Francisco pide -de nuevo- por el “martirizado” pueblo ucraniano.

Esperemos que no haya otro ciberataque de Rusia.

Al finalizar la oración mariana del Ángelus de este 4 de diciembre, segundo domingo de Adviento, el papa Francisco pidió a la Inmaculada Concepción su intercesión “por el martirizado pueblo ucraniano”.

Ante los miles de fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro, una plaza adornada con el Pesebre y el árbol de Navidad inaugurados ayer por la tarde, el Papa animó a “huir de la hipocresía” durante este Adviento, recordó que el próximo jueves “celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción”.

Les dijo:

Queridos hermanos y hermanas:

Os saludo con afecto a todos vosotros, procedentes de Italia y de varios países: familias, parroquias, asociaciones y personas individuales. Veo también banderas españolas, polacas, argentinas… tantas. ¡Bienvenidos todos! En particular, saludo a los peregrinos españoles de Madrid, Salamanca, Bolaños de Calatrava y La Solana. Saludando a los polacos, deseo agradecer a todos los que sostienen la Jornada de Oración y de recogida de fondos para la Iglesia en Europa del Este.

Me complace acoger a la Acción Católica de Aversa con el Obispo Mons. Angelo Spinillo; así como a los fieles de Palermo, Sutrio y Saronno, a los chicos de la Confirmación de Pattada – Diócesis de Ozieri – y a los de la parroquia de San Enrique en Roma.

Os deseo a todos un feliz domingo y que sigáis con éxito el camino del Adviento. El próximo jueves celebraremos la solemnidad de la Inmaculada. A su intercesión encomendamos nuestra oración por la paz, especialmente por el martirizado pueblo ucraniano.

Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

Cada 8 de diciembre, se celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

La Inmaculada Concepción de María constituye, un dogma de fe y, por lo tanto, todo católico está obligado a creer y defender dicha certeza, que la Iglesia preserva como un don único.