En la columna El Cenote Sagrado del 11 de febrero: La justicia mexicana y sus “lunares”; Comisiones van y comisiones vienen para que todo siga igual; Nadie está a salvo; Un cuento que parece no tener fin: la UNAM
En la columna El Cenote Sagrado del 11 de febrero: La justicia mexicana y sus “lunares”; Comisiones van y comisiones vienen para que todo siga igual; Nadie está a salvo; Un cuento que parece no tener fin: la UNAM

La justicia mexicana y sus “lunares”

El tema de la justicia en México parece sacado de un cuento “tenebroso”. No es posible que a un delincuente como el famoso “Lunares” lo encierren y a los pocos días, salga de prisión porque en la averiguación su expediente estuvo mal integrado. Podemos estar de acuerdo que los papeles los hicieron mal, pero que de ahí se deduzca que pueda quedar en libertad siendo un delincuente como es y con un historial negro en su haber, da mucho que decir de nuestra justicia. La juez que lo liberó dijo que no era culpa suya que le entregaran mal la averiguación y que la ley la obligaba a dejarlo en libertad por tal motivo. Nos preguntamos, ¿la realidad está por debajo de la ley? La ley está hecha por humanos y la realidad se da y es certeza de hechos. Este señor, el “Lunares”, todo el mundo sabía que era un delincuente y que sobre sus espaldas se cargaban diferentes delitos. Entonces, ¿de qué sirven las buenas palabras de nuestro Presidente de que la situación va a cambiar si los delincuentes salen de la cárcel porque sus expedientes están mal integrados?  No. Así vamos poco lejos y, al contrario, habrá más delincuencia y lo peor del caso que nadie estaremos exentos de ella. La solución es otra. Está en aplicar el Estado de Derecho y reformar en profundidad la justicia, no en la línea que querían algunos de la 4T coartando las libertades ciudadanas, sino castigando a los delincuentes con leyes más severas y con la reparación del daño que han causado a las víctimas o la nación.

Comisiones van y comisiones vienen para que todo siga igual

Resulta que ahora en el Senado de la República hay una iniciativa para que se constituya una Comisión independiente para que se investiguen los casos de pederastia en la Iglesia, claro que no sabemos si solo en la Iglesia católica o en otras Iglesias. Lo curioso es que solo se habla de la Iglesia, en clara referencia a la católica. Y no lo decimos porque profesemos esta religión, no es el caso. Es cierto que los casos de pederastia resuenan más en una Iglesia que en la sociedad civil. Pero no debemos olvidar que la pederastia, en porcentaje, se da mayormente en los círculos familiares. Normalmente no se denunciar estos casos. En segundo lugar, se presenta en los centros educativos. En un tercer lugar aparecen las Iglesias y las Organizaciones de la Sociedad Civil. Si esta Comisión que pretende crear el senador Martínez  está enfocada únicamente a desprestigiar a la Iglesia católica, de seguro que lo consigue. Pero sería una injusticia del tamaño del mundo. No se puede justificar ningún caso de pederastia y menos en las Iglesias que predican la moral y la buena conducta. Desgraciadamente tenemos un caso tan notable que ha manchado a todo México, nos referimos a Marcial Maciel, fundador de los Legionarios y el mayor pederasta de la humanidad. Señores Senadores, sean justos y no busquen únicamente desacreditar más a una Institución que por hoy por hoy es la única que ha puesto medidas radicales al tema. Mejor será crear campañas de concientización en las familias y centros educativos para que se tome conciencia de una realidad que lastima, tanto a las víctimas como a las familias que lo padecen.

Nadie está a salvo

Y no nos referimos al tema del coronavirus que cada día se cobra más muertos y los contagiados más. A Dios gracias, parece que en México no nos ha tocado todavía, pero tampoco estamos a salvo de que pronto nos puede llegara de aquí o de allá. Aunque dice el Sr. Trump, que todo lo sabe, que en abril, con el cambio de temperatura, pronto se morirá el dicho virus. Si por eso fuera, con el calor que tenemos estos días en el centro de México, nunca nos llegará, eso queremos y esperamos. Pero no crean que únicamente nos referimos al coronavirus. Hoy hacemos referencia a otro mal que está de moda: la traición. Parece que cada quien, lo que busca es salvar, como dicen por ahí, “salvar su pellejo”. La traición se da en todos los ámbitos de la sociedad, pero más en el ámbito político y económico. Con el cambio de “régimen”, quien más quien menos, los que pertenecían a un color partidista, sea cual fuera, buscaron la manera de congraciarse con el gobierno de turno y de paso, si se presentaba la oportunidad para quedar bien, traicionar a un compañero que en otros tiempos, hasta se consideraron amigos. Terrible realidad. Pero lo estamos viendo día con día en casos muy cercanos que en momento perjuraron y juraron que “nunca” cometerían semejante atrocidad. Seamos coherentes en la vida y vale más una amistad que “mil” promesas que nunca sabes si te las van a cumplir.

Un cuento que parece no tener fin: la UNAM

En los último días, semanas, meses… y lo que vendrá, no dejamos de escuchar noticias sobre la casa de estudios más prominente de nuestro país. Todos hablamos de la “mano negra”, incluso el Presidente se refirió con esa expresión para decir que detrás de las marchas, de las tomas de  los planteles y de la violencia que se ha manifestado, hay intereses mezquinos que se necesitan, dio, “lamparearlos”. Es decir, sacarlos a la luz y decir la verdad del por qué tanta violencia. Nos preguntamos, si lo saben, ¿por qué no lo dicen? ¿Razones de Estado? ¿Tapadera política? En fin, no sabemos, pero lo que sí sabemos que detrás de estos disturbios hay intereses muy particulares. Las autoridades de la UNAM han buscado a los paristas para dialogar y conjuntamente encontrar soluciones a las demandas, entre otras, la violencia de género. Sin embargo, no hay forma de llegar a una solución. Según nos informan el grupo de inconformes es pequeño, pero lo suficiente fuerte para generar violencia. Deducimos que detrás están personas y grupos de interés que solo buscan tumbar al Rector y con ello poner a alguien a su antojo. No se vale. La normatividad hay que cumplirla y seguir los pasos para una sana convivencia. Como dice el Presidente, desenmascaremos a esas personas que solo buscan desestabilizar.