Los católicos estamos llamados a respetar la dignidad y a la reconciliación para rescatar y “transformar lo caído”, a fin de ser una sociedad nueva, afirmó el Cardenal Carlos Aguiar Retes.

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“En el camino que debemos de hacer como familia, como vecindad, como ciudad, como pueblo, como patria, entre unos y otros, (lo importante) es el respeto a la dignidad y el reconocimiento del otro… independientemente de cómo haya caminado en su conducta”, señaló el Arzobispo durante su homilía en la Basílica de Guadalupe.

Hizo ver que México es una nación rebelde, testarudo y obstinado, pero que fue elegido por Dios, “de tal manera que nos mandó a su madre para hacerla evangelizadora de nuestro país y de América Latina, que nos dé esa gracia, que nos dé ese espíritu para que en medio de nuestras limitaciones y de nuestras fragilidades podamos descubrir que la fuerza de Dios se manifiesta cuando amamos, cuando servimos, reconciliamos y cuando procuramos siempre la comunión fraterna entre nosotros”.

El Cardenal manifestó que el proyecto de Dios es la familia natural, “en la cual hay que aprender nuestras debilidades desde la cuna del amor, de la cuna del amor gratuito que los papás tienen a sus hijos, de la cuna del amor fraterno entre los hermanos aprendiendo de la relación con los demás.

“Y por eso es tan importante acercarnos constantemente al Evangelio. Mucho más que una obligación es una necesidad escuchar la palabra de Cristo …Y (entonces) superaremos esas rebeldías cuando queremos hacer lo que nos plazca, cuando queremos dejar rienda suelta a nuestras tendencias y pasiones, queremos o somos tentados por el libertinaje. Y entonces renunciamos a pensar en Dios.

Pero cambiamos cuando “abrimos nuestra mente y nuestro corazón al amor de Dios, cuando nosotros descubrimos su proyecto de que desde nuestra fragilidad tenemos que construir”, expuso Aguiar Retes.