Sra. Wallace y los secuestros

Si hay alguien que nos hable con la verdad, es Miranda de Wallace. Es una mujer que no tiene “pelos” en la lengua, es decir, que habla con hechos. Claro que, siempre hay  alguna “piedra en el zapato” y es ahí donde ella tiene una, no muy grande, la verdad sea dicha, pero que la hace caminar más rápido, pero sin detenerse. Esa “piedra”, que no la de la “ombudsperson” de Rosario Piedra, sino la de Ricardo Raphael que la acusa de mentirosa por lo del secuestro de su hijo. Pero la valentía de la Sra. Wallace lo pone en su sitio y ni “chistar”. ¿Qué interés tendrá Ricardo Raphael? ¿Será que alguien lo está coucheando? Es pregunta, nada más.

Noticia de risa

Parece que a los vigilantes o guardianes del Museo de Arte Moderno, su madre no los amamantó porque no recordarán, claro está, que un bebé cuando tiene hambre la única manera de llamar la atención es “llorar” para que le den su alimento. Y la mamá que estaba disfrutando del arte en el Museo, no dudó al llamado de su hija en sacar su pecho y darle la comida a su hijita. ¡Oh! ¡Gran escándalo de los guardianes del reglamento que según su interpretación no se deben consumir alimentos dentro del Museo. Preferirían los gritos de una bebé hambrienta que facilitarle un lugar donde saciar su hambre. ¿Qué será? ¿Actitud rigorista o problemas de conciencia? Dar de amamantar a una bebé en los tiempos que nos toca vivir, ya no nos causa rubor o problema moral. Tengamos amplitud de miras.

Violencia contra las mujeres

Por fin, nuestra Jefa de Gobierno tomó la  sabia decisión de “decretar la alerta de género” para proteger  a las mujeres que son agredidas física y moralmente. ¡Bravo Claudia! No se puede “tapar el sol con un dedo”. La realidad nos delata. Aquí en la CDMX, capital del Estado mexicano, como en otros muchos lugares de la República, hay feminicidios que no se pueden ocultar. Es cierto que la violencia contra la mujer, mayormente se enfoca al “abuso sexual” y otros tipos de violencia, pero no olvidemos también los feminicidios que, parece que cada vez aumentan más.  Necesitamos leyes  más severas y, claro está, justas y no puertas “giratorias” donde los delincuentes que han cometido estos actos de agresión salen con “la mano en la cintura” como si nada hubiera pasado. El tema, es de educación y la educación comienza en el seno de la familia. Mientras no se promulguen políticas públicas en bien de la familia, difícilmente erradicaremos la violencia. Los tiempos modernos que nos toca vivir hoy, parecen que van contra los valores tradicionales que hemos aprendido en la vida familiar. Destruir la familia, es destruir el núcleo de la sociedad y, todos somos responsables de esta debacle, nadie nos salvamos.

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El Papa Francisco y su viaje al Oriente

A su edad, el Papa Francisco es un hombre “incombustible”. Parece no cansarse a pesar de su avanzada edad. Claro está que hay jóvenes que parecen ancianos y ancianos, como el Papa que son jóvenes. La vejez y la juventud están en el corazón, en ninguna otra parte. Pero resulta curioso que algunos “criticones” para desacreditar el viaje del Francisco al Oriente, es decir, Tailandia y Japón, estén diciendo que no hubo multitudes a recibirlo, ni siquiera gente por dónde pasaba. “Bola de ignorantes”, les diría mi abuelita.  Los católicos en esos países son “las minorías de las minorías”. Los japoneses son poco expresivos si los comparamos con el mundo occidental. Bien dicen que las comparaciones son odiosas. Pero en ese micro  universo del catolicismo, los creyentes, sí son verdaderos hombres y mujeres de fe. Comprometidos hasta la médula, no hacen proselitismo y dan testimonio con su vida. Eso lo podemos decir los que hemos vivido en Japón por varios años. Así que amigos, dejen de criticar y pónganse a leer e informase más sobre las culturas que no conocemos y si no conocemos, no critiquemos.