By m. - Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=72467743
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Hay muchas evidencias perversas

El eminentísimo Cardenal Angelo Becciu, ex prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, negó en un comunicado las acusaciones de malos manejos de fondos vaticanos, tal como ha difundido varias veces la prensa italiana e internacional.

En el comunicado publicado el 7 de octubre, Becciu reafirmó “la absoluta falsedad de las acusaciones en su contra difundidos por medio de la prensa, confirmando el desconocimiento de todo acto ilícito”.

como sabemos, el otrora poderoso cardenal renunció el 24 de septiembre a los derechos del cardenalato y a su puesto de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos al trascender que entregó a sus hermanos importantes sumas de dinero procedentes del Óbolo de San Pedro.

Además, varias informaciones le atribuyen maniobras financieras de dudosa legalidad durante el tiempo en que fue sustituto de la Secretaría de Estado entre 2011 y 2018.

En el comunicado del 7 de octubre se asegura que espera con serenidad “los resultados de toda investigación, en cualquier sede, que pueda finalmente confirmar su fidelidad al Santo Padre y a la Iglesia”.

En particular, en el comunicado subraya que “ni el Cardenal ni sus hermanos poseen acciones u obligaciones, ni tampoco participan, en fondos de inversión o poseen cuentas extranjeras”. “Nunca se han transferido fondos procedentes de la Secretaría de Estado para disposición privada y personal de los familiares” del Cardenal.

Continúa el comunicado: “Nunca se han dispuesto inversiones de la Santa Sede en la sociedad Angel’s, vinculada a la producción de cerveza o a su comercialización”.

“Ni el Cardenal ni sus hermanos han invertido ingresos de actividades familiares en fondos financieros de cualquier naturaleza”. “Nunca el Cardenal ha realizado inversiones en interés de la Santa Sede en actividades económicas de Antonio Mosquito”, añadió.

Y sobre los contactos con Cecilia Margona -denominada La Dama del Cardenal-, se afirma que “responden exclusivamente a cuestiones institucionales”.

Además, se insiste en que “nunca el Cardenal ha pedido una financiación de 150 millones de euros al Instituto de Obras de Religión”.(IOR)

Por último, se asegura que “nunca se ha producido una interferencia por parte del Cardenal en el proceso contra el Cardenal Pell”.

Las acusaciones contra Becciu

Se le acusa de haber empleado 300 millones de dólares entre 2014 y 2018, procedentes de la Secretaría de Estado, para comprar un inmueble de lujo en la Sloane Avenue de Londres al empresario italiano Raffaele Mincione, y para financiarlo Becciu se habría dirigido también al IOR para solicitar un préstamo de 150 millones de euros sin ofrecer una justificación.

Por otro lado, además de esa inversión, en 2015 Becciu empleó otros 200 millones de dólares para financiar la compra de dicho inmueble londinense, y parte de esos 200 millones se habrían obtenido por medio de un crédito concedido por la BSI, un banco suizo con una extensa trayectoria de violación de las legislaciones contra el blanqueo de dinero.

Además, supuestamentec, Becciu habría entregado al financiero Enrico Crasso, antiguo directivo del Credit Suisse, el control de millones de euros de fondos de inversión del Vaticano de la Secretaría de Estado y del fondo de caridad del Óbolo de San Pedro.

Y de paso habría tratado de disfrazar préstamos en los balances del Vaticano cancelándolos contra el valor de la propiedad comprada en el barrio londinense de Chelsea, una maniobra contable prohibida por las nuevas políticas financieras aprobadas por el Papa Francisco en 2014.

Empero, el presunto intento de ocultar los préstamos fuera de los libros fue detectado por la Prefectura para la Economía, entonces dirigida por el Cardenal George W. Pell.

Y se comenta en círculos vaticanos que que cuando el Cardenal australiano comenzó a exigir detalles del préstamos, especialmente los que involucraban a los bancos suizos Credit Suisse y BSI, el entonces arzobispo Becciu llamó al Cardenal a la Secretaría de Estado para una “reprimenda”.

Además,  Becciu obstaculizó en 2016 las reformas iniciadas por Pell, reformas respaldadas por el Papa al conceder a la Prefectura para la Economía la autoridad para la supervisión autónoma sobre las finanzas del Vaticano.

La dama del cardenal o “la Mata Hari”

Aunado a lo anterior, y según el diario Domani y el Corriere della Sera, cuando Becciu era sustituto de la Secretaria de Estado (2011-2018), entregó entre 500 mil y 600 mil euros  a una mujer de la isla de Cerdeña, llamada Cecilia Marogna, titular de una empresa con sede en Eslovenia y experta en seguridad y relaciones internacionales.

La prensa italiana explica que este dinero acabó en bolsos, zapatos y accesorios de lujo que compró Marogna, y algunos de estos detalles se emitirán en una investigación en el programa televisivo “Le Iene” del canal “Italia1″

La mujer, de 39 años -bautizada como la dama del Cardenal- confirmó en una entrevista con el diario Corriere della Sera que ofreció en 2015 a Becciu crear una “red diplomacia paralela en los países del norte de África y Oriente Medio”.

“Yo sabía qué hacer y cómo moverme, también para reducir los peligros para las nunciaturas derivados las células terroristas presentes en esos países”, explicó.

Marogna explica que el cardenal destinó medio millón de euros a lo largo de 4 años, incluyendo su salario, viajes y el pago de asesores y “el dinero llegó a plazos a la empresa en Eslovenia que se ocupa de misiones humanitarias”.

Respecto a que muchos de esos fondos se gastaron en artículos de lujo, la mujer lo justificó alegando que: “Quizás el bolso era para la esposa de un amigo nigeriano que pudo hablar con el presidente de Burkina Faso para vigilar los riesgos y peligros de las nunciaturas del Vaticano”.

En declaraciones al diario Domani, Marogna confirmó esa versión y añadió que ese dinero también servía para liberar a “sacerdotes y monjas en territorios difíciles”.

Además, acusan a la mujer de ser la amante del Cardenal.

¿Yo, amante del cardenal? Absurdo. Soy analista política y experta en inteligencia, trabajo en forma honesta, vivo en alquiler y mantengo a mi hija”, le dijo la mujer al Corriere della Sera. La mujer contó que conoció a Becciu en 2015 después de escribirle un mail pidiendo audiencia para plantearle problemas de seguridad de las nunciaturas y demás misiones del Vaticano. Un encuentro en el que, evidentemente, convenció al purpurado. (Véase La dama del cardenal”: una misteriosa mujer irrumpe en las intrigas vaticanas, nota de Elisabetta Piqué, reportera de LA NACION).

Y lo más perverso fue el presunto envío de dinero a Australia

Como se sabe, tras el enfrentamiento entre Becciu y Pell, resurgió de repente una vieja denuncia contra Pell por abusos sexuales cuando era obispo en Australia.; entonces el Cardenal Pell pidió permiso para dejar temporalmente el Vaticano y defenderse.

VÉASE: El caso de George Pell, para un filme de Netflix

Y por último, distintos medios italianos han filtrado que Becciu habría enviado 700 mil euros a Australia durante el juicio contra Pell. La acusación fue realizada por Mons. Alberto Perlasca, quien trabajó con Becciu en la Secretaría de Estado y que está en este momento bajo investigación judicial por su vinculación con inversiones de varios millones de euros con el financiero italiano Raffaele Mincione.
Pell pide que se investigue

Robert Richter, abogado del cardenal Pell,  ha pedido que se lleve a cabo una investigación exhasutiva sobre si el purpurado ha intervenido en el proceso penal en contra de Pell, concretamente se informe sí parte del dinero supervisado por Becciu hubiese sido usado para pagar a testigos en el juicio.

En un comunicado difundido por el abogado de Becciu, Fabio Viglione, se negó categóricamente que el cardenal italiano “tuviese cualquier injerencia en el juicio del cardenal Pell”.

Para un filme de Neflix.

Seguiremos…