En la columna El Cenote Sagrado del 23 de junio de 2020: Violencia que no para; De qué sirve madrugar; Incongruencia de algunos servidores públicos. Foto:Redes sociales
En la columna El Cenote Sagrado del 23 de junio de 2020: Violencia que no para; De qué sirve madrugar; Incongruencia de algunos servidores públicos. Foto:Redes sociales

Violencia que no para

El fin de semana pasado fue de los más violentos que hemos visto recientemente allá en el Centro del país, concretamente en el estado de Guanajuato. Las escenas de violencia fueron inéditas y aquello parecía una guerra sin fin. Todo tenía que ver con la persecución  y luego fuga de José Antonio Yépez Ortiz, alias  el “Marro”. Tras varias escaramuzas, fueron detenidas tres mujeres: la mamá del susodicho, una hermana y al parecer la novia del tal Marro, otros dicen que su prima. Según información, estas mujeres eran lo operadoras de la economía del este cártel, conocido con el nombre de Santa Rosa de Lima. Las fechorías de este grupo no dejan de ser alarmantes: trasiego de hidrocarburos, distribución de droga, extorsiones por doquier…Y para colmo, una lucha encarnizada con el cártel “Jalisco Nueva Generación” por el control de la plaza. Todo ello con la consiguiente zozobra de la población que se ve metida entre dos fuegos. La pregunta que todos nos hacemos es ¿qué hace la Guardia Nacional? Tanta euforia y expectativa que creó entre la población  ese cuerpo policiaco como solución a la violencia que vivimos y hasta ahora, poco o nada se ha notado su presencia de los lugares más conflictivos de la República.  Parce ser más de lo mismo. Ya cansa oír que las anteriores administraciones fueron negligentes con los grupos delictivos y permitieron que los policías se corrompieran al recibir dádivas de los malhechores. Lo hemos dicho y lo seguiremos repitiendo. Ya no hay excusa que valga para no actuar contra los violentos. Algo anda mal  y no se afronta el problema en su sana dimensión. La violencia comienza en una mismo, en la familia, en el trabajo… y de ahí, brinca a la comunidad. De ahí que se necesiten políticas públicas más aterrizadas en los problemas y retos que se presentan a la sociedad actual. De todos es sabido que el que se justifica es porque no se responsabiliza.

De qué sirve madrugar

Pareciera que nuestro Presidente ya dio el banderazo de salida de cara al proceso electoral del año que viene y, de ahí, para el  24. Ya se desataron “los demonios”, no del “Edén”, como un conocido libro, sino las “luchas fratricidas” entre los diferentes grupos políticos. Más de uno concuerda que el zafarrancho que se armó en Jalisco con el Gobernador Alfaro por la muerte de un joven a manos de la policía, tenía como objetivo posicionarlo a nivel nacional como hombre fuerte que podría aglutinar a la oposición de cara al proceso electoral del año 24. Al menos por ahora, todo quedó en eso. Un conflicto donde hubo manifestaciones en  la ciudad de Guadalajara  y otros puntos del Estado. Mientras, se afilan los “cuchillos “ para la siguientes peleas que no serán nada fáciles. Pero las cosas no paran ahí. También en la capital del país hubo manifestaciones en apoyo de George Floyd, muerto por un policía en EE.UU. Nadie duda que detrás de estas manifestaciones hay intereses de grupos muy particulares. Dentro del partido gobernante hay muchos intereses de grupos que buscan posicionarse ya de cara a los próximos procesos electorales. No nos cabe la menor duda que cada uno de estos grupos tiene sus “gallos” o puede ser que “gallinas”, por lo de ser mujer, no por otra cosa. Por mencionar algunos personajes ahí van estos nombres que ya suenan de aquí para allá. Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de esta capital; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; la muy reciente y sobresaliente en las noticias, Irma Erendida Sandoval, Secretaria de la Función Pública y, claro, no podía faltar alguien que ha operado con mucho tino, problemas delicados que le han brincado al Presidente, este hombre es Ricardo Monreal al que ya nos hemos referido en otras ocasiones.  Todos ellos dignos de “aplauso”, sin embargo, como dice el refrán: “No por mucho madrugar, amanece más temprano”. Lo que no se vale que por buscar  posicionarse, dejen de hacer su “chamba” en bien de la ciudadanía. O la “chamba” que hagan, vaya de detrimento de personas honorables que ven ensuciado su nombre por intereses personales y mezquinos.

Incongruencia de algunos servidores públicos

Desde el cambio de administración, ya casi dos años, hemos visto muchas acciones y proyectos del nuevo gobierno. Unos loables y otros no tanto. Este gobierno, desde que llegó, no se ha cansado de repetir hasta la saciedad que por culpa de la administración anterior, léase, Peña Nieto o, incluso yéndose más atrás, culpando a Fox, Calderón y al ya mencionado Peña, no han podido poner en orden a este país que, según ellos, le dejaron “patas para arriba”, como bien dice el dicho popular. Enumerar los errores que se han cometido, nos llevaría tiempo y papel. Muchos ya lo han hecho y, por cierto, con gran acierto. Lo que llama la atención a propios y extraños es que esta administración no aguanta una crítica por insignificante que sea. Cuando fueron oposición criticaron hasta donde se podía y más. Hoy, en el gobierno, no admiten que se les cuestione en lo más mínimo. Toda acción de gobierno es criticable en sí y eso deben  saberlo los que se meten a gobernar. A nadie se le puede dar gusto con lo que se hace. Sin embargo, también se debe tener la madurez suficiente para aceptar las críticas. Los que gobiernan deben saber que una buena oposición, les ayuda a ser un buen gobierno. No olvidemos que los adversarios nos hacen ver donde fallamos o, mejor dicho, los puntos débiles. De ahí que nos tengamos que aplicar si no queremos que nos critiquen. Pues, los gobernantes actuales no parecen entender esto. El Presidente, no hay una “mañanera” que no nos salga con alguna crítica a sus adversarios. Lo mismo pasó recientemente con la secretaria de la Función Pública con un artículo publicado donde se le señala tener ciertas propiedades mientras desde sus oficinas se persigue a sus detractores. El que acusa debe presentar pruebas y el acusado, defenderse. La justicia decidirá quién tiene razón y en caso que uno salga culpable, pagar la pena que se le imponga. Unos y otros debemos ser congruentes. Un servidor público está para servir y no para servirse del puesto que ocupa.