En la columna El Cenote Sagrado del 10 e marzo de 2020: El día después; Vandalismo y restauración; Una justicia pareja; El coronavirus nos trae de cabeza
En la columna El Cenote Sagrado del 10 e marzo de 2020: El día después; Vandalismo y restauración; Una justicia pareja; El coronavirus nos trae de cabeza

El día después

Ayer se vivió un día tranquilo donde un buen porcentaje de mujeres se quedó en su casa atendiendo al llamado de un día de huelga. Se notó en las calles porque muchas escuelas, mejor dicho, casi todas, aunque abrieron sus puertas, los escolares no se presentaron a clases. Esa fue la opción que les dieron. Claro está, que ningún infante si le preguntan de ir a clase, con seguridad, dirá que no. Y así fue. Prefirieron estar jugando en la computadora o el teléfono que trabajar. Después de este anecdotario, son muchas las preguntas que nos quedan en la cabeza y que no será fácil encontrar respuesta.  ¿Quién o quiénes fueron las líderes de este movimiento femenino? ¿Dónde estaban las cabezas visibles? Por ningún lado. Esto es lo que extraña a propios y extraños. Todo ello significa algo muy importante. Si queremos un cambio, vendrá desde la mujer. Con la marcha y el “un día sin mujeres”, muestra que ellas tienen la clave para que el verdadero cambio se lleve a cabo y, no únicamente en México, sino en el mundo entero. Habrá que ver cómo le darán seguimiento a estos acontecimientos que todos hemos vivido. Ojalá que no quede como en un arcoíris, que está unos minutos y luego se desvanece.  El mensaje quedó muy claro. Pero se necesitan liderazgos para seguir dando cabida a tantas peticiones para lograr esa igualdad que tanto se pregona en todas partes.

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Vandalismo y restauración

Después de la gran multitud marchando por Reforma y Av. Hidalgo en paz y concierto, no por ello faltaron muchos “prietitos” en el arroz. Todos vivimos las escenas de violencia y agresión que se dieron en algunos momentos de la marcha del 8 de marzo. Fueron las mismas de siempre. Aunque no dudamos que entre ellas hubiera algún hombre haciendo destrozos. Estando encapuchados, nadie sabe quién es quién. Lo curioso es que las autoridades tienen prácticamente identificad@s a esas personas. No sabemos por qué no actúan  con firmeza para que no vandalicen monumentos y mobiliario de la ciudad, incluso, edificios particulares que tienen un valor histórico para todos los mexicanos. Nada hicieron y la Señora Jefa de Gobierno dice que no iban a reprimir a nadie, aunque hicieran “desmanes”. No estamos de acuerdo. La justicia y el orden deben prevalecer. Si hay que utilizar la fuerza pública, en ciertos casos, se debe utilizar. No hay más, aunque nos acusen de represores. Si cada quien hace lo que quiere, ¿Dónde vamos a llegar? Seguro que a una anarquía total donde imperará la ley del más fuerte. Exigimos a las autoridades que actúen con firmeza ante la violencia y castiguen a los culpables. Una ciudad sin orden, va al caos. Escuchamos que la Secretaría de Cultura y el INAH restaurarán los monumentos dañados. ¿Qué necesidad? Si hubieran sido previsores, no se necesitaría hacer eso y con dinero de todos los mexicanos. Si de verdad queremos un cambio, debemos guardar el orden establecido, de lo contrario, todo quedará en palabras.

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Una justicia pareja

Siguiendo con los acontecimientos de los días pasados, léase, la marcha del domingo donde se dieron todo tiempo de consignas, unas no tan buenas y donde el desorden y vandalismo campearon en algunos momentos, vimos cómo al llegar al Zócalo capitalino un grupo de “piadosos” cristianos rezaba el rosario frente a Catedral y también provocaba  con sus acciones y expresiones a las mujeres que llegaban a la plancha del Zócalo. Por otro lado habían colgado unas mantas en la rejas de Catedral donde se podía leer: “El primer feminicidio, es el aborto”. Según nos consta, las autoridades les habían invitado a quitar esas mantas para no provocar a las “rijosas” de la marcha. Pero no hicieron caso, y en algún momento, hasta hubo confrontación. Incluso, algún medio de comunicación, muy leído entre los “conservadores católicos” pedía que los hombres y mujeres de fe, fueran a defender la Catedral porque la autoridad eclesiástica tampoco hacía nada. No era cierto, porque según nos consta, entre la autoridad civil y eclesiástica siempre hubo una comunicación fluida para impedir cualquier el conflicto. Al final, detuvieron a un grupito de 6 personas, entre ellas, un menor. No sabemos el motivo de la acusación. Nos imaginamos que agresión,  todo un “rosario” que les suelen poner a los que aprehenden. Lo que sí llama la atención que a estos “piadosillos” se les encierre y se dejen libres a las “feminazis” como así les suelen llamar. Las justicia debe ser para todos por igual.

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El coronavirus nos trae de cabeza

Los mercados, la economía, el comercio, los deportes, las convenciones… en fin, una lista interminable que parece no tener final. Las bolsas del mundo, el petróleo y las divisas, se desplomaron como un castillo de naipes. Por si fuera poco, las Iglesias comienzan a sentir el pánico y cierran servicios religiosos ahora que es cuando la gente más necesita de una ayuda espiritual. Nada más hay que ver Italia. Prácticamente todo está parado, hasta el mismo Vaticano. Al Papa hay que verlo en una pantalla de televisión. ¿A dónde hemos llegado? Como dicen, “el miedo no anda en burro”, por aquello que estos animales caminan despacio. Pero todos sabemos que el pánico, el miedo y todo lo relacionado con él, es el peor enemigo que podemos tener  alrededor nuestro. Es necesario tomar medidas de prevención, pero lo que no se vale es “apanicar” a la gente y parece que lo están consiguiendo. Hoy más que nunca necesitamos confianza. Prevención sí, pánico no. Tomemos todos las medidas que nos ayuden a tener una vida sana, pero no caigamos en la desinformación, el “chisme” que lo único que hará es debilitarnos y bajar nuestras defensas.