la violencia. “Que el Redentor del mundo sea luz para la querida Ucrania, que aspira a soluciones concretas para alcanzar una paz duradera”.

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Asimismo, pidió por los pueblos de África, “donde perduran situaciones sociales y políticas que a menudo obligan a las personas a emigrar, privándolas de una casa y de una familia. Que haya paz para la población que vive en las regiones orientales de la República Democrática del Congo, martirizada por conflictos persistentes”;

Que Cristo “sea consuelo para cuantos son perseguidos a causa de su fe, especialmente los misioneros y los fieles secuestrados, y para cuantos caen víctimas de ataques por parte de grupos extremistas, sobre todo en Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria”;

Pidió que el Niño nacido en Belén “reanime al querido pueblo venezolano, probado largamente por tensiones políticas y sociales, y no le haga faltar el auxilio que necesita”.

Que bendiga los esfuerzos de cuantos se están prodigando para favorecer la justicia y la reconciliación, y se desvelan para superar las diversas crisis y las numerosas formas de pobreza”.

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Asimismo, pidió por los pueblos de África, “donde perduran situaciones sociales y políticas que a menudo obligan a las personas a emigrar, privándolas de una casa y de una familia. Que haya paz para la población que vive en las regiones orientales de la República Democrática del Congo, martirizada por conflictos persistentes”.

Que Cristo “sea consuelo para cuantos son perseguidos a causa de su fe, especialmente los misioneros y los fieles secuestrados, y para cuantos caen víctimas de ataques por parte de grupos extremistas, sobre todo en Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria”;

Pidió que el Niño nacido en Belén “reanime al querido pueblo venezolano, probado largamente por tensiones políticas y sociales, y no le haga faltar el auxilio que necesita.

“Que bendiga los esfuerzos de cuantos se están prodigando para favorecer la justicia y la reconciliación, y se desvelan para superar las diversas crisis y las numerosas formas de pobreza.

“Que el Emmanuel sea luz para toda la humanidad herida. Que ablande nuestro corazón, a menudo endurecido y egoísta y nos haga instrumentos de su amor. Que a través de nuestros pobres rostros regale su sonrisa a los niños de todo el mundo, especialmente a los abandonados y a los que han sufrido a causa de la violencia.

“Que a través de nuestros brazos débiles vista a los pobres que no tienen con qué cubrirse, dé el pan a los hambrientos, cure a los enfermos. Que por nuestra frágil compañía esté cerca de las personas ancianas y solas, de los migrantes y de los marginados. Que, en este día de fiesta, conceda su ternura a todos, e ilumine las tinieblas de este mundo”, puntualizó.

Tras finalizar el mensaje, presidió el rezo del Ángelus e impartió la bendición Urbi et Orbi, que otorga la indulgencia plenaria a todos los fieles presentes en la Plaza de San Pedro y a todos aquellos que siguieron la Bendición a través de los medios de comunicación, siempre que se cumplan las condiciones establecidas por la Iglesia.