¿Golpe?
La palabra “golpe” tiene muchos significados, según el contexto donde se exprese. Pero, que nuestro Presidente hable del tema y que cada vez resuena ese término en el espectro político, social, económico…, sí suena raro. Se habla de muchos escenarios, también de actores.
Menos mal que en esta ocasión no han metido a la Iglesia en esos “ajos”. La verdad que la Iglesia siempre ha estado y estará del lado de la democracia y de las Instituciones del Estado. Aunque siempre hay personas que quieren meter, como bien se dice, “los perros en danza”. ¡No invoquemos, lo que no queremos!
¡Mesianismos!
¡Que mal pensados son algunos! Al Presidente no lo dejan en paz. En días pasados, concretamente el 26 de octubre, AMLO, ante el grupo indígena mayo en Sonora, dijo que aunque lo critiquen por hacer cosas buenas por los pobres, también a Jesucristo lo criticaron por eso. De ahí se desprendió el así llamado “mesianismo” de Andrés Manuel López Obrador. Los “jacobinos” se exaltaron, los “persignados” se ruborizaron. ¡Uh! Diría uno que otro: “nada les parece bien”.
Nadie duda de las buenas intenciones de nuestro Presidente, pero alguien tendría que decirle que cuide el lenguaje, porque ningún lenguaje es neutral y siempre lleva un significado que a unos puede herir y a otros hacer reír.
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Derechos Humanos
Nadie se libra de las “pedradas”. Ahora le tocó a la CNDH. Si actúa mal y si no lo hace peor. Diría “Petronila”, ¿quién los entiende? Es cierto que esta Institución tiene muchas deudas con los ciudadanos y a veces mira de “reojo” según soplen los vientos del momento. Sin embargo y, a pesar de sus deficiencias, ha sido un organismo que ha ayudado a mucha gente haciéndole valer sus derechos que se vieron pisoteados. Criticar, sí, pero hacer propuestas ante las críticas es mejor. Porque… criticar no me compromete. Hacer propuestas serias y razonables, sí es un compromiso.
Cardenal Aguiar
Algo le tiene que haber calado en el Sínodo de la Amazonia del que acaba de regresar a nuestro Cardenal. Hoy en la Basílica de Guadalupe, concretamente en la misa de 12, que suele presidir y a partir del texto del evangelio de San Lucas donde Zaqueo que era de baja estatura y quería ver a Jesús, se sube a un árbol porque la gente le impedía verlo. Jesús mira hacia arriba y le dice a Zaqueo que baje enseguida porque tiene que hospedarse en su casa.
Raíz de esto, el Cardenal nos invita a encontrarnos con Jesús. Nos dice que no basta con rezar e ir a misa. Necesitamos encontrarlo en el prójimo, en el otro. Y haciendo referencia a la Megamisión que acaba de llevarse a cabo, y nos dice en los lugares que es más fácil encontrar a Jesús: en las personas que están en las cárceles; en los enfermos que están en los hospitales o en sus casas; en los familiares de los enfermos, que atienden y acompañan a sus seres queridos entre el dolor y la incertidumbre, en los que tienen capacidades diferentes y necesitan de nosotros; en los indigentes y los migrantes, que son muchos en nuestra ciudad y no tienen ni para comer. Ahí encontramos a Jesús. Remata diciendo que otro lugar de encontrar a Jesús es cuidando la Casa Común, es decir, nuestro mundo. ¡Felicidades Sr. Cardenal! Que nos siga iluminando con su experiencia en este caos citadino.
