El sábado 28 de noviembre, el papa Francisco creó 13 nuevos cardenales en su séptimo consistorio de su pontificado. La ceremonia fue celebrada en la Basílica de San Pedro, y contó con una participación reducida de personas para respetar las actuales medidas sanitarias, entre ellos fieles laicos, personas consagradas, presbíteros y obispos que acompañaban a los purpurados de nueva creación. Todos con riguroso tapabocas y sana distancia.

De los trece nuevos cardenales, 9 de ellos tienen edad para participar en un futuro cónclave;

A final del consistorio y como se ha hecho costumbre, los nuevos cardenales acudieron a visitar a l papa emérito Benedicto XVI, a su casa al Monasterio “Mater Ecclesiae”.

La visita se ha convertido en una tradición que se ha cumplido sin excepción en los siete consistorios de Francisco.

“En un clima de afecto, los Cardenales fueron presentados individualmente al Papa Emérito, que ha expresado su alegría por la visita y, después de cantar la Salve Regina, impartió su bendición”, señala el comunicado de la Sala de Prensa.

Tres días después del encuentro, el cardenal maltés Mario Grech, secretario general del Sínodo de Obispos, charló en italiano con la web Vatican News,y ahí contó detalles del encuentro con el papa emérito

Il cardinale Grech: la Chiesa non giochi in casa al riparo dal mondo (EN ITALIANO)

“Él tiene dificultades para hablar, y de hecho al principio del encuentro dijo: ‘El Señor me ha quitado la palabra. para hacerme apreciar el silencio‘. Pero intentó alentarnos -dijo el cardenal-, para ir adelante en la aventura con el Señor.

“Fue un momento de alegría reencontrarme con el papa Benedicto, que creyó en mí y me ordenó obispo en 2006”, dijo Grech.

Ver este pastor, este hombre, con los años que pesan, pero al mismo tiempo lúcido y sonrientey con las ganas de comunicar la experiencia que él está haciendo del Espíritu, nos alentó mucho”, subrayó.

En las imágenes que trascendieron de ese encuentro con los cardenales se le mira bien, sólo los achaques de la edad, además se desplaza en silla de ruedas.

Recordemos que el pasado mes de junio, hizo un viaje especial a Alemania para despedirse de su hermano mayor, Georg, también sacerdote, que murió pocos días después, a los 96 años de edad; entonces viajo acompañado por un médico y por una enfermera, y además de su secretario particular Mon. Ganswein.

Hasta entonces, Joseph Ratzinger solo había salido del Mater Ecclesiae, muy poco veces, sólo para ir al hospital Gemelli, a chequeos médicos.

Desde que renunció a su cargo en febrero de 2013, Benedicto XVI vive en un pequeño monasterio dentro del Vaticano, donde es asistido por varias monjas, y tiene gente que lo atiende permanentemente; está muy bien para un hombre de su edad…

¡Hay papa emérito para rato!