La Santa Sede vendió el inmueble en conflicto

Un comunicado de este 1 de julio de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) indica que el Vaticano vendió el edificio en la 60 Sloane Avenue en Londres a Bain Capital por 186 millones de libras, aproximadamente unos 223,6 millones de dólares.

“Las pérdidas sufridas con respecto a lo gastado en la compra del inmueble fueron conferidas a la reserva de la Secretaría de Estado, sin que en modo alguno toque en esta circunstancia el Óbolo de San Pedro ni las donaciones de los fieles”, dijo.

Para garantizar la transparencia y la independencia del proceso de valoración, la Santa Sede solicitó la ayuda del agente inmobiliario Savills, seleccionado al final de un procedimiento de licitación lanzado en enero de 2021 bajo la supervisión de asesores inmobiliarios.

En septiembre de 2021, según Vatican News. APSA recibió una primera ronda de 16 ofertas, sujetas a due diligence (diligencia debida) en los meses siguientes, seguida de una segunda ronda de 3 ofertas, también sujetas a due diligence. La transacción se concretó en los últimos meses con la elección del comprador y, finalmente, la escritura de compraventa.

Por la compra irregular de ese edificio se juzga al cardenal Angelo Becciu y otras nueve personas, en una operación financiera que había dejado un agujero en las cuentas estimado en 217 millones de euros.

Mons. Juan Antonio Guerrero Alves SJ prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede aseguró que “las irregularidades de la operación inmobiliaria no solo dejaron un hueco en las cuentas vaticanas de entre €73 y €166 millones, sino que además provocaron una investigación que llevó a juicio por primera vez en la historia a un cardenal”.

Angelo Becciu es juzgado desde julio de 2021 junto a otras nueve personas, entre ellos, algunos financieros implicados en la compraventa de inmueble…

Antecedentes.

i) En septiembre de 2020, el Cardenal Angelo Becciu renunció al cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y a sus derechos como miembro del Colegio de Cardenales;

ii) Meses después, en julio de 2021 comenzó el juicio en su contra y otros nueve acusados; se le acusó de haber empleado 300 millones de dólares entre 2014 y 2018, procedentes de la Secretaría de Estado, para comprar el inmueble de lujo en la Sloane Avenue de Londres al empresario italiano Raffaele Mincione; para financiarlo Becciu se habría dirigido también al Instituto de Obras de la Religión (IOR) para solicitar un préstamo de 150 millones de euros sin ofrecer una justificación.;

iii) En 2015 Becciu empleó otros 200 millones de dólares para financiar la compra de dicho inmueble londinense, y parte de esos 200 millones se habrían obtenido por medio de un crédito concedido por la BSI, un banco suizo con una extensa trayectoria de violación de las legislaciones contra el blanqueo de dinero;

iv) Y supuestamente, Becciu habría entregado al financiero Enrico Crasso, antiguo directivo del Credit Suisse, el control de millones de euros de fondos de inversión del Vaticano de la Secretaría de Estado y del fondo de caridad del Óbolo de San Pedro;

v) Y de paso habría tratado de disfrazar préstamos en los balances del Vaticano cancelándolos contra el valor de la propiedad comprada en el barrio londinense de Chelsea, una maniobra contable prohibida por las nuevas políticas financieras aprobadas por el Papa Francisco en 2014;

v) En 2018, el Vaticano salió del fondo Athenea, comprando el edificio de Mincione, que se hizo así con un saldo a favor de unos 40 millones de euros.

Mientras que en esta compraventa intervino el bróker Gianluigi Torzi, al que le acusan de haber extorsionado al Vaticano por 15 millones de euros para devolverle la propiedad total del edificio.

En Contextos hemos dado puntual seguimiento al tema.