En la columna El Cenote Sagrado del 28 de abril de 2020: ¿México se volvió protestante?; Nuestra Jefa de Gobierno y su dicho:
En la columna El Cenote Sagrado del 28 de abril de 2020: ¿México se volvió protestante?; Nuestra Jefa de Gobierno y su dicho: "No hagan política"; Colegiaturas en tiempos de pandemia

¿México se volvió protestante?

Así preguntaba una “abuelita” atrapada en un manifestación. Sí, protestas por todos lados y protestones muchos. El término “protestante” se aplica a aquellos que profesan una religión diferente a la católica. No hay día que no tengamos una manifestación en la ciudad. Cuando no son los médicos, son los transportistas, si no, los comerciantes del Centro. El “quédate en casa” les vale un comino. Hay que salir a protestar y no importa las advertencias de los contagios y cuanto miedo le puedan meter a la gente. Estos quieren reivindicar sus derechos y la mayoría de las veces, no sin razón. En el caso de los médicos del Hospital La Raza que se manifestaron ayer cortando la circulación en Vallejo, lo hacían para pedir materiales e insumos para poder trabajar en el hospital y así evitar los contagios de los enfermos que llegan con el “maldito” virus.  El número de contagios por parte de los médicos y personal asistente, no son pocos. Incluso, no son pocos los que han muerto. La dichosa pandemia nos trae locos a todos. En la Central de Abasto, son varios los contagiados y nuestra Jefa de Gobierno nos dice que no se cerrará. ¿Se imaginan el cierre de la Central de Abasto? Sería el caos y el desabasto para toda la ciudad y Valle de México. Algo anda mal y nuestros gobiernos, tanto Federal como local, no están haciendo las cosas bien y lo que se nota es una falta de planeación a todos lo niveles.

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Nuestra Jefa de Gobierno y su dicho: “No hagan política”

Parece que cada quien utiliza el término de “hacer política” a su antojo. No es de extrañar. Los políticos cuando no les conviene les acusan a sus opositores de hacer política con cualquier acontecimiento que suceda a su alrededor. En este caso concreto, nos referimos a la pandemia del coronavirus. Los gobernadores opositores acusan al gobierno federal de la poca planeación ante la pandemia, incluso, en su enojo han hecho un llamado a sentarse y revisar el pacto federal alegando que no es justo que Estados, como Nuevo León, de cada peso recaudado, solo reciba 17 centavos. Y así podríamos ir enumerando muchos otros casos. El asunto no es para menos. Es hacer justicia. De ahí que nuestra Jefa de Gobierno critique a los gobernadores que a su vez  levantan la voz en contra de las políticas que poco o nada les benefician. No se vale defender lo indefendible. Lo importante es sentarse a dialogar y ver el bien de la ciudadanía y no del partido al que representan. Si esta crisis nos va a costar mucho a todos, también de ella podremos aprender mucho. Nunca como antes se había visto una interacción entre gobierno y ciudadanía como lo estamos viendo ahora. A cualquier dicho de un gobernante que no vaya a tono con la realidad, las críticas no se hacen esperar en las redes sociales. AMLO bien lo sabe. Cada vez que dice un dislate, la ciudadanía se echa encima. Como cuando dijo que esta crisis nos había venido “como anillo al dedo”. No se puede utilizar el dolor de la gente para provecho e interés de uno mismo. “Hacer política” es ver y hacer el bien a los demás.

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Colegiaturas en tiempos de pandemia

Las escuelas solicitan a los padres que paguen las colegiaturas. Los padres alegan que sus hijos no asisten a clase y por tanto no deberían pagar. Los maestros asisten y asesoran a los alumnos vía internet con tareas y trabajos que deben resolver. En fin, estos son los alegatos que unos y otros ponen en la mesa sin llegar a un acuerdo en la mayoría de los casos. Es cierto que por las razones que venimos diciendo una y otra vez se suspendieron las clases y no se sabe cuándo se retomarán, aunque nuestro secretario de educación, Esteban Moctezuma dice que el primero de junio se reanudarán las clases en las escuelas. Mientras son “peras o manzanas”, los alegatos siguen. Se entiende que si la escuela despide a los maestros, será difícil reincorporarse de nuevo al trabajo una vez que autoricen la apertura de los planteles. Lo cierto es que todo esto parece causar mucho estrés a las familias y si no nos vamos a enfermar por el coronavirus, nos vamos a enfermar de locura. La sensatez, el diálogo y la concordia, serán las mejores medicinas que nos puedan calmar en estos momentos.