El baile de las cifras en las marchas del domingo

Ya lo habíamos anunciado, ahí está. Bien dice el refrán que cada quien “cuenta la feria como le va en ella”. Los morenistas hablan de cifras de más de 256 mil personas en el Zócalo de la capital. ¡Vamos! ¡Ni con un segundo piso! Ellos lo saben. Si es verdad que, como se dice popularmente “estaba a reventar”, o bien, como se dice en lenguaje taurino, ”hasta la bandera”, de eso no nos cabe la menor duda. Lo curioso es que el Presidente de la 4T no tuvo una palabra de acercamiento con sus opositores, a eso se le llama “soberbia”. Era la oportunidad de “oro” para tenderle la mano y no denostarlos con palabras de desprecio llamándoles “conservadores”. Sr. Presidente, ¿en qué quedamos? Usted mismo ha dicho que se vale disentir. Entonces tampoco se vale denostar. ¿No estamos en un país de libertades? Como bien dice Usted y, no se cansa de repetir. Por otro lado, la marcha “conservadora” que no “fifí”, aunque así la llaman los morenistas, nos dijeron las autoridades que ni siquiera habían llegado a ocho mil. Pues parece que necesitan lentes para ver bien, porque las calles por donde caminaron y, no eran chiquitas, parecían muchos más miles que lo que nos indican las cifras oficiales. No se vale mentir de ningún lado. Aceptar la verdad nos hace libres y no nos quita nada. ¡Aceptémosla!

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Los empresarios y el informe de la 4T

No cabe la menor duda que cuando alguien opina, lo hace desde donde se mueve y por los criterios que mueve, es decir, que todo es subjetivo. Los empresarios, los dueños del dinero, hacen un balance prácticamente negativo de lo que ha pasado en México en este primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Es verdad que no se pueden “echar las campanas al vuelo” en muchos rubros, como pueden ser la inseguridad, la economía, el empleo, la educación, etcétera, pero también es cierto que las formas de gobernar han cambiado y, queramos o no, tenemos que acostumbrarnos a ello. AMLO nos ha prometido que para el próximo año, 1 de diciembre de 2020, todo habrá cambiado. ¡Uh! ¡Qué susto! Porque para que cambie todo, tendrían que quitarnos a todos los mexicanos y mandarnos, de cerca, a la Luna o ya “de perdis” a Marte. Sres. Empresarios no se quejen tanto, aprendan a relacionarse con la nueva clase gobernante y “abran” sus carteras que, al fin, todos quedamos contentos, ustedes ganan y nosotros también. Como dirían ustedes, es “un ganar, ganar”.

La Iglesia y la cumbre del clima

Estos días se está llevando a cabo la Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático, la COP25, que en un principio estaba prevista que se realizara en Chile, pero se suspendió debido a las revueltas, principalmente de los estudiantes. Madrid tomó la estafeta y la Iglesia se hace presente a través de varios clérigos, entre ellos el segundo de abordo en el Vaticano, el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin. Sin embargo, bien ha dicho que el “Papa ha asumido el liderazgo mundial en la lucha por la ecología integral”. Pero no son todos los jerarcas de la Iglesia que comulgan con esta idea. ¿Será que no han leído los once primeros capítulos del libro del Génesis que nos hablan de la naturaleza y su cuidado? Por otro lado, algunos clérigos, incluso de nuestro México, lindo y querido, no dejan de criticar, algún que otro obispo que con “temor y temblor”, habla de apoyar al Papa en el cuidado de la Casa Común, como él suele decir. En la jerga popular les llamarían a estos criticones: conservadores, radicales, fascistas, inquisidores y todos los demás adjetivos adyacentes. Seamos sensatos y caminemos en una sola dirección buscando el bien de la gente y no el integrismo radical o el interés de unos pocos.

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El Cardenal Aguiar y sus curas

Ayer se llevó a cabo un retiro de Adviento para el presbiterio de la arquidiócesis de México. El P. Ricardo Valenzuela, rector de la Catedral metropolitana guió una linda liturgia de origen bizantino, teniendo como centro a María. Posteriormente el P. Julián Amozurrutia, dio una conferencia magistral en relación a María en el Adviento. Después de un largo receso, los curas pasaron al auditorio para que se les explicaran dos temas: sobre las finanzas y la seguridad social. Temas que han causado, cabe decir, desinformación y malestar. No sin cierta intriga que han ido metiendo mentes retorcidas y con intereses mezquinos. El Cardenal Aguiar explicó con acierto, el por qué implementaba dichos cambios y los beneficios que estos traerían al clero de la Arquidiócesis. Amplió el tema uno de los obispos auxiliares, Mons. Salvador González que con maestría y tesón dio la información requerida por los sacerdotes.
¡Oh, sorpresa! Lo que algunos habían previsto como una guerra sin fusil, resultó en todos los asistentes, que casi fue todo el clero de la arquidiócesis, un gran aplauso para el Cardenal y su proyecto. ¿Con qué saldrán ahora los criticones? ¿Dirán que fue una compra de aplausos? ¡Veamos al futuro y no nos quedemos encerrados en un pasado que nunca volverá!