Este jueves 27 de diciembre de 2018 se hizo pública la carta que el Papa Francisco envió al profesor Giovanni Maria Vian con motivo de la conclusión de su cargo como director del periódico de la Santa Sede, L’Osservatore Romano.

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La carta está fechada el 22 de diciembre y ahí Francisco agradece al profesor su generosa entrega y le manifiesta su gratitud por el amor y atención con que dio cumplimiento a su importante función.

El Pontífice le agradece su valiosa colaboración y la disponibilidad constante que le ha demostrado en el esfuerzo por promover la aplicación de las reformas que ha iniciado, especialmente en el ámbito de la comunicación.

Por esta razón Francisco escribe: “le estoy muy agradecido por su fidelidad al referir la palabra del Papa”.

La carta

Al ilustrísimo señor

Prof. GIOVANNI MARIA VIAN

En el momento en que, después de años de generosa dedicación y gran responsabilidad, concluya su posición como Director Responsable de L’Osservatore Romano, me gustaría expresarle la más profunda gratitud por el amor y la atención que ha brindado al cumplir. esta importante tarea, llamada por mi venerable predecesor, Benedicto XVI, para servir en un área tan delicada e importante para la Santa Sede, que lo hizo con competencia, fue apreciada por su profesionalismo calificado, apoyada por su adhesión ejemplar al Magisterio y a Su Compromiso cristiano consistente.

Quisiera especialmente agradecerle la preciosa colaboración y la disponibilidad constante que quería mostrarme en el esfuerzo por promover la implementación de las reformas a las que di a luz y que conciernen, en particular, el alcance de la comunicación. Le estoy verdaderamente agradecido por su lealtad al referirse a las palabras del Papa.

Como académico de la historia de la Iglesia y también a través de su experiencia como profesor de filología patrística, ha hecho una contribución valiosa para aumentar la calidad de la información y dar un amplio espacio a aquellas voces que merecen una atención cuidadosa en la comunidad eclesial.

La conciencia de haber dedicado toda nuestra energía sin reservas a la tarea encomendada a usted, infunde gozo y paz en su alma, y me llena de satisfacción, con la certeza de que todavía puedo aprovechar su apoyo en la oración y el consejo.

Por lo tanto, mi ilustre Señor, te saludo con todo el bien y la prosperidad en el Señor, invocando abundancia de gracias y consuelos en ti y en todos aquellos que te son queridos.

Al encomendarle la protección especial e intercesión de la Santísima Virgen Inmaculada, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, les imparto la esperanza de copiosas recompensas y promesas de mi cercanía fraterna, la Bendición Apostólica, que añade un ferviente deseo para Navidad y para el año nuevo.

Vaticano, 22 de diciembre de 2018

FRANCESCO