¿Qué ocurrió en Cerocachui, Chihuahua?

Asesinaron a dos sacerdotes católicos..

Alrededor de las 18 horas del lunes 20 de junio de 2022 un hombre irrumpió en un templo católico en la comunidad de Cerocahui en la sierra de Chihuahua cuando iba a refugiarse del ataque de una persona armada que iba tras de él. Hay varias versiones.

Retomo la versión de un sacerdote que compartió en sus redes como fue:

“No hubo móvil en el crimen de nuestros hermanos sacerdotes, porque “El Chueco” -andaba drogado.

El sujeto asesinado había llegado al hotel. Se fue y en ese momento llegó “El Chueco” -José Noriel Portillo, vinculado al grupo delictivo de “Los Salazar”  o “Gente Nueva-, considerado como el brazo armado- ocon un grupo de sicarios.

Agrega en su relato que “el tipo salió corriendo y se refugió en la iglesia, pero las balas lo alcanzaron y cayó afuera. Dos de los asesinos son los que lo metieron en la iglesia.

El primero en salir fue un sacerdote de más de 90 años, quien al ver la escena buscó darle los santos óleos, pero ya estaba muerto.

Es entonces cuando entra “El Chueco” y le grita al cura por qué lo ayudaba, y sin decir más, lo asesina a sangre fría.

Luego viene el “Padre Gallo” -Javier Campos Morales SJ- (…) y éste  impactado la tragedia “le pide a “El Chueco” que se calme, pero este hace el mismo reclamo y descarga su arma en su persona, matándolo en ese preciso momento.”

Agrega el cura según la publicación en OMNIA.com.mx, “un tercer sacerdote, Jesús Reyes (…) llega al lugar y queda impactado por lo que ve ante sus ojos. “El Chueco” lo regaña y le pregunta si él también quiere morir. El joven prelado logra decir que no y trata de tranquilizar al frenético asesino.”

A decir de esta versión sin confirmar por otra fuentes, fue más de una hora de angustia para Jesus Reyes SJ.

Tras cometer el crimen “E Chueco” con la ayuda de otros hombres, se llevaron los cadáveres del lugar y por el momento se desconoce su paradero.

La Compañía de Jesús denunció a través de un comunicado el asesinato de los sacerdotes misioneros Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar al interior del templo católico.

El superior provincial de la Compañía de Jesús en México, Luis Gerardo Moro Madrid SJ, informó el mismo lunes de la muerte de los dos hermanos dos jesuitas: “condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos de nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas”, sostienen los Jesuitas en un comunicado de prensa traducido ya al ingles y a varios idiomas.

Así mismo, mediante un comunicado en español e inglés demandan medidas de protección “para salvaguardar la vida de nuestros hermanos jesuitas, religiosas, laicos y de toda la comunidad de Cerocahui”.

“Estoy conmocionado y entristecido por esta noticia. Mis pensamientos y oraciones están con los jesuitas en #Mexico y sus familias. Tenemos que detener la violencia en nuestro mundo y tanto sufrimiento innecesario”, escribió en su cuenta de Twitter el P. Arturo Sosa Abascal, Superior general de los jesuitas.

La Conferencia del Episcopado mexicano también condenó la “tragedia” y mediante un tuit @IglesiaMexico exigió “una pronta investigación”. Como Conferencia del Episcopado Mexicano, condenamos los hechos violentos que vivimos en México y el homicidio de nuestros hermanos jesuitas .

Varios sacerdotes han sido asesinados en la última década en México, pero ninguno al interior de un templo católico, que recuerde.

La sierra Tarahumara, donde ocurrió la tragedia, como muchos lugares del país enfrenta condiciones de violencia y olvido; todos los días son asesinados hombres y mujeres, y el quid es que muchos actos como estos quedan impunes. Pero nunca había ocurrido un asesinato a tres personas al interior de un lugar sagrado.

¿Quién fue?

Poco importa, al parecer fue el crimen organizado: “”parece que ya se tiene información de los responsables”, dijo el C. presidente López Obrador en la mañanera de este martes 21 de junio.

La señora gobernadora de Chihuahua señaló que los dos religiosos fueron víctimas “circunstanciales”.

Mmm.

Lo único que se pide hoy además de justicia es que regresen los cuerpos para darles cristiana sepultura.

Abrazo solidario a los jesuitas de México.

Espero la reacción del papa Francisco, que también es jesuita.

Preguntamos. ¿Dónde diablos están los 118 mil efectivos de la GN, donde están los policías del Estado de Chihuahua, La Marina Armada de México y El Ejercito.