El Cenote Sagrado del 29 de enero: Ser periodista y su precio; Un libro, una “historia” y el descrédito; El torbellino del estado de Morelos; El Obispo Barron y la censura de las webs
El Cenote Sagrado del 29 de enero: Ser periodista y su precio; Un libro, una “historia” y el descrédito; El torbellino del estado de Morelos; El Obispo Barron y la censura de las webs

Ser periodista y su precio

Nos despertamos con la noticia que el periodista Sergio Aguayo había sido condenado a pagar diez millones de pesos al Sr. Humberto Moreria, ex gobernador de Coahuila y ex presidente de PRI en épocas de gloria y luego de decadencia de ese partido. Este periodista de larga carrea en el tema y bien conocido por su pensamiento crítico a temas sensibles de política social, había denunciado en una columna al Sr. Moreira cuando fue detenido en España  en 2016 por diferentes cargos, y entre ellos, el de corrupción. En una primera instancia judicial había logrado ganar y donde había sido respaldado por diversos organismos internacionales. El final de este caso no lo sabemos. Lo que sí queda claro es que este proceso será largo y finalmente será la Suprema Corte de Justicia la que tendrá la última decisión. Antes y ahora, los apoyos a Sergio Aguayo no se han hecho esperar, tanto nacionales como extranjeros. Por otro lado, los “aires no soplan muy a favor” para los comunicadores. En el Poder Legislativo dicen que preparan una reforma a la ley de medios para endurecer las penas por delitos de difamación y calumnia. La pregunta que nos hacemos ante esta realidad: ¿Quién define la difamación y calumnia? ¿Algunos de los Poderes: Judicial, Legislativo o el Ejecutivo? El tema no es fácil y dará mucho de qué hablar. Todos esperamos que la censura que algunos quieren imponer, no se haga realidad.

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Un libro, una “historia” y el descrédito

A los americanos, los del Norte, porque todos los que vivimos en América, somos americanos. Sí a ellos, a los del vecino país, les gusta el escándalo porque con él ganan más dinero. Resulta que una editorial en EU acaba de publicar un libro titulado American Dirt. Este libro parece que ha provocado mucha indignación en la comunidad latina. Esta novela narra la historia de una madre y su hija que son amenazadas por el narco y tienen que huir hacia EU. Allí se encuentran con todo tipo aventuras. Pero todo comienza en el bello puerto de Acapulco y termina en nuestro vecino del Norte. Las críticas no se han hecho esperar porque autora ni es migrante, ni mexicana. Ella misma lo ha confirmado en una entrevista. Pero la publicidad ya está hecha y no dudamos que será un “bestseller”. A los “gringos” les encantan las historias y más cuando crean polémica. No podemos juzgar dicho libro en su estilo y contenido porque no lo hemos leído, pero en justicia, cuando alguien escribe, debe tener en cuenta la sensibilidad de las personas y la cultura a la que hace referencia el escrito. El enojo de la Comunidad latina resulta de la poca sensibilidad a la que antes nos   hemos referido, además de las incongruencias, como ellos dicen que ahí se relatan. ¡Bienvenidos los autores que contribuyen a crear cultura y sensibilidad ante los problemas que vive la humanidad!

El torbellino del estado de Morelos

Morelos parece no salir del atolladero en el que se encuentra. Secuestros por acá y por allá. Motines en las cárceles y muertos dentro de los penales. Haciendo un recuento de daños, parece que el Estado que vio nacer a un héroe de la Revolución, no tiene fin en sus crisis y penas. Los gobiernos de turno le echan la culpa de todo a los anteriores. Se los persigue con tal de desviar la atención a los verdaderos problemas que vive la población. No dudamos de la capacidad de la autoridades para resolver los problemas, pero el que fuera estrella del América, hoy gobernador de Morelos,  parece que no tiene las riendas del Estado en sus manos. Hablando con los morelenses, todos se quejan de la inseguridad y los malos manejos de las fuerzas del orden. De ahí salió en días pasados la marcha para pedir justicia, paz y verdad, encabezada por el Sr. Sicilia y los LeBarón. Poco o nada se hace, solo llamar la atención y tomar conciencia de una realidad que vivimos los mexicanos y que no vemos para cuándo terminará esta pesadilla que no nos deja estar tranquilos. Como venimos diciendo, la inseguridad es problema de todos. Al Gobierno le toca dirigir la acción, a la ciudadanía participar, no como comparsas de la autoridad sino como sujetos del proyecto para erradicar la violencia de todo tipo.

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El Obispo Barron y la censura de las webs

El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Los Ángeles, California, ha concedido una entrevista  a un medio local pidiendo que los obispos en sus diócesis aprueben o rechacen públicamente las webs con orientación católica y que pululan en las redes sociales, es decir, una especie de “nihil obstat” que en los términos eclesiásticos se utiliza para dar la aprobación a los libros  de carácter religioso, en otras palabras, una censura eclesiástica a todo aquello que no guste al obispo del lugar. Las críticas no se han hecho esperar, tanto de un lado como de otro, nos referimos y para entendernos, a los así llamados “conservadores” y los “progresistas” dentro de la Institución eclesial. La verdad que no “comulgamos” con una idea como esta, aunque a veces, por lo que leemos en algunas webs, se pensaría que sería mejor que las censuraran. Sobre todo, cuando se insulta, se calumnia o difama a personas o Instituciones con el fin de desacreditar el trabajo que llevan a cabo. Estamos seguros que esta idea no va a prosperar, sin embargo cada obispo por su cargo, deberá velar por todo lo que lleve el nombre de “católico” ya que es un término que solo corresponde a la Iglesia católica y sus dirigentes, de ahí que deberá llevar su “sello”, es decir, su aprobación. Por encima de todo, está la libertad de expresión. Libertad que se debe ejercer con responsabilidad.