Fue presentado por el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari.
El arzobispado de Paraná (provincia argentina Entre Ríos), encabezado por Juan Alberto Puiggari, presentó las Normas arquidiocesanas de comportamiento en el trato con menores de edad y adultos vulnerables, un protocolo detallado para evitar casos de sacerdotes pederastas.
En el documento, primero en su tipo en la Iglesia del país sudamericano, se establece que los curas bajo el mandato de dicho arzobispado no pueden compartir habitación con ningún miembro de esos grupos de la población, que si escuchan sus confesiones deberán dejar abierta la puerta de la sacristía y que, en caso de viajar en auto con un menor, será indispensable la presencia de otro adulto.
Los constantes casos de pedofilia en la región, que agrupa a cerca de medio millón de fieles católicos, llevaron a la creación de este protocolo el cual, según información del diario El País, prohíbe “realizar cualquier insinuación, comentario o chiste sexual, poseer o exhibir cualquier material sexual o pornográfico o involucrarse en conductas sexuales secretas o manifiestas con menores de edad. Asimismo, se impide el contacto físico, y en caso de que el menor o el adulto vulnerable lo inicie con gestos “como un abrazo, la respuesta debe ser sobria, breve y apropiada, y siempre en lugares públicos y delante de otras personas”.
Comenzará juicio la próxima semana
La próxima semana se enjuiciará en Paraná al sacerdote Juan José Ilarraz, acusado de abusar de medio centenar de seminaristas de 10 a 14 años, entre 1984 y 1992. El cura colombiano Juan Diego Escobar Gaviria, condenado en agosto del año pasado a 25 años de cárcel por cuatro casos de abuso contra cuatro monaguillos, es otro de los ejemplos de este tipo de agresores sexuales en la región.
Este código es fruto de la recomendación que hiciera la Conferencia Episcopal Argentina a cada una de sus diócesis contra la pederastia, en respuesta a la exigencia de “tolerancia cero” respecto a estos casos hecha por el Papa Francisco.
