Grillas en el Vaticano.

¿Se equivocó Francisco?

La noche del pasado jueves 24 de septiembre, el papa Francisco aceptó la renuncia al cargo de Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de todos los derechos relacionados con el cardenalato, de su Eminencia, el Cardenal Giovanni Angelo Becciu, señala el comunicado de la Santa Sede, que generó un verdadero terremoto círculos vaticanos.

¡Becciu no era cualquier cardenal, era un prelado con mucho poder!

La decisión lo tomó de sorpresa, considerando que estaba previsto que  Becciu presidiera la beatificación de Carlo Acutis el sábado 10 de octubre en la ciudad de Asís  en Italia en donde reposan sus restos.

Además, el prelado no sólo dejará su cargo en la Curia, sino también el cardenalato.

Su salida fue relacionada de inmediato con el último escándalo financiero que desencadenó por voluntad dl papa Francisco algo que algunos bautizaron la “Operación Mani Pulite” del Vaticano y produjo un clima de gran desasosiego e intrigas en los últimos meses, pero ese no fue el problema

Al día siguiente convocó a una conferencia de prensa.

El prelado se presentó como víctima de una operación en su contra.

Contó que el Papa le exigió la renuncia al salir pruebas de que cometió “actos de peculado” con giros de dinero a familiares, delito que negó haber cometido y que minimizó, definiendo “un equívoco”, acusaciones “surrealistas” y clamando a viva voz su inocencia.

Precisó que su renuncia fue dada a conocer alrededor de las 20 horas del jueves, en un comunicado oficial sin dar detalles, por lo que de inmediato fue relacionada con su papel en un escándalo financiero estallado en el Vaticano, debido a una fallida inversión inmobiliaria en Londres, que se realizó en 2014, cuando él era sustituto, con fondos reservados de la Secretaría de Estado.

Empero, el  propio Becciu, aseguró que lo de Londres no tenía nada que ver, sino son presuntos “actos de peculado” que, según la magistratura vaticana, habría cometido siendo sustituto.

¿De que se trata?  Envió un giro de 100 mil euros del Óbolo de San Pedro a una cooperativa de Ozieri, el pueblo de Cerdeña de donde es oriundo y “brazo operativo de Cáritas”, que maneja uno de sus hermanos.

Explicó que lo hizo para ayudar a su diócesis, donde hay mucha pobreza y desocupación y que por ende no había hecho nada de malo.

Precisó que no tienen problemas ya que el “sustituto” está facultado a utilizar el Óbolo de San Pedro para fines caritativos.

Comentó, según una nota de Elisabetta Piqué reportera de LA NACION que dos horas antes -a las 18.02 horas-, “me sentía amigo del Papa, un fiel servidor del Papa, pero después el Papa me dijo que ya no confiaba en mí porque le llegó una señalación de los magistrados de que yo habría cometido actos de peculado”, relató Becciu, que admitió sentirse “destruido”.

Detalló que también Francisco, en los 20 minutos que duró su “nada sereno” encuentro, apareció “sufriente”, “turbado”.

Fue cuando le pidió la renuncia, y él por “obediencia” al Papa aceptó presentarla tanto a su cargo en la Curia como a sus derechos cardenalicios:“daría mi vida por el Papa”, aseguró en la rueda de prensa..

De hecho, a Becciu se le vio destrozado en la conferencia. En unos minutos se acabó su carrera eclesial, sin embargo, sseguirá siendo cardenal, pero no tendrá derecho a participar en un cónclave ni en un consistorio.

Contó, finalmente, que seguirá viviendo en su departamento del Vaticano, por autorización papal.

-“¿Tengo que dejar el departamento?”, le preguntó Becciu al Papa…

-No, por todo el trabajo que ha hecho por mí se lo dejo, le contestó Francisco, con gran generosidad.

Su despido es inédito; nada que ver con las renuncias al cardenalato el escocés Keith O’Brien en 2015 y el estadounidense Theodore McCarrick en 2018, por escándalo de pedofilia.

¿Fue una grilla de la Curia?

Mmm.

Elisabetta Piqué de LA NACION le preguntó al prelado quién pensaba que estaba detrás de la que consideraba una campaña mediática en su contra, quiénes eran sus enemigos, Becciu, no mencionó a nadie. “No sé si soy objeto de una vendetta, no lo sé, yo solo cuento los hechos, no tengo mentalidad conspiracionista”, dijo.

Preguntado por su relación con el cardenal Gerorge Pell, que siempre lo acusó de frenar las reformas de las finanzas y le negó acceso a las cuentas reservadas de la Secretaría de Estado, Becciu admitió “contrastes profesionales”: “él veía las cosas de un modo y nosotros de otro”, dijo.

El caso es que Pell regresará al Vaticano por sus cosas.

Su retorno estaba prevista y no necesariamente está relacionado con el cese de Becciu; eso dicen.

Recordemos que después de su liberación, el cardenal australiano preparó su viaje al Vaticano para desocupar la vivienda que ocupaba y permitir así que pueda ser ocupada por otro inquilino.

El quid es que Pell consideraba a Becciu uno de sus grandes enemigos en la Curia romana, hasta el punto de que celebró su despido la semana pasada con un insólito comunicado en el que aseguraba que Francisco fue elegido “para limpiar las finanzas vaticanas”, por lo que le agradecía su decisión animándole a continuar en esa línea. El cardenal australiano y Becciu fueron antitéticos cuando este último era sustituto de la Secretaría de Estado, un puesto clave en el funcionamiento interno de la Santa Sede y que ocupó entre 2011 y 2018.

¿Quién ha sido Becciu?

Entre 2011 y 2018 sirvió como Sustituto de la Secretaría de Estado de la Sana Sede; en 2018 lo creó Cardenal y lo designó Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

En sus años como Sustituto habría estado involucrado con algunos escándalos financieros, más recientemente la inversión de la Secretaría de cientos de millones de euros con el empresario italiano Rafaelle Mincione y la polémica compra de un edificio de Londres.

CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, informó que una parte sustancial de los 200 millones de dólares utilizados para financiar la compra por parte de la Secretaría de Estado de un inmueble de lujo en la Sloane Avenue en Londres se dio a través del crédito concedido por BSI, un banco suizo con una larga trayectoria de violación de las salvaguardias de blanqueo de dinero y fraude.

CNA también informó que en 2015 Becciu habría intentado disfrazar los préstamos en los balances del Vaticano cancelándolos contra el valor de la propiedad comprada en el barrio londinense de Chelsea, una maniobra contable prohibida por las nuevas políticas financieras aprobadas por el Papa Francisco en 2014.

Empero, el presunto intento habría sido detectado por la Prefectura de Economía, liderada entonces por el Cardenal George Pell, quien lo mandó llamar, y tuvieron grandes diferencias; uno fue acusado de pederastia y salió absuelto, el otro dejó el cargo y lo que ello implica.