En la columna El Cenote Sagrado del 28 de mayo de 2020: Violencia que no cesa; Mal de muchos, consuelo de…; Resaltar males ajenos y tapar los de casa; Carlos de Foucauld será canonizado
En la columna El Cenote Sagrado del 28 de mayo de 2020: Violencia que no cesa; Mal de muchos, consuelo de…; Resaltar males ajenos y tapar los de casa; Carlos de Foucauld será canonizado

Violencia que no cesa

Parece que en la condición humana va innata la violencia. Alguien diría que somos violentos por naturaleza. Cuando hablamos de violencia, no nos referimos únicamente a lo que nos toca vivir en nuestro país donde en los últimos años han muerto más personas por la violencia física que las muertes que el mismo coronavirus está provocando. En el mundo entero hay muestras de violencia. Francia, Hong Kong, Chile y otras latitudes del planeta. Las razones pueden ser muchas, pero la causa principal se debe a la indignación de la gente por la marginación de grupos en una sociedad materialista y opulenta o bien, por reivindicaciones democráticas, incremento de los precios de la canasta básica, es decir, por la misma carestía de la vida y los salarios miserables de la clase obrera que nada alcanza para satisfacer las necesidades básicas. México no está ajeno a reclamos de muchos grupos de la sociedad que piden mayores oportunidades para desarrollar sus trabajos y tener una vida más digna. No hay día que no haya alguna manifestación en el Zócalo capitalino manifestándose y pidiendo alguna prebenda de la que antes disfrutaron. De no responder a sus demandas comienza el “estira y afloja” y al final, violencia. ¿Qué decir de la violencia doméstica? A ella nos hemos referido en más de una ocasión. Tampoco puede faltar la violencia de los grupos delictivos, léase, narcotráfico y otras organizaciones afines. En fin, la violencia es una espiral que nunca acaba, pero que nos destruye. No  es el momento de “moralizar”, pero sí, de hacer un alto y preguntarnos, ¿Qué tan violento soy yo? Fácilmente se ve la violencia en los demás, pero, la mía, ¿qué?. Hay muchas formas de hacer violencia, incluso con la mirada, el desprecio y por supuesto, con las palabras. Hagamos un alto en el camino para tomar conciencia de esta triste realidad.

Mal de muchos, consuelo de…

Dejar de hablar de Hugo López-Gatell es como si faltara el postre en una buena comida. No hay día que no nos deleite con alguna noticia que, por un lado nos sorprende y por otro, nos hace reír. Ayer compareció en la Permanente. Su comparecencia parece que no fue fácil. Le tundieron los legisladores “bien y tupido”. Pero él no se inmutó y salió cono una de esas que le gustan para salir del paso. Dijo antes Senadores que ningún país sabe cuántos casos de Covid-19 tiene porque no se han hecho las pruebas suficientes para saber si los que murieron, fue a causa del tan temido virus. Su argumento es que muchos mueren en casa y otros que llegan muy mal al hospital y  mueren en cuestión de horas y no hay tiempo de hacerles las pruebas correspondientes. Descartó que hay “negligencia” en el sector salud en México y rechazó incrementar el porcentaje de pruebas del que actualmente se aplica. En fin, que nunca sabremos la verdad de todo lo que pasa en los pasillos de Palacio porque debe de haber muchos intereses de por medio. La OMS dice una cosa y las autoridades locales hacen otra. No hay quien los entienda. Lo que sí saben hacer muy bien, es meter miedo y amedrentar a la gente con el “petate del muerto”.  La mejor cura para una enfermedad es la verdad. Muchos se han salvado de enfermedades incurables cuando les han dicho la cruda verdad. Con mentiras, justificaciones y simulaciones, poco lejos vamos a llegar. Somos expertos en “simular”. No permiten entrar a dos de  la misma familia en una tienda, pero si uno se pone en la fila para entrar y luego se junta con el otro dentro de la tienda, nadie te dice nada. ¿De quién es la responsabilidad? Dejemos los disimulos y aceptemos la realidad.

Resaltar males ajenos y tapar los de casa

Ya hemos comentado la “faena” del Sr. Trump contra las redes sociales. Parece que su furia fue en aumento en la medida que pasaban las horas. Adversarios y seguidores lo criticaron por su afán de controlar estos medios masivos de comunicación como son Twitter y Facebook.  Resulta que el mandatario está listo para tomar medidas que podrían provocar una serie de demandas contra estas redes y otros gigantes de las tecnologías de la comunicación, haciendo que el gobierno limite las “protecciones de responsabilidad” que gozan dichas plataformas. Es decir, que estas plataformas de comunicación tienen una protección legal para eliminar contenidos no verificados sin que puedan ser demandadas. Cuando el Sr. Trump critica a Twitter porque pone en duda uno de sus mensajes al decir que el voto por correo puede ser fraudulento, entonces arremete contra la plataforma. Esto no es honesto. Se olvida que las redes sociales lo llevaron a presidencia en 2016. Hoy está contra ellas porque no callan sus mentiras. Pero dejemos al Sr. Trump y vengamos a nuestro lugar, México. Los medios muy afines a la 4T han criticado esta acción del Presidente de EE.UU., pero, en otra dimensión, aquí estamos viviendo otro tanto. Cuando el Presidente de la 4T, no le gusta un comentario de la prensa, arremete contra la publicación descalificándola e incluso hasta mofándose de ella. También olvida AMLO que una buena parte de su triunfo se la debe a las redes sociales. El que critica, debe también aceptar las críticas. Legislar, como alguno piensa, para controlar, es el principio de una dictadura. Ojalá que no estemos en su antesala.

Carlos de Foucauld será canonizado

Que la Iglesia canonice a un santo más, para la mayoría de la gente poco le puede importar. ¡Son tantos los santos que han canonizado en las últimas décadas, que uno más, qué importa! Pero hay santos de santos. Si los suben a los altares, será por alguna causa especial. Ahora le toca a Carlos de Foucauld. Un santo fuera de lo común. No es el momento de entrar en su vida, pero de ser un hombre, prácticamente agnóstico y descreído, visitando en una ocasión Marruecos, se fijó en la  piedad de los musulmanes y su vida cambió radicalmente. Para los cristianos y no cristianos del Norte de África, Foucauld tiene un gran significado por su experiencia espiritual, su carisma, su amor a la tierra y a la gente de aquellas áridas regiones africanas. Para la Iglesia, su espiritualidad siempre será un ejemplo porque nos hizo ver que lo trascendente lo podemos vivir en cada momento de la vida, aún en las circunstancias más adversas. Ni qué decir de su trabajo por la fraternidad universal que tanto luchó, aceptar con alegría las cosas del vivir diario sin pretender grandes cosas. Pero hay algo que en estos tiempos de ruidos nos convendría muy bien saber: la necesidad de hacer silencio en nuestro corazón. Son muchas las enseñanzas que nos dejó hasta que fue asesinado por celos, envidias y rencores. Celebramos que un hombre de tanto amor a la vida y a las personas, hoy suba a los altares como testimonio de seguimiento de Jesús de Nazaret que también dio su vida para todos tengamos vida.