¿Cómo va el juicio contra el Cardenal Becciu?

El miércoles 18 de febrero se celebró la séptima audiencia del juicio contra el Cardenal Angelo Becciu y otros nueve acusados por supuesta malversación de fondos, fraude y abuso de oficio contra la Santa Sede, entre otros delitos; el lunes 28 de febrero se reanudó la audiencia, cerrándose el martes la fase preeliminar  y continuará con interrogatorios el próximo jueves 17 de marzo.

El tribunal del Vaticano rechazó las mociones de la defensa de los acusados de varios delitos financieros, y ha ordenado que el proceso prosiga, comenzando con interrogar al mismísimo Angelo Becciu.

En la audiencia realizada este martes 1 de marzo, el presidente del tribunal, Giuseppe Pignatone, leyó un documento de 40 páginas que responde a varias objeciones que los abogados defensores presentaron desde que el proceso se inició el año pasado.

El panel de tres jueces rechazó las solicitudes para descartar evidencia y cargos, y se comentó que serían apeladas; establecieron que la siguiente audiencia será el 17 de marzo.

Ese día será el primer día de interrogatorios y el Cardenal Becciu será el primero en responder a las preguntas sobre los fondos del Vaticano y de la Conferencia Episcopal Italiana. 

El Purpurado de 73 años de edad se le acusa de malversación de fondos, abuso del cargo y soborno en perjuicio de la Santa Sede, cargos que él sistemáticamente ha negado.

En declaraciones a los medios italianos luego de la audiencia de este martes Becciu dijo contento: “Finalmente, la hora de decir la verdad ha llegado. Bien”.

“La audiencia empieza. Hemos esperado siete meses y ahora puedo hablar y estoy contento”, aseguró.

Los abogados de Becciu indicaron hoy en una declaración que “estamos listos para demostrar, de modo irrefutable, la plena inocencia del Cardenal en todas las acusaciones”.

La decisión de este martes 1 de marzo, puso fin a la fase preliminar del juicio contra funcionarios vaticanos y sus colaboradores, en relación con la compra de la Secretaría de Estado de un inmueble en Sloane Avenue de Londres al empresario italiano Raffaele Mincione, por 350 millones de euros, muy por encima de su valor real.

El fiscal Alessandro Diddi, estimó que la pérdida total para el Vaticano respecto al inmueble asciende a 217 millones de euros. 

La defensa  manifestó objeciones a lo que consideran fallos de los fiscales para presentar algunos archivos de evidencias para su inspección.

El presidente del tribunal, Giuseppe Pignatone, respondió a las protestas precisando que el problema sobre la evidencia se resolvió en noviembre de 2021 y que no tiene la “potestad de ordenar a los fiscales” que presenten documentación adicional.

Junto con el Cardenal están sien do juzgados el empresario Raffaele Mincione, Gianluigi Torzi, Enrico Carasso, Cecilia Marogna, René Brülhart, Mons. Mauro Carlino, Tommaso di Ruzza, Nicola Squillace y Fabrizio Tirabassi. 

Para el juicio ha sido citadas también las empresas HP Finance LLC, Logsic Humanitarne Dejavnosti, D.O.O., Prestige Family Office SA y Sogenel Capital Investment. 

Antecedentes 

En septiembre de 2020, el Cardenal Becciu renunció al cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y a sus derechos como miembro del Colegio de Cardenales.

Meses después, en  julio de 2021 comenzó el juicio en el Vaticano contra Becciu y otros nueve acusados; se le acusa de haber empleado 300 millones de dólares entre 2014 y 2018, procedentes de la Secretaría de Estado, para comprar un inmueble de lujo en la Sloane Avenue de Londres al empresario italiano Raffaele Mincione, y para financiarlo Becciu se habría dirigido también al IOR para solicitar un préstamo de 150 millones de euros sin ofrecer una justificación.

Por otro lado, además de esa inversión, en 2015 Becciu empleó otros 200 millones de dólares para financiar la compra de dicho inmueble londinense, y parte de esos 200 millones se habrían obtenido por medio de un crédito concedido por la BSI, un banco suizo con una extensa trayectoria de violación de las legislaciones contra el blanqueo de dinero.

Además, supuestamente, Becciu habría entregado al financiero Enrico Crasso, antiguo directivo del Credit Suisse, el control de millones de euros de fondos de inversión del Vaticano de la Secretaría de Estado y del fondo de caridad del Óbolo de San Pedro.

Y de paso habría tratado de disfrazar préstamos en los balances del Vaticano cancelándolos contra el valor de la propiedad comprada en el barrio londinense de Chelsea, una maniobra contable prohibida por las nuevas políticas financieras aprobadas por el Papa Francisco en 2014.

Empero, el presunto intento de ocultar los préstamos fuera de los libros fue detectado por la Prefectura para la Economía, entonces dirigida por el Cardenal George W. Pell.

Y se comentó en círculos vaticanos que que cuando el Cardenal australiano comenzó a exigir detalles del préstamos, especialmente los que involucraban a los bancos suizos Credit Suisse y BSI, el entonces arzobispo Becciu llamó al Cardenal a la Secretaría de Estado para una “reprimenda”.

Además,  Becciu obstaculizó en 2016 las reformas iniciadas por Pell, reformas respaldadas por el papa Francisco al conceder a la Prefectura para la Economía la autoridad para la supervisión autónoma sobre las finanzas del Vaticano.

Y fue que entonces, el Cardenal George W. Pell, debió enfrentarse a un juicio por supuestos abusos en Australia, en el que fue condenado en primera instancia y encarcelado; pero finalmente fue absuelto y liberado. Un asunto perverso.

Durante el proceso contra Pell, según la declaración de Mons. Perlasca -entonces estrecho colaborador del Cardenal Becciu en la Secretaría de Estado-, el Cardenal Becciu habría realizado la transferencia de 700 mil euros del Vaticano a Australia. 

A pesar de todas estas acusaciones y de la prolongada investigación realizada por las autoridades vaticanas, en colaboración con las italianas, el Cardenal Becciu ha defendido en todo momento su inocencia, negando la acusación de malversación de los fondos vaticanos y de haber influido para beneficiar a sus hermanos.

Con información de ACI Stampa