El Papa Francisco recibirá en audiencia al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, que pasará por el Vaticano durante su gira europea.

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Una nota de la Sala de Prensa de la Santa Sede, dice que Francisco lo recibirá en audiencia “el jueves 18 de octubre, a las 12.00 horas, en el Palacio Apostólico Vaticano.”, y agrega que el día antes de la audiencia, el 17 de octubre, el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, presidirá en la basílica de San Pedro una “Misa por la Paz” para la península de Corea, en la que participará el propio presidente Moon.

Moon pedirá al papa su bendición y el apoyo a favor de la paz y de la estabilidad en la península coreana.

Ha trascendido que el presidente Moon, quien profesa la religión católica, informará al Papa sobre la invitación que el líder norcoreano, Kim Yong-un, hizo durante el tercer encuentro entre Corea del Norte y Corea del Sur, para que el Pontífice visite Pyongyang; el líder norcoreano se dijo listo para “recibirlo ardientemente”.

El portavoz presidencial surcoreano, Kim Eui-kyeom, anunció que Moon entregará a Francisco una invitación del líder norcoreano, Kim Jong-un, para que visite Corea del Norte.

“Si el Papa visita Pyongyang, la capital y ciudad más poblada de Corea del Norte, le daremos la bienvenida con un cálido recibimiento”, informó un portavoz coreano.

Greg Burke, vocero papal dijo en una conferencia de prensa “esperaremos que ésta invitación llegue”.

La noticia del encuentro entre el Papa y Moon, y también sobre la posible visita a Pyongyang, ha generado el entusiasmo entre los fieles de Corea del Sur.

El obispo Lázaro You Heung-sik, que guía la diócesis de Daeyeon y que preside la Comisión para la Sociedad de la Conferencia Episcopal, reveló a la web Vatican Insider que “en Corea se vive un “kairós”, un momento de gracia, un tiempo importante”; recordó que “hace dos años vivimos el cambio de gobierno. El presidente Moon he hecho de todo para evitar la guerra en Corea y ha creído fuertemente en un cambio, entre el escepticismo general. Ahora vemos que el proceso de paz sigue adelante y esperemos que se realice dentro de poco”.

Según Agustín Han, sacerdote de Daeyeon, “esta es otra señal positiva sobre el camino de paz entre el Norte y el Sur: creo que ahora el recorrido de acercamiento es irreversible”. Una convicción y un sentimiento que comienzan a crecer en la sociedad coreana.

El papa Francisco ha manifestado varias veces su interés por la paz en la península coreana, una de ellas fue en agosto de 2014 durante su visita a Corea del Sur.

Moon y Kim Yong-un se han reunido tres veces en lo que va de año, la última ocasión, en Pionyang, en septiembre pasado.

El 27 de abril de 2018, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un; y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in se reunieron en Panmunjom; se trató del primer encuentro entre los máximos líderes de ambos países en once años…

La cumbre terminó con la firma de la Declaración de Panmunjom que, entre otras cosas, confirma “el objetivo común de obtener, a través de una desnuclearización total, una península coreana no nuclear”.

La Declaración de Panmunjom para la Paz, la Prosperidad y la Unificación de la Península de Corea.

Ambas partes se comprometen a poner fin a las hostilidades mantenidas desde el armisticio de 1953. “Corea del Sur y Corea del Norte acuerdan buscar activamente encuentros trilaterales que impliquen” a las dos países y a EU, o cuatripartitos que incluyan a China, “con vistas a declarar el fin de la guerra y establecer un régimen de paz permanente y sólido”, señala.

La guerra de Corea (1950-1953), culminó con la firma de un armisticio y no de un acuerdo de paz.

El armisticio fue firmado en Panmunjom, ubicada en Corea del Sur y parte de la llamada “zona desmilitarizada” entre ambos países. Sin embargo, es uno de los territorios más vigilados de la península.

“Ruego al Señor para que la esperanza de un futuro de paz y una amistad más fraterna no sean defraudadas”, expresó el papa Francisco al referirse a la cumbre realizada.

“Acompaño con la oración el éxito de la cumbre intercoreana del pasado viernes y el valiente compromiso asumido por los líderes de las dos partes para realizar un camino de diálogo sincero por una península coreana libre de armas nucleares”, expresó Francisco.

Asimismo, afirmó, “ruego al Señor para que la esperanza de un futuro de paz y una amistad más fraterna no sean defraudadas, y para que la colaboración pueda seguir dando buenos frutos para el amado pueblo coreano y para el mundo entero”.