Los restos mortales del Señor cardenal Darío Castrillón Hoyos llegarán a Medellín este jueves 31 de mayo en la noche, procedentes de Roma.
Los restos mortales del Señor cardenal Darío Castrillón Hoyos llegarán a Medellín este jueves 31 de mayo en la noche, procedentes de Roma. Foto: Conferencia episcopal de Colombia

La iglesia católica de Colombia informó que los restos mortales del Cardenal Darío Castrillón Hoyos llegarán a Medellín la noche del jueves 31 de mayo, procedentes de Roma.

A las 10 horas del viernes primero de junio se celebrará en la Catedral Metropolitana la Eucaristía por su eterno descanso y se procederá a la inhumación del cadáver en la cripta de la misma catedral.

Los obispos del país invitan a todos los fieles a la Eucaristía y a todos los colombianos a unirse en oración por el descanso eterno del purpurado.

Darío Castrillón falleció en la madrugada del jueves 17 de mayo en Roma. El Papa Francisco exaltó “su generoso servicio” a la Iglesia católica, mientras presidía en la Basílica de San Pedro el rito de la Ultima commendatio y de la Valedictio para el cardenal fallecido.

Tras la ceremonia, los restos fueron llevados hasta la iglesia de San Esteban de los abisinios, la más antigua que sobrevive en El Vaticano. Allí se hizo un nuevo funeral antes de comenzar los trámites de su traslado a Colombia.

Castrillón fue uno de los obispos colombianos más destacados por su notable participación en varios dicasterios de la Curia Romana; fue prefecto de la Congregación para el clero y presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia dei.

Nació en Medellín el 4 de julio de 1929. Estudió en el Seminario de Antioquia y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde se doctoró en Derecho Canónico con especialización en Sociología religiosa, Economía política y Economía ética. Después estudió Sociología en la Universidad de Lovaina, en Bélgica.

El 26 de octubre de 1952 fue ordenado sacerdote en la Iglesia de los Doce Apóstoles de Roma, luego regresó a Colombia, donde ejerció su ministerio sacerdotal como vicario parroquial y párroco.

A la edad de 41 años, el 2 de junio de 1971, el Papa Pablo VI lo nombró obispo coadjutor de Pereira con derecho a sucesión, diócesis de la que fue pastor durante 21 años.

Además fue nuncio apostólico y en 1983 asumió la secretaría general de la Conferencia Episcopal Latinoamericana; en 1987, asumió la presidencia de este mismo organismo hasta 1991.

En 1992 fue nombrado arzobispo de Bucaramanga, diócesis de la que fue pastor hasta 1996, cuando Juan Pablo II lo nombró miembro de la Curia, prefecto de la Congregación para el Clero en Roma.

En 1998 fue designado cardenal por San Juan Pablo II y posteriormente, en 2000, lo designó también presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei.

Renunció al cargo en 2009, al cumplir 80 años; era papa Benedicto XVI, pero a partir de entonces continuó trabajando como consultor de distintos dicasterios y prefecturas de la Santa Sede y en diferentes ámbitos pastorales.

Antes de morir expresó el deseo de ser llevado y sepultado en la Catedral Metropolitana de Medellín, su ciudad natal, y así descansar entre la gente de su país.