En la columna El Cenote Sagrado del 12 de febrero: La inflación “partidaria
En la columna El Cenote Sagrado del 12 de febrero: La inflación “partidaria"; La sensatez del senador Ricardo Monreal; Nunca falta algún “prietito” en el arroz

La  inflación “partidaria”

Nos enteramos que más de catorce partidos podrían participar en las elecciones legislativas del próximo año. Una “inflación” notable. Si con los partidos actuales ya no sabemos qué hacer, ahora con siete más, será una torre de “Babel” en el siguiente Congreso de la Unión. Atomizar la política siempre trae grandes réditos al partido en el poder. Parece que las estrategias de Morena van en ese sentido. Si bien el desgaste de gobernar lleva al partido gobernante a perder votantes, el hecho de haber una dispersión a la hora de elegir, de nueva cuenta y con las alianzas que se puedan hacer, Morena podría gobernar sin problema y con una amplia mayoría. Aunado a esto, con la renovación de los consejeros del INE, cuatro en total, podría cambiar el panorama  en esa Institución. Es verdad que los que gobiernan quieren tener, además de las mayorías en las Cámaras, también controlar otros órganos que les favorezcan en la gestión de sus planes. Sin embargo, una democracia  se mide por el equilibrio de fuerzas en el Congreso y en las mismas Instituciones. Lo que menos queremos los ciudadanos es volver a formas de gobierno pasadas que, si en aquellos tiempos, dieron resultados, hoy las cosas han cambiado y el mundo también. En México necesitamos mayor conciencia y participación ciudadana en los asuntos públicos, sin dejarnos llevar por el sentimentalismo y las buenas intenciones.

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La sensatez del senador Ricardo Monreal

Ayer comentábamos en esta columna que el senador Germán Martínez y  Malú Micher pretendían crear una  Comisión independiente  en el Senado para investigar los casos de pederastia en la Iglesia. También hacíamos el comentario que a veces, las Comisiones son más bien de papel que reales porque no tienen un carácter jurídico que pueda avalar sus propios informes que, también y en la mayoría de los casos, tienen un sesgo interesado de acuerdo a quien las integra. Todo esto viene al caso porque hoy el senador Monreal con palabras muy sensatas dijo que el “Senado tiene que ser un ente de conciliación y encuentro”. Y agregó: “El Senado tiene que ser un órgano de justicia no de persecución”. Además siguió diciendo que “no abriría frentes al mismo tiempo con la Iglesia con medios de comunicación, con asociaciones religiosas, con empresarios, con ex trabajadores, con organizaciones sociales, no”. A veces, el protagonismo nos gana. Quiero pensar que estos dos Senadores, a falta de reflectores, buscan incursionar en un tema que es muy sensible  en el ambiente social. Es cierto que la pederastia es una lacra que ha dañado a la Iglesia católica, pero poco se dice de la pederastia en otros ámbitos de la sociedad. Si alguna Institución ha puesto medidas correctivas a este flagelo, ha sido la Iglesia católica. Las leyes civiles son muy claras y hoy nadie que sea denunciado queda sin hacerle justicia. De hecho, hay varios ex sacerdotes cumpliendo sentencia por haber cometido abusos. De crear comisiones, que se cree una para prevenir el abuso sexual en menores.

Nunca falta algún “prietito” en el arroz

Y hablando de los temas de pederastia, nos llega la noticia que un sacerdote católico, el P. Richard Bucci de Rhode Island, en Estados Unidos, en declaraciones, ha dicho que “la pedofilia no mata a nadie, pero el aborto sí”. Este sacerdote de 72 años, y no lo justificamos por su edad, ha dicho una gran tontería y parece que no se ha percatado del problema que significa el abuso infantil. Matar los sueños de los infantes, no tiene “perdón”. Es una crueldad y aunque no nos toca juzgar a nadie, sí protestar ante informaciones de este tipo. En su entrevista el sacerdote dijo que más niños han sido asesinados por abortos que por delitos sexuales. La comparación sobra y son temas completamente diferentes y como tales deben ser tratados en sus respectivos contextos. Las críticas en las redes sociales no se han hecho esperar y los insultos hacia esos comentarios muestran el enojo de los que escucharon o leyeron semejantes barbaridades. A veces el protagonismo nos gana y cuando nos ponen un micrófono delante somos capaces de decir locuras. Como las que dijo este sacerdote al hablar del tema. Como decíamos más arriba, no justificamos su edad, pero debería estar más informado el “padrecito” para no meter la “pata” como lo ha hecho en este caso. Creemos que si hubiera escuchado a muchas víctimas, su opinión sería diferente. De ahí que debemos cuidar, cuando hablamos sobre temas tan delicados, el lenguaje, con el fin de no herir sentimientos muy reales de personas que han vivido muy de cerca experiencias dolorosas, como puede ser el abuso sexual