El Papa Francisco en encuentro con los obispos centroamericanos, durante la Jornada Mundial de la Juventud que se realiza en Panamá, los exhortó a promover programas y centros educativos para acompañar, sostener y potenciar a los jóvenes. Y les indicó: “róbenselos a la calle antes de que sea la cultura de muerte la que “vendiéndoles humo y mágicas soluciones se apodere y aproveche de su imaginación. Y háganlo no con paternalismo, de arriba a abajo, porque eso no es lo que el Señor nos pide, sino como padres, como hermanos a hermanos”.
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También llamó a los obispos para que en sus agendas episcopales tengan “espacio real” para ocuparse de sus curas, porque los sacerdotes están en la línea de fuego. “Ellos llevan en su espalda el peso del día y están expuestos a un sinfín de situaciones diarias que los pueden dejar más vulnerables y, por tanto, necesitan también de nuestra cercanía, comprensión, aliento y de nuestra paternidad”.
Durante el encuentro con los miembros del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC) les recordó que es importante que el cura encuentre al padre, al pastor en el que “mirarse” y no al administrador que quiere “pasar revista de las tropas”. Y enfatizó que pese a las diferencias los curas deben percibir en el obispo a “un hombre capaz de jugarse y dar la cara por ellos, de sacarlos adelante y ser mano tendida cuando están empantanados. Un hombre de discernimiento que sepa orientar y encontrar caminos concretos y transitables en las distintas encrucijadas de cada historia personal”.
