En la columna El Cenote Sagrado del 14 de abril de 2020: Siguen las protestas de los médicos y personal sanitario; Condusef informa; El que “marcha” se salva; Las iglesias también ayudan
En la columna El Cenote Sagrado del 14 de abril de 2020: Siguen las protestas de los médicos y personal sanitario; Condusef informa; El que “marcha” se salva; Las iglesias también ayudan

Condusef informa

Hoy más que nunca hay que estar a  las “vivas” contra los que se creen “vivos”.  Muchos hemos recibido llamadas a nuestros teléfonos celulares donde nos ofrecen todo tipo créditos y otras prebendas. Muchas personas caen en la trampa y como “inocentes palomitas” se dejan llevar por esos cantos de sirena con el fin de tener unos dineritos  extra. La verdad que es lamentable que sucedan estos hechos, pero también hay que hacer notar que nuestra condición humana nos lleva a ser ventajistas y a veces la ambición nos gana. Los bancos no se cansan de enviar información de que no demos detalles de nuestras cuentas a personas ajenas a las entidades bancarias. Sin embargo, no sabemos si cuando nos hablan nos agarran en nuestros “cinco minutos” de “emoción” y ahí vamos al precipicio del saqueo de nuestros pequeños ahorros. Después vamos con los ejecutivos de los bancos para reclamar el robo que nos acaban de hacer. Y claro, los bancos no se hacen responsables de nuestra irresponsabilidad. En definitiva, lo que tenemos que hacer es cuidarnos y sospechar de cualquier oferta que nos hagan por vía telefónica.

El que “marcha” se salva

Ya nos hemos referido en esta columna a las marchas en la ciudad de México. Ni con la pandemia y el miedo que nos meten, la gente se espanta. Claro que, el hambre no hace esperar. Cuando no son unos, son otros. Ayer los de las ferias; el otro día, los de los tianguis y, así un “rosario” de manifestaciones que nunca sabemos para cuándo se terminarán. Es verdad que somos un pueblo de comerciantes. Todo se vende y todo se compra en este país. Los tianguis pululan por doquier. No hay colonia “clasemediera” que no tenga un tianguis semanal. Es el lugar de reunión, del chisme, de los saludos, de enterarnos de lo que pasa con los vecinos que nunca los vemos. En fin, si desaparecen los tianguis, desaparece una parte del México popular. Nos solidarizamos con ellos. Porque estas familias que toda su vida se han dedicado a esto, sería muy difícil para ellas incorporarse a otro tipo de actividad. De ahí que protesten y se manifiesten contra la autoridad para exigir soluciones al cierre de su forma de sobrevivir. La autoridad les ofrece créditos de 5 y 15 mil pesos. Pero, ¿de qué sirven si no hay comercio en el día a día? La solución no es fácil, pero remedios sí se pueden encontrar, solo se necesita buena voluntad.

Las iglesias también ayudan

En nuestro México siempre se ha visto a la Iglesia, principalmente a la católica como un “poder tras el poder”, y por si fuera poco, también se le acusa de ser rica y poderosa. Incluso hay voces que dicen que no hace nada por los pobres. La verdad que la Iglesia católica y seguro que, otras Iglesias cristianas, hacen mucho más de lo que se muestra en los medios. Las Iglesias no quieren ser protagónicas, tal vez por aquella frase del Evangelio que dice: “lo que da tu mano derecha que no lo sepa tu mano izquierda”. Pero el trabajo social y las ayudas que muchas, muchas, iglesias hacen dando diario raciones de comida a la gente de “calle” y gente sin hogar, es valiosísima. Tal es el ejemplo de la parroquia de la Santa Cruz y la Soledad en el centro de la ciudad que hoy reparten más de 500 comidas al día. Valdría la pena hacer un inventario de todas las ayudas que proporcionan las diferentes denominaciones religiosas para callar la boca a los “bocones” y, que no son pocos. Hoy que las Iglesias han sido cerradas al culto y que los fieles no aportan sus limosnas a la Iglesia del lugar, sabemos que muchos sacerdotes la están pasando mal para salir con los gastos del sacristán y secretaria. Seamos solidarios según nuestras posibilidades.

Siguen las protestas de los médicos y personal sanitario

No dejamos de dar nota, incluso internacional. Los médicos, enfermeras y personal de hospitales protestan porque no se les proporciona insumos para protegerse del contagio al estar expuestos con los contagiados del covid-19. Pero las autoridades dicen lo contrario. ¿Quién los entiende? Claro que ofrecerles unas mascarillas y otros instrumentos no quiere decir que con eso estén protegidos. El personal de hospitales dicen que lo que les dan, no les protege. Se entiende porque este gobierno con tal de ahorrar, hasta el papel de baño les regatea. Así no se puede trabajar. Está bien que sean héroes nuestros médicos y enfermeras, pero a los  “soldados” no se les manda a la guerra sin fusil y sin balas. Para colmo del asunto, el gobernador de Baja California que quiere seguir gobernando por más tiempo, cuando la elección fue por dos años, sale diciendo que los médicos del IMSS caen como moscas. ¡Ay que ser bruto! Parece que este Señor no tiene el mínimo sentido del pudor al hablar de esta manera. ¿Dónde queda el respeto a estos hombres y mujeres que dan lo mejor que tienen y exponen sus vidas para salvar vidas? Seamos respetuosos de los que cuidan nuestra salud.