En la columna El Cenote Sagrado del 19 de febrero: La clave: los ciudadanos; Ciudad de México: caos y desorden; Noticias y sus medios; El Vaticano y los cateos. Foto: Lansbricae - Flickr, Vaticano, CC BY-SA 2.0
En la columna El Cenote Sagrado del 19 de febrero: La clave: los ciudadanos; Ciudad de México: caos y desorden; Noticias y sus medios; El Vaticano y los cateos. Foto: Lansbricae - Flickr, Vaticano, CC BY-SA 2.0

La clave: los ciudadanos

Nuestra Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, en un Twitter  nos viene a decir que gracias a la información proporcionada por los ciudadanos lograron determinar la identidad de la presunta responsable de sustraer a Fátima, así como un domicilio en la alcaldía de Xochimilco. Entonces, resulta que son los ciudadanos los que tienen la clave para identificar a los delincuentes y con ello, la autoridad puede proceder a investigar y en su caso, arrestar a los que han cometido algún delito. La verdad que nos da risa. Con el “aparato” que tiene la Fiscalía y con los instrumentos que cuenta, ¿no son capaces de hacer una investigación seria para arrestar al que ha delinquido? Una vez más, tienen que ser los ciudadanos los que den las pistas para que los policías más tarde presuman  de haber descubierto las “guaridas” de los pillos. El caso de Fátima e Ingrid, nos conmovió a todos y nadie dudó en dar lo mejor de sí para esclarecer el horrendo crimen de una niña. Sin embargo, como ciudadanos tenemos, miedo, mejor dicho, pánico en pisar una Procuraduría, bueno ahora, Fiscalías. Además de tenerte horas en espera, el martirio de la declaración es infame. Queremos colaborar, pero luego nos complican la vida haciéndonos presentar en diferentes ocasiones y por eso la gente no quiere dar información para que no le compliquen la vida. Sra. Sheinbaum, ahí tiene la clave. Las denuncias anónimas no funcionan porque al final te hacen testigo a fuerzas. Que sean de verdad denuncias anónimas y la delincuencia disminuirá. Detrás de cada ventana, puerta… siempre hay unos ojos que miran lo que pasa fuera. Pero esos ojos se deben cuidar para no cegarlos.

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Ciudad de México: caos y desorden

Nos han anunciado tanto las marchas de este día que parece que nos están diciendo que no salgamos de la casa porque nunca llegaremos a ninguna parte. Los transportistas y los taxistas, una ve más, quieren bloquear los principales accesos a la ciudad para que les hagan caso en la petición de sus demandas. Esto viene ocurriendo de tiempo atrás. Mesas de trabajo van y mesas de trabajo vienen, pero, como diría Mausán, “Nadie hace nada”. Los transportistas piden seguridad y aumento del pasaje, las autoridades no están de acuerdo porque dicen perjudica a los usuarios. Los usuarios piden mejor servicio y entre unos y otros, se echan la “bolita” y mientas los ciudadanos de a pie, sufrimos las consecuencias. Señores del transporte y autoridades, pónganse a trabajar y que sea un debate donde incluyan a la ciudadanía, porque también los ciudadanos podemos aportar y ayudar a destrabar el conflicto. Nadie queremos “caos y desorden” porque, si de por sí, en esta ciudad capital, bastantes conflictos tenemos, no nos pongan a sufrir que con lo que vivimos a diario, nos sobra. Según información de última hora, la mayoría de las marchas se han cancelado. Será un alivio. Aunque algunos todavía, no conformes, marcharán y habrá conflictos de tránsito en diferentes puntos de la ciudad.

Noticias y sus medios

Hoy más que nunca podemos tener tanto acceso a la información que transcurre en cualquier latitud del mundo, que cada vez menos le damos importancia a la misma. Los noticieros nos atiborran de noticias, las webs nos llenan de información… pero, ¿qué información? Un porcentaje alto de las noticias que nos lleguen están relacionadas con homicidios, feminicidios, asaltos, robos… y un sinfín de noticias negativas que si nos dejamos llevar por los hechos que vemos y escuchamos, no tendríamos ganas de salir de casa. Dicen los mismos medios que la “sangre vende”. Es cierto. Nada más hay que ver en los puestos de periódicos. La mayoría paramos nuestra mirada en las fotos de prensa donde aparece un decapitado, estrangulado y cualquier otra forma de masacre anunciada. Las noticias buenas, dulces, esas no interesan. Estamos seguros que hay más bondad y misericordia en el mundo que maldad. Es necesario que nos eduquemos y veamos la realidad con otros ojos que no sean los de la violencia. Dice el dicho que la violencia, crea violencia. Es una verdad de “perogullo”. Pero tenemos que romper ese círculo y como ciudadanos estar alertas para que no caigamos en el oscurantismo y los malos augurios.

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El Vaticano y los cateos

Lo nunca antes visto. Desde tiempo atrás, en la Secretaría de Estado, en el Vaticano comenzaron a encontrar indicios de corrupción y otras malas acciones que, si bien todavía no han llegado a su fin, están en un proceso de investigación.  Nos llega la noticia que Mons. Alberto Perlasca ex encargado administrativo de la secretaría de Estado, está siendo investigado y que su oficina y domicilio fue cateado por el promotor de  Justicia vaticano, Gian Piero Milano. Algunos clérigos vaticanos de esta Secretaría fueron cesados por la compra venta de operaciones inmobiliarias, incluido una edificio en Londres por casi 200 millones de euros. Parece que este caso, salpica al mismísimo cardenal Becciu, lo cual negó rotundamente. Escuchar esto y otros casos en ambientes profanos, no nos extraña, pero que suceda en el mismo corazón de la Iglesia, duele. Ahora entendemos más el porqué tanta oposición al Papa Francisco que desde llegó a la “Sede de Pedro” se ha empeñado en transparentar lo que ahí sucede, aún con la oposición de los curiales e interesados en que nada se sepa de las “tranzas” que estos pillos hacen. Es una vergüenza y merece todo ello un castigo ejemplar. El testimonio de estos clérigos es nefasto. Apoyemos al Santo Padre para que siga con ímpetu y empeño en sacar adelante las reformas que la Iglesia necesita para hacer de ella la fiel seguidora de las enseñanzas de Jesús.