Números que no cuadran
Aunque ya nos hemos referido indirectamente a este tema de los cifras que nos dan las autoridades en relación al número de muertes e infectados, hoy llama la atención que la organización Mexicanos contra la Corrupción nos dan unos datos que nos dejan “boquiabiertos”. Solamente en la ciudad de México, de acuerdo con el registro de actas de defunción, nos dicen que son más de 4500. Tres veces más de lo que las autoridades nos informan. Claro que no es de extrañar porque la norma que utilizan para la medición no cumple los estándares que los organismos internacionales demandan. En pocas palabras, nos mienten. No sabemos cuál es la intención de mentir a la gente. Tal vez no quieren que entren en pánico o, dar la impresión a nivel mundial que aquí se tiene todo controlado. Sea lo que sea, no deja de ser cuestionada esta forma de actuar de la autoridad. Ya no son los tiempos donde lo que decía el Presidente de turno se acataba como única verdad. Hoy, tanto los medios como la misma sociedad tiene herramientas y modos para informarse de lo que pasa en el día a día. Las “benditas” redes sociales y otros canales de información, no nos dejan al descubierto nada de lo que sucede a nuestro alrededor. Señores gobernantes, no somos niños a los que se le puede mentir con facilidad por su inocencia. Somos ciudadanos que necesitan creer en sus autoridades, no con mentiras sino con hechos y verdades.
Veracruz nos da la nota
Nos llega la información que en el Estado de Veracruz se levantó el “estado veda al alcohol”. ¿Qué pasó? La autoridad cree que todos los conflictos que suceden a su alrededor se deben, entre otras causas, al las bebidas alcohólicas. Lo más sencillo, entonces, es prohibir su venta. Eso pasó en Veracruz y algún otro Estado de la República. Tan pronto como se levantó la prohibición, se formaron largas colas en los establecimientos donde se podía conseguir el elixir de la felicidad. Parece que las autoridades tienen corta la mente. Primero que la gente se quede en casa y luego la dejan sin tomar alcohol y cuando nos referimos al alcohol, hacemos referencia principalmente a la cerveza del que se tiene un gran consumo nacional. Para colmo del caso, a las cerveceras les prohibieron también la producción. ¿A dónde vamos a llegar? Las autoridades argumentan que el alcohol genera violencia. No se percatan que más violencia produce en aquellos que no desean tomar y no tienen a dónde acudir. Ahí dejamos a los psicólogos que analicen estos fenómenos, pero la realidad no deja dudas. Gente comprando todo lo que le permitían comprar en caso de volver a prohibir su venta. De nueva cuenta estamos en un mundo poco comprensible donde a los adultos nos tratan como niños y a los niños como adultos.
López-Gatell, hasta en la sopa
No hay día, hora, minuto que no veamos a este Señor en las pantallas de la televisión, del teléfono, del Ipad y cuánto medio transmita alguna información. Cada vez más se escucha la expresión: “otra vez López-Gatell. Y sí, así es. Lo cierto que ya produce cierto cansancio en las familias y en la misma gente. En la mañana con el Presidente, en la tarde con las cifras. Los noticieros de la mañana nos inundan con su “cándida imagen” de hombre “salvador” de México. Al mediodía otro tanto y qué decir de la noche. Por eso no nos ha de extrañar que alguien pusiera un amparo contra la rueda de prensa que cada día en Palacio Nacional sale a dar este hombre. Era lógico que los jueces no le dieran entrada a esta demanda, pero, ahí quedó. Fue una muestra del hartazgo y de las mentiras que ya no queremos escuchar más. Como acabamos de decir, nos mienten como si fuéramos niños de kínder. Cuando se pierde la confianza en los informantes, se pierde el interés por las noticias. Claro está que, esto puede tener serias consecuencias porque ante un problema más grave, pocos o nadie les creerá.
Los cien años de Juan Pablo II
La pandemia del coronavirus eclipsó un poco este aniversario que, de otro modo, hubiera tenido más resonancia en los medios, no solo eclesiásticos, sino también del mundo profano. Cien años de su nacimiento, de un hombre que según muchos medios trajo un cambio de rumbo en la humanidad. Casi todos hacen coincidir que la caída del Muro de Berlín y el desmembramiento de la Unión Soviética, fue principalmente su causante. Es cierto que los regímenes socialistas también estaban llegando a su fin, pero se necesitaba un pequeño “empujón” para que se vinieran al suelo. Si influyó Juan Pablo II o no, eso lo dejaremos para los historiadores y sociólogos. Pero que fue un hombre de mucha influencia en el mundo, de eso no nos cabe la menor duda. Su obra, sus incansables viajes, su firmeza y tesón, quedan como ejemplo de una persona que dejó una huella en la historia de la humanidad. Las comparaciones son odiosas, pero la Iglesia en cada momento ha tenido los líderes que ha necesitado, como lo está teniendo ahora el papa Francisco.
