La fiscalía especializada de Chile ha realizado 11 allanamientos a dependencias de la Iglesia Católica en tres regiones, entre ellas la capital Santiago, lo que ha permitido al Ministerio Público triplicar el número de causas abiertas por delitos sexuales contra menores.

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La fiscalía reveló hace unos días que hay 119 investigaciones vigentes por abusos en la Iglesia, 167 imputados, entre ellos siete obispos -en la lista está el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati-, así como 96 sacerdotes, además de cuatro diáconos, 30 religiosos (no sacerdotes), 10 laicos y 20 sin información.

De las 178 víctimas, 79 son menores, 15 adultos y en 84 casos no hay información para determinar la edad.

El 23 de julio pasado el Ministerio Público entregó un informe estadístico que revelaba que habían 34 causas vigentes por estos hechos y que dese 1960 se han desarrollado 144 indagatorias.

Las principales indagatorias por estos casos son llevadas por los fiscales regionales de O’Higgins y Metropolitana Sur, Emiliano Arias y Raúl Guzmán, respectivamente.

Desde mediados de julio, la cifra de casos bajo lupa ha pasado de 37 a 119, según el último reporte oficial.

El caso Ezzati

En el caso de Ricardo Ezzati fue citado a declarar por encubrimiento. La diligencia estaba fijada para el pasado 21 de agosto, pero fue suspendida ya que la defensa realizó la solicitud para estudiar los nuevos antecedentes que día a día engrosan el proceso y el fiscal Emiliano Arias aún no ha dado a conocer la nueva fecha.

De acuerdo con el sitio de El Mostrador, monseñor Ezzati intentó hacer un nuevo mea culpa respecto a los casos de abusos sexuales y de poder que han protagonizado miembros del clero.

En un mensaje durante la Jornada de Planificación de la Iglesia Católica capitalina, Ezzati abordó la contingencia del país y de la institución eclesial, apuntando a la cuota de responsabilidad que la Iglesia tiene en el clima de “crispación” que, a su juicio, atraviesa el país. Según Ezzati, “los términos que describen este contexto son muy conocidos: dolor, vergüenza, rabia, indignación, crispación”.

El mensaje del cardenal se produce a semanas del Te Deum, que este año no liderará debido a su cuestionada posición incluso judicial, dado que deberá declarar por encubrimiento en una investigación del Ministerio Público.

Según El Mostrador, la semana pasada también se conoció la filtración de una carta de Ezzati en la que pide que una denuncia contra el ex canciller del Arzobispado de Santiago, Óscar Muñoz Toledo, sea investigada por la justicia penal, una filtración que los laicos críticos de su gestión ponen en duda y la consideran “muy conveniente”, tomando en cuenta el contexto judicial que enfrenta el prelado.”

“La palabra crispación quizás sea la palabra más exacta que caracteriza este tiempo. Vivimos crispación en lo político, en lo social, en lo legislativo (…) Vivimos crispación en el ámbito nacional y la Iglesia. Nosotros, la Iglesia, hemos contribuido a esta crispación con nuestros problemas y nuestros delitos”, señaló Ezzati en su mensaje durante la Jornada de Planificación de la Iglesia Católica.

Ezzati está en una situación difícil. El Papa Francisco todavía no anuncia retiro, aunque en enero de 2017 cumplió la edad reglamentaria y fue parte de la renuncia en masa que tuvieron que realizar todos los obispos del Episcopado chileno en medio de la crisis.

En la carta dada del Episcopado chileno en apoyo al Papa, uno de quienes la firmaron fue Ricardo Ezzati.

Reacción de las víctimas

Algunas de las víctimas manifestaron su opinión a través de Twitter. Juan Carlos Cruz escribió:

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Y José Andrés Murillo: