Enviada, Vaticano

El cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, reconoció que la Iglesia destruyó archivos de casos de abuso sexual a menores. “Los archivos que hubieran podido documentar estos actos terribles e indicar el nombre de los responsables fueron destruidos o incluso no se llegaron a crear”, admitió.

En su ponencia al participar en el encuentro contra abusos de menores, aseguró que “en lugar de castigar a los culpables, fueron las víctimas las que fueron reprendidas y silenciadas”.

Más tarde, en conferencia de prensa, estableció que en un estudio realizado en Alemania en 2014 detectó que existen problemas sistémicos en las diócesis, donde algunos documentos fueron manipulados y al menos no contenían todas la información que debería de estar ahí. Así fue en las diócesis de Mónaco y Bavaria, donde se detectaron faltantes en los últimos diez años.

Justificó que “con respecto a las líneas guías de la época, no se consideraba retener alguna información oportuna en las actas”.

El también arzobispo de Munich y consejeros del Papa, en su ponencia matutina destacó que es importante que la administración de la Iglesia funcione con transparencia y rastreabilidad de los procesos administrativos. Se trata de saber “quién ha hecho qué, cuándo, por qué, con qué fin y qué se ha decidido, si es rechazado o asignado”.

“Las personas no son meros objetos de la administración, sino que pueden percibirse como sujetos. Por eso la introducción de una jurisdicción administrativa en la Iglesia es tan oportuna y necesaria”, consideró.

Reinhard Marx señaló que “no sólo tenemos un problema de transparencia a la hora de encararnos con la sociedad, con las autoridades, sino también en el seno de la misma comunidad de la Iglesia: diócesis que no hablan con otras diócesis, órdenes religiosas que no hablan con otras órdenes religiosas y que no comparten informaciones fundamentales. Esto ocurre en el seno de la Iglesia”.

Video desde la Nueva Sala del Sínodo, 2º Informe del Sr. Card. Reinhard Marx