ENVIADA DESDE EL VATICANO

Vaticano, 20 de enero. El día cero para la cita histórica de la Iglesia Católica llegó, este jueves comienzan los trabajos de la cumbre sobre la protección de menores en la iglesia, convocada por el Papa Francisco.

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Participarán los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, quienes llegan al encuentro con el Santo Padre con una profunda herida por los casos de pederastia y su falta de efectividad para contenerlos.

Críticos del papado de Francisco consideran que, si la reunión sólo se enfoca en la protección a menores y los encubrimientos, las heridas serán peores y la crisis de credibilidad se afianzará, porque la jerarquía católica opondrá resistencia a las soluciones, e incluso manifiestan que algunos lo podrían utilizar para lanzar la propuesta de acabar con el celibato.

Este lunes se anunciaron los trabajos a realizarse en la cumbre. El arzobispo maltés Charles Scicluna afirmó que “el silencio ya no es aceptable, sea en forma de omertà o síndrome de negación. Debemos alejarnos de cualquier complicidad o código de silencio”, y sentenció que “no abandonaremos jamás la defensa de los menores”.

Reconoció que “no podemos actuar solos, necesitamos ayuda”, y reiteró que la cumbre girará en torno a tres ejes: “responsabilidad, rendición de cuentas y transparencia”. Si embargo, también dejó en claro que no se tratarán otros temas como el abuso a las religiosas cometidos por obispos y sacerdotes.

El padre Federico Lombardi, quien será el moderador de la cumbre, explicó el desarrollo de los trabajos: todos los días se iniciará con las oraciones de la mañana, seguidas de conferencias de cardenales y otros personajes, entre ellos tres mujeres. Por la tarde, los trabajos serán por grupos lingüísticos (cuatro en inglés, tres en español, dos en italiano y uno en francés). El sábado por la noche se realizará una ceremonia penitencial en la Sala Regia del Palacio Apostólico Vaticano y el domingo una misma. El discurso conclusivo lo ofrecerá el Papa Francisco.

Andrea Tornelli, responsable de medios del Vaticano, aseguró que “con el encuentro que se abre… la Iglesia no sólo señala el camino a sus propias jerarquías y comunidades, sino que también ofrece un testimonio doloroso y un compromiso preciso con toda la sociedad, pues la protección de los menores es una cuestión que concierne a todos, como lo demuestran las impresionantes cifras de menores maltratados en el mundo”.

Al encuentro, a realizarse del 21 al 24 de febrero, no asistirá el cardenal Patrick O’Malley, presidente de la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores, hombre clave en los últimos años para atender esta problemática, pues según el Wall Street Journal, su relación con el Papa se ha vuelto “tensa y formal”, por lo que fue excluido de la organización del evento.