El papa Francisco recibió en la mañana de este lunes 12 de octubre, en audiencia al Em.mo cardenal George W. Pell a quién agradeció su testimonio por el que pasó encarcelado injustamente.

El purpurado australiano de 79 años, prefecto emérito de la Secretaría para la Economía (2014-2019), regresó a Roma hace unos días, y mucha gente,  sus adversarios especularon que no sería recibido por el líder religioso…¡Se equivocaron!

El caso es de conocido, lo hemos comentado en este espacio de Contextos de la Palabra, hagamos un breve resumen:

El otrora poderosísimo cardenal australiano, estuvo 405 días en una cárcel australiana injustamente y el 7 de abril de 2020, coincidentemente en la Semana Santa. Entonces fue absuelto de todo cargo por delitos sexuales ocurridos en el pasado; después de dos resoluciones y un recurso presentado, el Tribunal falló en su favor de manera unánime; los siete jueces acordaron que el tribunal menor “debería haber albergado una duda sobre la culpabilidad” del demandante. Sostuvieron que existe “una probabilidad significativa de que se haya condenado a una persona inocente porque las pruebas no han establecido la culpabilidad con el nivel de prueba requerido”.

¡No fue una probabilidad, sino que fue encarcelado injustamente!

Horas después el cardenal abandonó la prisión de máxima seguridad de Prison Barwon, al suroeste de Melbourne; entonces su primer comentario fue que su liberación fue dolorosa y no pidió nada: “No culpo a mi acusador. No quiero que mi absolución se añada al dolor y la amargura que muchos sienten, dijo.

Al saber la noticia, Francisco lo primero que hizo fue rezar en Casa Santa Marta “por aquellos que cumplen sentencias injustas”. 

En estos días de Cuaresma, hemos visto la persecución que padeció Jesús y cómo los doctores de la ley se enfurecieron contra Él: ha sido juzgado con furia, siendo inocente. Yo quisiera rezar hoy por todas las personas que sufren una sentencia injusta”, indicó el Papa al inicio de la Eucaristía matutina, horas después de que la Corte anulara la condena de Pell.

Más tarde la Santa Sede emitió un comunicado subrayando que acogen “con satisfacción la sentencia unánime dictada por el Tribunal Supremo en favor del Cardenal George Pell, que lo absuelve de las acusaciones de abuso a menores, revocando su condena.

En Contextos de la Palabra hemos sido partidario de la presunción de inocencia, encontramos cosas raras en el juicio y están plasmadas en la web.

El quid es que meses después nos enteramos que hubo mano negra en el proceso penal de alguien poderoso la Curia Vaticana: el Cardenal Angelo Becciu.

En efecto, a principios de octubre varios italianos informaron que Becciu, quien renunció al cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y a los derechos del cardenalato, habría enviado cientos de miles de euros de fondos vaticanos a Australia durante el juicio contra Pell.

La transferencia de dinero sería parte de una carpeta de evidencias que están recopilando los investigadores y fiscales del Vaticano en el caso de Becciu que renunció el 24 de septiembre; y según Il Messaggero, los fondos habrían sido hechos por Mons. Alberto Perlasca, quien trabajó junto a  Becciu durante varios años en la Secretaría de Estado.

Las revelaciones de Perlasca señalan que el dinero habría servido para financiar tanto a los testigos contra Pell. y ambos para montar la campaña mediática para exigir la condena del purpurado.

De haber sido encontrado culpable hubiera muerto en la cárcel.

¡Muy perverso, de comprobarse!

Tiene lógica. Pell fue el primer prefecto de la Secretaría de Economía en el Vaticano, un dicasterio creado por Francisco en 2014 para alcanzar la transparencia financiera en la curia; pero en 2017, Pell decidió ausentarse para volver a Australia y defenderse en el juicio.

El error de la Santa Sede fue que ante el primer veredicto que lo declaró culpable, retiró a Pell del cargo que tenía en la Curia y además,  le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal además del contacto con menores de edad.

La historia de su caso la hemos recogido en este espacio de Contextos de La Palabra.

Y hoy fue un día feliz para el cardenal australiano..

Varios periodistas como la corresponsal de zenit en el Vaticano, Deborah Lubov, y el corresponsal interno del Vatican Insider, Salvatore Cernuzio, pudieron saludar brevemente a Pell, después de la audiencia, y le preguntaron  cómo había ido el encuentro con el Santo Padre, Su Eminencia respondió: “Molto bene” ; o sea, muy bien.

La periodista de LA NACION, Elisabetta Piqué hizo una nota sobre el encuentro .

“Gracias por su testimonio”, le dijo el papa al cardenal, según pudo oírse del audio de la filmación realizada por las cámaras del Vaticano al comienzo del encuentro.

Agrega Pique que seguramente Pell y el Papa, al margen de conversar de la experiencia del cardenal en la cárcel hablaron del presunto caso perverso del Angelo Becciu.

Francisco está obligado a pagar la reparación del daño al cardenal Pell.

Por lo pronto duerme en su antiguo departamento en el Vaticano…

Hoy sabemos que Francisco siempre respaldó a Pell durante su larga proceso penal e insistió en su derecho a la presunción de inocencia hasta que el proceso judicial concluyera; el error es haberle quitado su cargo en la Curia.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede no ha emitido hasta el momento ninguna declaración sobre el encuentro.

¿Lo reintegrará a la Curía?