Foto:Mohammed Al-Khatien
Foto:Mohammed Al-Khatien

Condena ataque en Siria.

“No hay una guerra buena y una guerra mala. Y nada, ¡nada!, puede justificar el uso de instrumentos de exterminio en contra de personas inermes”, aseveró el Papa Francisco ante miles de fieles en la Plaza San Pedro al final de la Misa de la Divina Misericordia, con motivo del Segundo Domingo de Pascua.

El Sumo Pontífice se refirió así a la situación en Siria, donde ese día fue reportado un ataque con gas tóxico en la localidad de Duma, una de las últimas localidades de Ghouta Oriental (cerca de la capital Damasco) controladas por opositores al gobierno de Bashar Al Asad.

Al final de la oración del Regina Coeli (Reina del Cielo) del domingo 8 de abril, el Papa expresó su preocupación y lamentó “las terribles noticias de los bombardeos con docenas de víctimas, muchas de ellas mujeres y niños; noticias de tantas personas afectadas por los efectos de las sustancias químicas contenidas en las bombas.

Pidió orar por “todos los difuntos, por los heridos, por las familias que sufren”, y también “para que los líderes políticos y militares elijan el otro camino, el de la negociación, el único que puede conducir a una paz que no sea de muerte y destrucción”.

Contra el exterminio

Por segunda vez después de la bendición Urbi et Orbi (a todo el mundo) del Domingo de Pascua, Francisco usó la palabra “exterminio” para definir lo que está sucediendo en Siria.

El Vicario de Cristo había condenado el Domingo de Pascua del pasado 1 de abril el uso de “instrumentos de exterminio contra la población” en Siria.

Al referirse a “la amada y atormentada Siria, con una población agotada por una guerra que no ve el fin”, el Papa Francisco deseó que “la luz de Cristo resucitado ilumine las conciencias de todos los líderes políticos y militares para poner fin de inmediato al exterminio en curso”.

También en esa ocasión, rezó para que “se respete el derecho humanitario y se proceda a garantizar el acceso a la ayuda”, creando condiciones adecuadas para que regresen los desplazados.

No es el primer llamado, ni será el último, que el Sumo Pontífice lanza a favor de las víctimas del Medio Oriente por una guerra que se ha convertido, durante los siete años recientes, en “un conflicto global”, afirmó recientemente el nuncio en Damasco, Mario Zenari.

Reacciones

El presidente francés, Emmanuel Macron “condenó con la mayor firmeza los ataques químicos del 7 de abril contra la población de Duma”. De acuerdo con un comunicado del Palacio del Elíseo, el mandatario se comunicó con su homólogo estadunidense, Donald Trump, y acordaron “intercambiar información sobre la naturaleza de los ataques a fin de coordinar una respuesta fuerte y común”.

Gran Bretaña estimó que “de confirmarse que el régimen utilizó otra vez armas químicas, será un nuevo ejemplo de la brutalidad de Al Asad”.

Mientras que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, señaló a través de un comunicado dado a conocer por su portavoz, Stéphane Dujarric, estar “profundamente preocupado por la intensa violencia desatada en Duma”.

Por su parte, las autoridades turcas sospecharon del régimen sirio por este ataque, pues “se conocen los antecedentes sobre el uso de armas químicas”.

El lunes 9 de abril Donald Trump advirtió que EU no “puede permitir” ataques con armas químicas en Siria y subrayó que su gobierno tomará una decisión ante lo que consideró un “atroz” ataque con armas químicas contra civiles en Siria

“No podemos permitir atrocidades como ésta. No podemos”, dijo Trump ante reporteros durante una reunión con su gabinete, al tiempo de advertir que “no se descarta ninguna opción”.

“Si es Rusia, si es Siria, si es Irán, si son todos ellos, lo resolveremos y sabremos las respuestas muy pronto”, puntualizó.

Sobre el papel de Rusia en esta situación, el presidente de EU no descartó que Vladimir Putin, quien apoya al régimen sirio, “podría” tener responsabilidad. “Podría. Y si es así, va a ser muy difícil, muy difícil. Todo el mundo va a pagar el precio. Él lo hará y todo el mundo lo hará”, advirtió.

Siria y Rusia negaron estar involucrados en el ataque y acusaron a rebeldes de Duma de fabricar la agresión con el fin de entorpecer los avances del ejército y provocar la intervención militar internacional.

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, dijo el lunes 9 de abril que su país había enviado expertos a Duma y que no hubo “rastro” del uso de armas químicas allí. “Se trata de acusaciones fabricadas”, aseguró por su parte el teniente general Yuri Yevtushenko.

Además, el ministerio de Relaciones Exteriores de Irán afirmó que tales denuncias eran un nuevo “complot” contra el régimen de Al Asad. Las acusaciones (…) son la señal de un nuevo complot contra el gobierno y el pueblo sirios, y un pretexto para una acción militar, que seguramente complicará aún más la situación en el país y la región”, sostuvo en un comunicado.

El ataque químico ocurrió una semana después de que Trump planteara la posibilidad de retirar las tropas estadunidenses en Siria.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, ratificó el lunes que el presidente quiere sacar las tropas de EU de Siria una vez que el grupo terrorista Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés). “El presidente quiere traer nuestras tropas a casa después de completar la misión de erradicar a ISIS en Siria. Al mismo tiempo, quiere asegurarse de que Asad sea disuadido de los ataques con armas químicas sobre civiles inocentes. El que queramos sacar a nuestras tropas de ninguna manera degrada nuestra capacidad de responsabilidad”, manifestó la funcionaria.

En el mismo sentido se manifestó la representante permanente de Washington ante la ONU, Nikki Haley. La diplomática llamó al Consejo de Seguridad a actuar y sostuvo que presentará una resolución para obtener acceso irrestricto a la población civil de Duma y que pedirá una investigación completa y transparente de los hechos.

Haley criticó que el Consejo de Seguridad no haya actuado ante un incidente similar denunciado un año atrás en la localidad siria de Jan Sheijun, “debido a que Rusia se interpuso sistemáticamente una y otra vez”.

Chocan Rusia y EU en Naciones Unidas

Ambas potencias bloquearon mutuamente las propuestas del otro para que el Consejo de Seguridad de la ONU abra una nueva investigación sobre el uso de armas químicas en Siria

Trump y sus aliados occidentales discuten una posible acción militar para castigar a Al Asad por el ataque químico. De hecho, el presidente estadunidense canceló su participación en la Cumbre de las Américas, a celebrarse esta semana en Perú, para enfocarse a responder el incidente en Siria.

Pero Moscú se opone a cualquier ataque occidental contra Al Asad, un aliado cercano de Rusia, y ha vetado en 12 ocasiones la acción del Consejo de Seguridad sobre Siria desde que comenzó el conflicto.

Nikki Haley dijo al Consejo de Seguridad que la adopción de la resolución redactada por Estados Unidos era lo menos que podían hacer las naciones miembros. “La historia registrará que en este día Rusia eligió proteger a un monstruo sobre la vida del pueblo sirio”, aseveró.

El Embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo que la decisión de Washington puede ser el preludio de un ataque occidental contra Siria. “Una vez más, les pediría que se abstengan de los planes que están desarrollando actualmente para Siria”, pidió después de que el Consejo no aprobó un tercer borrador de resolución sobre el ataque químico en Siria.

Se espera que expertos internacionales en armas químicas viajen a Duma para investigar el presunto ataque con gas venenoso.

Trump decidido a atacar

El presidente de EU anunció la mañana de este miércoles 11 de abril a través de Twitter que iniciará la ofensiva bélica contra el régimen de Bashar Al Asad.

“Prepárate, Rusia, porque lo que vendrán serán (misiles) bonitos, nuevos e inteligentes. ¡No deberías ser socios de un animal que mata con gas a su gente y lo disfruta!”, tuiteó.

En respuesta, Rusia prometió derribar todos y cada uno de los misiles contra Siria.

Trump calmó los ánimos. En otro tuit, también dirigido a Rusia, en un tono conciliador indicó: “Nuestra relación con Rusia está ahora peor que nunca, y esto incluye a la Guerra Fría. No hay razón para ello. Rusia nos necesita para que ayudemos a su economía, algo que sería muy fácil de hacer, y necesitamos a todas las naciones trabajando juntas. ¿Ponemos fin a la carrera de armas?”.

El mundo se preparaba para una inminente intervención militar. Incluso la Agencia Europea de Tráfico Aéreo alertó a todas las compañías que tomen precauciones en el Mediterráneo oriental ante la posibilidad de ataques aéreos en Siria en las próximas 72 horas. La advertencia, según la agencia de noticias Reuters, se refiere especialmente al lanzamiento de misiles de crucero y previene también de posibles interrupciones en los equipos de radionavegación.

El ataque químico

Según un comunicado de la Sociedad de Medicina Siria Estadunidense (SAMS), el primer objetivo fue un hospital de la zona, pero luego los químicos se esparcieron en las áreas residenciales aledañas.

Organizaciones de derechos humanos aseguraron que al llegar al lugar encontraron decenas de víctimas con signos evidentes de haber estado expuestos a algún tipo de químico, como el gas sarín. Los rescatistas hallaron familias sofocadas en sus casas o que se resguardaban en refugios, muchos de ellos con “excesiva espuma en la boca, quemaduras en la córnea y emitiendo un olor a gas sarín”.

Se calcula que al menos fallecieron 60 personas y más de mil resultaron heridas en varios puntos en el supuesto ataque en Duma, según un grupo sirio de asistencia. Médicos y testigos dijeron que las víctimas mostraron síntomas de intoxicación, posiblemente por un agente nervioso, y reportaron olor a cloro.

Otras agresiones

Un ataque químico con gas sarín en el enclave de Ghouta oriental en agosto de 2013 mató a mil 429 personas, incluidos niños, aseguró EU.

Este agente químico también fue detectado en un ataque de abril de 2017 en la ciudad de Khan Sheikhun, al noroeste del país, que mató a más de 80 personas.

El régimen de Al Asad ha usado cada vez más municiones llenas de cloro lanzadas por helicópteros, según un informe de 2017 de Human Rights Watch.