La Conferencia Episcopal de Alemania dio a conocer estadísticas de 2018, entre las que destaca que en ese año fueron más de 216 mil fieles los que decidieron abandonar la Iglesia Católica.

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Además, de los 23 millones de bautizados en el país, de una población total de 83 millones, el porcentaje de los que asisten a los servicios religiosos de los domingos sólo son 2.1 millones de fieles, es decir, un 9.3 por ciento de los bautizados.

Estas cifras confirman los pronósticos de mayo de 2019, según los cuales el número de cristianos en Alemania se reducirá a la mitad en el año 2060.

¿Y cuántos sacerdotes hay?

En las 27 diócesis del país, el número de curas se redujo a mil 161 en 2018, cuando hace 18 años eran más de 17 mil.

Las estadísticas también señalan que en el año 2000 las parroquias en Alemania eran 13 mil 240, y en 2018 descendieron a 10 mil 45.

Sin embargo, las bodas católicas se han mantenido relativamente estables: de hecho se registró un ligero aumento en comparación con 2017: de 42 mil 523 que hubo en ese año pasaron a 42 mil 789 en 2018.

Sin embargo, hubo una disminución en los bautismos, que pasaron de 167 mil 787 en 2017 a 169 mil 751 el año pasado); en el mismo periodo las primeras comuniones subieron de 171 mil 336 a 178 mil 45, las confirmaciones bajaron de 138 mil 69 a 132 mil 94 y los funerales aumentaron de 243 mil 705 a 243 mil 824.

En un comunicado publicado el viernes 19 de julio, el padre Hans Langendörfer, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, dijo que los números son “preocupantes”, pero son parte de “los procesos de cambio”.

“Lamentamos cuando las personas se van de la Iglesia Católica. Entendemos que haya surgido la desconfianza o se haya perdido la confianza y la credibilidad”, dijo el sacerdote.

La crisis

En el contexto del Sínodo de los Obispos para la Amazonía, que se celebrará en octubre, algunos obispos alemanes asistieron a fines de junio a una reunión privada en Roma, entre los que estaban el cardenal Walter Kasper, que promueve públicamente el acceso a la eucaristía de los divorciados en nueva unión.

En el encuentro estuvo también monseñor Franz-Josef Overbeck, obispo de Essen y presidente de la Comisión para América Latina del Episcopado Alemán, que proporciona ayuda económica a toda la región.

El 2 de mayo monseñor Overbeck comentó que “nada será como era antes” luego del Sínodo de la Amazonía, ya que este reconsiderará el papel de las mujeres en la Iglesia, la moral sexual, el rol del sacerdocio y toda la estructura jerárquica eclesial.

El prelado también apoyó públicamente la “huelga de mujeres” contra la Iglesia en Alemania, convocada por un grupo de católicas tras el no del Papa Francisco a la ordenación de diaconisas.

En marzo de 2019 el arzobispo de Múnich y Freising, el cardenal Reinhard Marx, anunció que la Iglesia Católica en Alemania iniciaba un “proceso sinodal” para abordar y debatir lo que algunos obispos consideran como el origen de los abusos sexuales: el celibato sacerdotal, las enseñanzas de la Iglesia sobre moral sexual y la “reducción del poder clerical”.

El “proceso sinodal” implica consultas con el “Comité Central de Católicos Alemanes”, una organización laica que coopera estrechamente con la conferencia episcopal.
Un mes antes, en febrero, un grupo de nueve católicos, entre ellos tres sacerdotes y dos miembros del comité, escribieron una carta abierta al cardenal Marx solicitándole cambiar la moral sexual de la Iglesia.

En 2018, la Conferencia Episcopal Alemana elaboró un documento que proponía algunas condiciones para dar la comunión eucarística a los protestantes casados con católicos.

La carta del Papa

El Papa Francisco escribió una carta dirigida “al pueblo de Dios que peregrina en Alemania” el 29 de junio, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo.

En la misiva, dividida en 13 puntos, el Santo Padre confirma su cercanía y asegura que quiere “compartir su preocupación con respecto al futuro de la Iglesia en Alemania”, alerta sobre el “decaimiento de la fe” y anima a no asumir la situación actual con “pasividad o resignación”. También exhorta a intensificar “la oración, la penitencia y la adoración”.

Además, el Pontífice destaca la necesidad de “recuperar el primado de la evangelización para mirar el futuro con confianza y esperanza porque, evangelizadora, la Iglesia comienza por evangelizarse a sí misma”.

“Supone una invitación a tomar contacto con aquello que en nosotros y en nuestras comunidades está necrosado y necesita ser evangelizado y visitado por el Señor. Y esto requiere coraje porque lo que necesitamos es mucho más que un cambio estructural, organizativo o funcional”, afirma.

Por ello, el Pontífice señala que esta “transformación verdadera responde y reclama también exigencias que nacen de nuestro ser creyentes y de la propia dinámica evangelizadora de la Iglesia, reclama la conversión pastoral”.