El miércoles pasado fue hallado el cuerpo sin vida de Hugo Leonardo Avendaño Chávez, quien estaba en proceso de discernimiento vocacional para ingresar al seminario y era estudiante de la Universidad Intercontinental.

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Marilú Esponda, directora de comunicación de la Arquidiócesis de México, aclaró que Leonardo aún no era seminarista y había estado en el Centro de Orientación Vocacional “algunos meses para entregarse a Dios… No vivía en un seminario, sin embargo sí estaba cerca”.

El sacerdote Omar Sotelo, del Centro Católico Multimedia, explicó que Leonardo estaba en una “etapa en la que los jóvenes se acercan para conocer la vida religiosa o sacerdotal, pero aún no han ingresado por completo”.

Familiares de Leonardo comentaron que asistía en diversos servicios religiosos en varias iglesias, en ocasiones como acólito. Y el padre Francisco Javier Bautista informó que tenía 7 años participando en actividades de la parroquia de Cristo Salvador, ubicada en la colonia Miguel Hidalgo, de la alcaldía de Tlalpan-.

El rector de la Universidad Pontificia de México, Mario Ángel Flores, lamentó el asesinato del joven de 29años y recordó el llamado de los obispos de “¡Basta ya¡ No queremos más sangre”, “No queremos más muertos”, “No queremos más desaparecidos”, “No queremos más dolor ni más vergüenza”.

La Universidad Intercontinental exigió “a las autoridades actuar en consecuencia para investigar, encauzar y castigar a los responsables evitando la impunidad y que tomen las medidas adecuadas para esclarecer los hechos y evitar que se repitan”.

La Conferencia del Episcopado Mexicano manifestó que en “en estos últimos tiempos hemos vivido situaciones de mucha violencia que han sido un verdadero calvario para ciudadanos y muchas familias en diversas partes del país, a las que no les vemos fin.

“Estamos experimentando un ambiente de grave inseguridad y miedo, por lo que hacemos nuevamente un llamado a las autoridades competentes para que atiendan esta ola de inseguridad que ha ido creciendo en nuestro país. A nuestros fieles y a la sociedad en general les pedimos que no seamos indiferentes ante el dolor de los demás y sigamos construyendo la paz. Como Iglesia oramos y trabajamos incesantemente por la reconstrucción del tejido social”.

De acuerdo con la denuncia interpuesta por sus familiares, el martes pasado a Hugo Leonardo se le vio por última vez cuando se dirigía a una iglesia en calles de la colonia Aculco, de la alcaldía Iztapalapa.

Daniela, prima del joven estudiante, confirmó el deceso de Leonardo.

El jueves pasado por la tarde se realizó una misa en la iglesia de Cristo Salvador y el viernes su cuerpo será incinerado.

Este es el segundo caso de un alumno plagiado y ultimado en la Ciudad de México en menos de una semana. El primero fue el de Norberto Ronquillo, alumno de la Universidad del Pedregal.

Respecto al caso de Hugo Leonardo, la procuradora de justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, informó que “el caso que nos ocupa en este momento es el del joven Hugo Leonardo Avendaño, que es un caso reciente.

“Se encontró su cuerpo el día de ayer por la mañana y estaba en calidad de desconocido hasta que se hace la investigación y su hermano lo reconoce […] el día de hoy (jueves) se hizo la necropsia y, obviamente, está siendo temprana la investigación, pero podemos dar ya algunas afirmaciones que pueden ser contundentes, sin temor a equivocarnos: no fue un secuestro y empezamos a tener algunas primeras líneas de investigación. No fue secuestro dicho, incluso, por la familia […] no fue un secuestro, es un homicidio”.

En conferencia de prensa, realizada en las instalaciones del C5, la funcionaria dijo que se están reuniendo las evidencias y juntando toda la información de las cámaras de seguridad tanto del gobierno capitalino, como de empresas privadas.

La activista Isabel Miranda de Wallace indicó en Twitter: