Investigadores de la Univeridad de Sonora en el CERN Foto:Conacyt

Participarán en experimento de organización europea.

Seis físicos de la Universidad de Sonora (Unison) participarán en un experimento para estudiar el Bosón de Higgs, llamado popularmente “la partícula de Dios”, con el fin de desarrollar proyectos de alto impacto en las áreas de altas energías, física médica, electrónica y cómputo, entre otras.

A principios de los años 60, el físico inglés Peter Higgs planteó la existencia de una partícula que sería la pieza clave para entender cómo se formó la materia que existe en el Universo.

Fue en 2012 cuando la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN) mediante un acelerador de partículas (llamado Gran Colisionador de Hadrones, LHC) confirmó la existencia del Higgs, la pieza que faltaba para comprender la estructura de la materia, por lo que muchos la llamaron la partícula de Dios.

En términos más o menos sencillos se establece que el bosón de Higgs ayuda a explicar por qué existe la masa de las partículas elementales. Si el electrón no tuviera masa no se formarían los átomos y sin átomos no existirían estrellas ni planetas ni personas.

Ahora los doctores en Física de la Unison José Benítez Rubio, Alfredo Castañeda Hernández, Javier Alberto Murillo Quijada, Daniel Tapia Takaki y Lizardo Valencia Palomo participarán en el experimento Solenoide Compacto de Muones (CMS, por sus siglas en inglés), planeado por la CERN.

Benítez Rubio explicó que mediante este experimento realizarán investigaciones en búsqueda de partículas que no se encuentran dentro del modelo estándar, con el fin de describir los “ladrillos” fundamentales del Universo.

Los seis científicos eran desde hace dos años becarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y en 2017 impulsaron la creación de la Academia de Altas Energías en el Departamento de Investigación en Física de la Unison.

La academia recibió el apoyo de Enrique Velázquez Contreras, rector de la Universidad, ya que va acorde con su intención de internacionalizar tanto los programas académicos como los de investigación de esa casa de estudios.

Ya con el respaldo de la Unison y del Conacyt, los científicos buscaron todos los mecanismos para establecer una colaboración formal con la CERN, con la que ya habían trabajado durante sus posgrados.

Así, el pasado 9 de febrero, la Unison fue avalada como miembro para colaborar en el experimento la colaboración CMS, y se unió a un grupo selecto de cuatro universidades en el país que participan en el proyecto.

La colaboración tanto del grupo de la Unison como de las otras cuatro instituciones mexicanas se está preparando para la fase 2 del experimento, la cual se espera que empiece en 2025.

“En la etapa 2 se espera recabar 10 veces más información en términos del número de eventos, lo cual constituye un gran desafío tanto en el sistema de cómputo como en los equipos y detectores que se utilizan para realizar las mediciones que resultan en análisis de física”, indicó Daniel Tapia Takaki.