Se trata de Luis Óscar Martínez de 21 años de edad quien creció sin padre, y su madre debió criarlo sola junto a sus dos hermanos.

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En 2015 la vida de Luis dio un giro ya que “Dios tocó mi corazón y tomé la decisión de aceptar a Cristo como mi Señor y Salvador. Ese día volví a tener papá”, expresó.

Sin embargo, un año más tarde Luis cometió un delito que lo llevó a la cárcel. Pensó que “todo había acabado” hasta que una noche “algo” le dijo que no era así, que su “propósito es grande”.

“En ese momento comprendí que mi Padre Dios estaba conmigo y que si estoy en este momento hablando con usted es por gracia y amor de parte de Dios, mi Cristo amado”, expresó  Luis…

En su relato Luis manifestó que se siente “agradecido, porque puso aquellas personas en mi caminar para ayudarme a terminar mis estudios secundarios y lograr ese cambio en mi vida”.

Ahora el jóven sueña con ser chef internacional y técnico en refrigeración especializada y de esta forma dar alegría a su madre y volver a estar en comunión con la familia que perdió.

Agradeció al Papa Francisco que, como “servidor de nuestro Señor Jesús”, entregó su tiempo para escucharlo. “No hay palabras para describir la libertad que siento en este momento”, dijo…