George Pell, cardenal de Melbourne y quien era el jerarca con el tercer rango más elevado en el organigrama del Vaticano, fue condenado este miércoles a seis años de prisión por abuso sexual contra dos menores.

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El prelado aún puede apelar la sentencia en una segunda instancia, proceso que iniciaría en junio próximo, pero por lo pronto permanecerá recluido en la prisión de Melbourne, donde quedó en custodia desde febrero pasado cuando se dio a conocer el veredicto en su contra.

Peter Kidd, juez del tribunal de Victoria quien dictó la condena contra el cardenal, manifestó que el cardenal cometió “un ataque sexual descarado y forzado… los actos fueron sexualmente gráficos y ambas víctimas estaban visiblemente y audiblemente angustiadas durante la ofensa”.

Insistió en que Pell era consciente de sus actos e incluso no reaccionó cuando uno de los niños le pidió que los dejara ir. “En mi opinión, su conducta estuvo impregnada de una arrogancia asombrosa… mantuvo su inocencia, que es su derecho, pero al mismo tiempo nunca mostró remordimiento o contrición”.

El impartidos de justicia explicó que aunque el cardenal enfrentaba una pena máxima de 50 años de cárcel, se determinó que fueran solo seis tomando en cuenta su edad (77 años).

Si la sentencia se mantiene en segunda instancia, George Pell deberá pasar al menos 3 años y ocho meses encerrado antes de pedir la libertad condicional.

El caso George Pell

El pasado 26 de febrero se dio a conocer que durante el juicio celebrado en diciembre de 2018 contra el cardenal, el jurado lo halló culpable de cinco casos de pederastia (uno por penetración oral) contra dos menores.

Los hechos denunciados ocurrieron en la década de los años 90, cuando Pell estaba al frente de la Catedral de San Patricio en Melbourne y sus víctimas eran monaguillos de 12 y 13 años de edad.

De acuerdo con los expedientes, en 1996, después de oficiar una misa el prelado expuso sus genitales a dos menores por debajo de las ropas ceremoniales y los molestó sexualmente.

Tras conocer el fallo del jurado, una de las víctimas pidió mantener su anonimato y se supo que la otra había fallecido en un accidente de tránsito en 2014.

Precisamente en ese año, el cardenal fue nombrado prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, que en rango sólo está por abajo del Papa y de la Secretaría de Estado, que actualmente ocupa Pietro Parolin.

Tras conocerse el veredicto en febrero pasado, el Vaticano anunció que Pell dejaría el cargo de prefecto de Economía, así como el de ser uno de los asesores cercanos al Papa Francisco. Además, le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal y el contacto con menores de edad.

En 2013, Pell participó en el cónclave en el que fue considerado papable y que finalmente terminó por elegir a Jorge Mario Bergoglio como Sumo Pontífice.
Apenas en marzo de 2016, el cardenal de Melbourne reconoció que en la década de 1980 existía “un mundo de crímenes y encubrimientos” en la Iglesia católica por abusos sexuales.

Pese a que en Australia, Pell sigue contando con un número importante de seguidores, su destino en la Iglesia es incierto y ahora se ha vuelto en la imagen del problema de pederastia, justo a unos días en que el Vaticano celebró una cumbre para combatir ese mal.