“Queda permitido a personas mayores de 18 años consumir cannabis sicoactivo”, señala el texto.

Los obispos católicos de México, congregados en la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitieron un firme posicionamiento en contra de la nueva Ley Federal para la Regularización del Cannabis, aprobada por mayoría en el Senado de la República, – con 82 votos a favor, 18 en contra y 7 abstenciones-, el pasado 19 de noviembre.

La mayoría avaló la despenalización del uso lúdico, médico, industrial y de investigación de la marihuana; asimismo, se aprobó el consumo personal, lo que significa que cualquiera podrá cultivar seis plantas y hasta ocho si viven más de dos consumidores en un mismo espacio, así como comprar y portar hasta 28 gramos de la yerba, el equivalente a una cajetilla adquirida en establecimientos autorizados y regulados.

En el mismo sentido, el editorial dominical del semanario Desde la Fe, de la Arquidiócesis Primada de México precisa como ” preocupante la reciente decisión del Senado mexicano”…

“Es necesario el estudio y análisis de infinidad de plantas y fórmulas para su aplicación médica, enfocada al bien de la salud humana, siempre y cuando se realice con ética y fundamentos científicos, pero un tema muy distinto es la permisividad en el ámbito social de sustancias que afectan la personalidad y la conducta de los individuos, así como a terceros, con las alteraciones que provocan.”, dice el editorial, que seguramente trae el aval del arzobispo y cardenal Carlos Aguiar Retes

Agrega Desde la Fe que esa “iniciativa es la puerta de entrada para drogas más peligrosas y adictivas con graves incidencias en la degradación del tejido social.”

Precisa el editorial que, en 2015, la Universidad Pontificia de México realizó un foro sobre el tema, y entre otros llegaron a la conclusión de que “La regulación del consumo puede ayudar para que disminuya la violencia del narcotráfico y el peligro para los consumidores, pero se envía un mensaje equivocado a la sociedad, propiciando un aumento del consumo y los problemas sociales y de salud implicados.”.

La pelota está en la cancha de los diputados y para que sea ley necesita el aval de la Cámara de Diputados, y sólo mayoría simple.

CARTA ABIERTA DE LOS OBISPOS: La cultura del descarte se hace presente en la iniciativa de legalización de la marihuana para recreación.

En la carta abierta los obispos lamentan la decisión que se tomó por senadores, manifiestan su inconformidad y destacan como “legítimas preocupaciones” este paso, toda vez que perciben un riesgo grave no sólo para los consumidores sino para el resto de la población. “El problema no es poner reglas y condiciones para el uso de la marihuana, subrayan.

“Importaron más los reclamos de libertad sin responsabilidad de algunos pocos, por encima del bien general de la salud. Importaron más los anhelos individuales de un grupo y se pagó el precio de las consecuencias para todos, pero sobre todo para niños y jóvenes. Importó más la indiferencia de unos que la corresponsabilidad colectiva por el bienestar de la mayoría”, agrega el escrito.

“Como ciudadanos, exhortamos a los diputados del Congreso de la Unión a que se realice un análisis integral que modifique la iniciativa de modo que se privilegie la salud y la seguridad públicas, y se atienda al bienestar de los ciudadanos y de las familias que se ven afectados por estas y otras sustancias”, piden los prelados.
 

Piden a los diputados “a que se realice un análisis integral que modifique la iniciativa de modo que se privilegie la salud y la seguridad públicas, y se atienda al bienestar de los ciudadanos y de las familias que se ven afectados por estas y otras sustancias”.

El texto concluye con una invitación a los fieles, y a la sociedad en general, a participar activamente para colaborar con los legisladores para encontrar soluciones reales a los problemas genuinos que subyacen al complejo problema de las drogas, que tiene ramificaciones que superan nuestras fronteras.

“En la festividad de Cristo Rey, y dirigiendo nuestra mirada a la Santísima Virgen de Guadalupe, encomendamos esta intención a su maternal intercesión”, a 22 de noviembre, año del Señor del 2020.

El texto está firmado por el presidente y el secretario general de la CEM, Rogelio Cabrera López y Alfonso Miranda Guardiola, respectivamente, así como representantes de diversas dimensiones episcopales como la de la Familia, la Salud y la Vida.

Reacciones muchas….

Seguramente el tema se abordó en las distintas parroquias de México.