Varios países deberían. seguir el ejemplo…

Hace poco menos de un mes, el viernes 20 de marzo de 2020, el papa Francisco pidió se creara una Comisión para enfrentar la pandemia de Covid-19, y  hoy es una realidad..

La comisión está destinada a afrontar las consecuencias económicas y culturales de la pandemia  y abrir canales de debate para buscar fórmulas de cara a la afrontar los futuros retos.

El Papa encargó la puesta en marcha de la comisión al dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral  (DSDHI), que encabeza el cardenal Peter K. A. Turkson, quien se acompaña por su adjunto, el padre Augusto Zampini*.

Para ello han creado cinco grupos de trabajo, a saber:

I) Grupo 1, coordinado por el DSDHI, “se dedica a escuchar y apoyar a las Iglesias locales, en un servicio que las convierte en protagonistas de las situaciones que viven, en cooperación con Caritas Internationalis”. Además, el grupo “tiene la tarea de colaborar positivamente con las iniciativas caritativas promovidas por otras instituciones como la Limosnería Apostólica, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y la Farmacia Vaticana;

II) Grupo  2, coordinado por el mismo dicasterio se ocupará “de la investigación y el estudio de la pandemia, para reflexionar sobre la sociedad y el mundo post-COVID-19, en particular en los campos del medio ambiente, la economía, el trabajo, la sanidad, la política, la comunicación y la seguridad”. En el grupo están las Academias Pontificias para la Vida y las Ciencias, junto con otra organizaciones;

III) Grupo 3, coordinado por el Dicasterio de Comunicación, informará sobre la labor de los Grupos y promoverá la comunicación con las Iglesias locales;

IV) Grupo 4, coordinado por la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, “apoyará a la Santa Sede en sus actividades y en sus relaciones con los países y los organismos internacionales, comunicándoles los frutos de las investigaciones, el diálogo y la reflexión que se produzcan, y;

v) El Grupo 5 coordinado por el DSDHU, se encarga del financiamiento para apoyar “la asistencia de la Comisión para el COVID- 19 a las iglesias locales y las organizaciones católicas, y su actividad de investigación, análisis y comunicación”.

El comunicado de la Santa Sede indica que los objetivos de los cinco grupos de trabajo, presentados al Papa el 27 de marzo de 2020, serán coordinados por una Dirección que dependerá directamente del Santo Padre y compuesta por el cardenal Peter K. A. Turkson, prefecto del DSDHU, Mons. Bruno-Marie Duffé, secretario y el padre argentino Augusto Zampini, secretario adjunto.

El cardenal Peter Turkson, señaló en entrevista  a Vatican News que el Papa “está convencido de que nos encontramos en un momento de cambio de época y reflexiona sobre lo que vendrá después de la emergencia, sobre las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, sobre lo que tendremos que afrontar y, sobre todo, sobre cómo la Iglesia puede ofrecerse como punto de referencia seguro al mundo perdido ante un acontecimiento inesperado”.

Precisó Turkson que se trata de poner en marcha acciones de apoyo a las iglesias locales para salvar vidas humanas, para ayudar a los más pobres.

De hecho reveló que los trabajos de la comisión comenzaron hace unos días y ya han tenido dos reuniones de trabajo con Francisco.

Uno de las personas clave en la realización de este trabajo el padre Augusto Zampini….

Hace unos días -el 10 de abril-, el cura fue entrevistado por su paisana Elisabetta Pique para el periódico bonaerense La Nación.

https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/coronavirus-quien-es-argentino-papa-puso-al-nid2352885

Dice Zapini que estamos ante la primera crisis verdadera del siglo XXI y no se sabe cuánto va a durar, incluso aunque se controle el virus, esto va a seguir, y considera urgente anticipar al futuro.

“El Papa me llamó el miércoles y me dijo que quería que estuviera al frente de la task-force para agilizar la toma de decisiones, confiesa.

El cura  es experto en teología moral vinculada con la economía y la ética ambiental: tiene experiencia en el campo del Ébola, desde 2017, y la task-force para luchar ahora contra la pandemia es algo inédito.

Por primera vez, en efecto, el Vaticano “se mezcla” con varias otras instituciones, movimientos y organismos públicos y de gobierno de todo el mundo, que van de la Universidad de Georgetown -una entre varias instituciones académicas-, al World Resources Institute y la Cátedra del Diálogo y el Encuentro del antropólogo argentino Luis Liberman.

La task-force que lidera se divide en cinco áreas como se menciona arriba…

“Mi tarea esencial es reflexionar sobre cómo responder al nuevo mundo que se viene, anticipar el futuro, que es tremendo, tener propuestas, porque vemos que los gobiernos no saben qué hacer, el mundo está desesperado y entonces no sólo queremos ayudar con palabras, sino influir para que todo esto al final de lugar a un mundo más saludable y menos injusto”, explicó en en entrevista.

En este marco la task-force se basa en tres pilares.:

I) el primero es tener un pensamiento crítico y reflexionar: cuando uno enfrenta una urgencia, un accidente en la calle por ejemplo, si mueve a una persona le rompe el cuello;

II) el segundo es la complejidad: lo que enfrentamos no es una crisis de salud, sino que es una crisis económica, ecológica, de seguridad -alimentaria, ciberseguridad-, etcétera, y no hay una sola solución, sino que esto requiere de un estudio inteligente y abordar la crisis de modo integral”, indicó.

Entre los cientos de desafíos con el nuevo Covid-19, Zampini aludió a las millones de personas que perderán el trabajo.

¿Y las deudas? Es algo imposible pagar deudas externas para países pobres que además enfrentan la pandemia y entonces hay que hablar con los organismos internacionales. Hay muchas cosas que hacer y rápido. No podemos esperar”, advirtió.

“Por otro lado hay temas como el de la distancia social, que es algo que hace mal porque somos seres sociales por naturaleza: hace unos días el abuelo de una amiga mía se murió de tristeza en Bélgica porque ya nadie podía ir a visitarlo al hogar donde estaba y dejó de comer… Hay que reinventar los vínculos sociales y en este marco, la espiritualidad es muy necesaria”, añadió.

Más allá de los desafíos y la enorme preocupación por lo que vendrá, Zampini se mostró esperanzado, al subrayar que lo fundamental “es tomar esta crisis como una oportunidad de cambio, para un mundo mejor, más saludable y menos injusto”.

Excelente reportaje de Pique..

¿Quién es Zampini?

Es muy cercano al papa Francisco.

Nació en Buenos Aires en julio de 1969, y antes de ser sacerdote se tituló abogado en la UCA y trabajó en bancos y multinacionales.

Más tarde en 2014 fue ordenado sacerdote en la diócesis de San Isidro y después de formarse en teología moral en el Colegio Máximo siguió estudiando varias especialidades, una de ellas un master en Desarrollo Internacional en la Universidad de Bath, un doctorado en Teología en la Universidad Roehampton de Londres y otro post-doctorado en Cambridge.

Se convirtió en experto en teología moral vinculada con la economía y la ética ambiental y desde 2017 tiene experiencia en el campo del Ébola.