La mañana de este domingo 25 de abril después del rezo del Regina Coeli en el cuarto Domingo de Pascua, el papa Francisco lamentó el naufragio en el Mar Mediterráneo que ocasionó la muerte de aproximadamente 130 personas, por lo que pidió a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro rezar por ellos.

Les confieso que estoy muy afligido por la tragedia que una vez más se produjo en los días pasados en el Mediterráneo. Ciento treinta inmigrantes han muerto en el mar. Son personas, son vidas humanas, que durante dos días enteros han implorado en vano ayuda, una ayuda que no ha llegado”, lamentó el líder religioso.

“Recemos por estos hermanos y hermanas, y por muchos que siguen muriendo en estos dramáticos viajes. Recemos también por aquellos que pueden ayudar, pero prefieren mirar para otro lado. Rezamos en silencio por ellos”, invitó el Papa mientras que permaneció en silencio orante ante cientos de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro para rezar el Regina Coeli.

¿De qué se trata este asunto?

La tragedia en el Mediterráneo ocurrió el miércoles 21 de abril pocos kilómetros de las costas de Libia.

Organizaciones humanitarias estiman en 130 las víctimas del naufragio, después de que el pasado jueves el barco Ocean Viking, de la ONG SOS Méditerranée, llegó a la zona, convertida en “un mar de cadáveres”, alertada por “Alarm Phone“, un servicio telefónico de ayuda a los inmigrantes.

Se sabe que centros de rescate en Libia, Malta e Italia fueron alertados, según la agencia de protección fronteriza de la Unión Europea, Frontex, uno de cuyos aviones había ubicado a la barcaza.

Y cuando las organizaciones humanitarias y varios buques mercantes que estaban a diez horas del lugar llegaron a la zona del suceso afirman que encontraron un de cadáveres.

¡Inenarrable!

“Si se hubiera estrellado un avión de pasajeros hubieran acudido las Armadas de media Europa, pero sólo eran emigrantes, estiércol del cementerio mediterráneo, para quienes no vale la pena correr, y de hecho nos quedamos solos”, resumió Alessandro Porro, presidente de SOS Méditerranée y miembro de la tripulación del barco de la ONG francesa que avistó “un mar de cadáveres”.

Reacción de la santa Sede

Abandonados y sepultados en el mar“, se leyó el domingo en el titular sobre una fotografía del mar en la portada de L’Osservatore Romano, el periódico de la Santa Sede.

VERSIÓN DIGITAL DE L’Osservatore Romano

Y horas después vino el posicionamiento del papa Francisco en el rezo del Regina Coeli.

El 8 de julio de 2013, Francisco realizó su primer viaje fuera de Roma a la isla siciliana de Lampedusa en donde denunció la “globalización de la indiferencia” porque ante tragedias como esas “hoy nadie en el mundo se siente responsable de esto”.

En aquella visita, considerada histórica, subió a una embarcación para llegar al puerto de Lampedusa acompañado por barcas de pescadores de la isla. Durante el trayecto arrojó al mar una corona de flores en recuerdo de los emigrantes muertos en el Mediterráneo y a su llegada saludó uno a uno a alrededor de cincuenta inmigrantes quienes estaban en centros de acogida lampedusanos.

Por otro lado, Francisco rezó también por las víctimas del incendio en un hospital de Bagdad que ha ocasionado 82 muertos y más de 100 heridos.

“Estoy cerca también de las víctimas del incendio de un hospital para los enfermos de COVID en Bagdad. Hasta este momento hay 82 muertos. Rezamos por todos”, dijo el papa Francisco.

El incendio en la capital iraquí ocurrió en la noche del sábado 24 de abril en el hospital Ibn Khatib.

Según informa la prensa local, entre los pacientes fallecidos, muchos estaban en terapia intensiva conectados a respiradores, y otros murieron asfixiados por el humo.

Mustafa Al Khademi, primer ministro de Irak, declaró tres días de luto nacional.