El diario alemán Frankfurter Allgemaine Zeitung informó que Asia Noreen (conocida como Asia Bibi) y su marido Ashiq Masih están libres en Canadá, después de que el Tribunal Supremo de Pakistán ratificó que la sentencia absolutoria de Bibi no tenía vuelta atrás, pese a las presiones islamistas.

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El 29 de enero, la Corte Suprema de Pakistán rechazó la solicitud de revisión del veredicto presentada contra la absolución de Asia Bibi, la mujer cristiana condenada a muerte por presunta blasfemia en 2010 y absuelta el 31 de octubre de 2018, después de un largo proceso penal.

Entonces, los jueces no hallaron prueba alguna para condenar a Bibi por presuntamente hacer comentarios despectivos sobre el profeta Mahoma durante una discusión con otras mujeres, hechos ocurridos en 2009.

Tras la decisión de absolver a Asia, los extremistas musulmanes paquistaníes de Tehreek-e-Labbaik Pakistan (TLP) se movilizaron públicamente para demandar que se ejecutara la pena de muerte. Bloquearon las carreteras de varias ciudades con manifestaciones y amenazas a causa del anuncio de la absolución.

Para calmar los ánimos, el gobierno de Islamabad acordó con el grupo fundamentalista TLP la revisión del caso, por lo que Asia no pudo encontrarse con su familia en el extranjero “hasta que la Corte Suprema haya realizado un último examen de su sentencia”, a decir del Ministro de Asuntos Religiosos, Noorul Haq Qadri.

¡Y así fue!

En todo ese tiempo Asia se ocultó en algún lugar de Pakistán en espera de la resolución.

Entre respetar la decisión de la Corte y dejar en plena libertad a Asia o cumplir con las exigencias del grupo fundamentalista que le hubiera costado mucho a su desarrollo democrático, las autoridades optaron por lo primero.

Pero tuvieron que pasar cuatro meses para revisar el caso. En ese tiempo la fiscalía, representada por un Iman, presentó una apelación solicitando la confirmación de la pena de muerte.

Sin embargo, la justicia se impuso.

Los jueces, encabezados por el nuevo presidente de la Corte, Asif Saeed Khosa, escuchó los argumentos de la fiscalía, representando al Imam Qari Muhammad Salaam, quien acusó a Asia Bibi de blasfemia.

La Corte examinó la petición de revisión del veredicto en medio de fuertes medidas de seguridad. El recurso contra Asia fue presentado por Iman Qari Salaam, quien también realizó la primera denuncia contra ella que la llevó a la cárcel durante 9 años por supuestamente haber cometido el delito de blasfemia.

En la audiencia, que comenzó a las 13.30 horas, el colegio de tres magistrados, presidido por Saeed Khosa, escuchó las argumentaciones de los abogados acusadores. Refiriendo sus objeciones, los jueces pidieron que fueran involucrados algunos ulemas musulmanes, puesto que, según su parecer, la cuestión estaba estrechamente relacionada con la fe islámica.

“¿Dice el Islam que uno debe ser castigado por un crimen incluso en ausencia de evidencia?”, preguntó el presidente de la Corte.

Las argumentaciones que pronunciaron los acusadores no sirvieron para convencer a los jueces, quienes recordaron los elementos fundamentales que llevaron a la absolución: primero, la presencia de testimonios absolutamente discordantes entre sí, incluso sobre el lugar y la hora del episodio de la presunta blasfemia y, segundo, el retraso de cinco días en la presentación de la denuncia ante la policía.

Esta distancia temporal entre los hechos denunciados y el momento en el que fueron referidos a las fuerzas del orden permite pensar, según la jurisprudencia, en falsas acusaciones prefabricadas, señalaron los magistrados.

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Al final del juicio, el juez declaró “rechazada” la solicitud de revisión del veredicto, lo que confirmó la plena libertad de Asia Bibi, quien de inmediato fue autorizada a abandonar el país.

No se sabe cómo salió de Pakistán, pero ya se encuentra libre en Canadá.
La polémica “ley de la blasfemia” requeriría por lo menos varias enmiendas para garantizar que no se utilice para castigar a las minorías religiosas.

La ley de blasfemia

Fue introducida en 1986 por el dictador Mohammad Zia-ul-Haq sin aprobación parlamentaria. La norma agrupa varias otras contenidas en el Código Penal inspiradas directamente en la Shariah –ley religiosa musulmana– para sancionar cualquier ofensa de palabra u obra contra Alá, Mahoma o el Corán.

La ofensa puede ser denunciada por un musulmán sin necesidad de testigos o pruebas y el castigo supone el juicio inmediato y la posterior condena a prisión o muerte del acusado.

La ley es usada con frecuencia para perseguir a la minoría cristiana, que suele ser explotada laboralmente y discriminada en el acceso a la educación y los puestos públicos.

Asia Bibi fue víctima de esta ley.

Pakistán tiene una población de unos 180 millones de habitantes, la gran mayoría musulmanes. Sólo unos 4 millones son cristianos.