Foto:Benhur Arcayan - Malacañang Photo Bureau

El Santo Padre expresó su pésame por las víctimas del atentado terrorista en Francia.

Al recibir la noticia del atentado terrorista ocurrido el 23 de marzo en Carcasona y Trèbes, Francia, el cual resultó en la muerte de cuatro civiles, el Papa Francisco expresó su profunda tristeza y señaló en un telegrama dirigido a Alain Planet, obispo de Carcasona y Narbona, que “confío a la misericordia de Dios a los que han perdido la vida, uniéndome con la oración al dolor de sus seres queridos”.

El Santo Padre se manifestó conmovido por “el acto generoso y heroico del teniente coronel Arnaud Beltrame, quien dio su vida intentando proteger a las personas. Expreso mi cercanía a los heridos y a sus familias, así como a todos los afectados por esta tragedia, pidiéndole al Señor que les brinde consuelo y confort. Condeno nuevamente esos actos de violencia ciega que causan tanto sufrimiento y pido fervientemente a Dios el don de la paz. Invoco sobre las familias sometidas a pruebas tan duras y sobre todos los franceses el consuelo de las bendiciones divinas”.

Se ofreció como rehén a cambio de los civiles

La mañana del viernes 23 de marzo, un automóvil blanco con dos personas a bordo se detuvo ante un semáforo en rojo en las afueras de Carcassonne; un hombre armado se acercó al coche, abrió la puerta y disparó a quemarropa.; el pasajero murió y el conductor sufrió heridas muy graves.

Luego el agresor, Redouane Lakdim (identificado como “soldado del grupo extremista ISIS) los sacó del coche, subió a bordo y se dirigió a un cuartel muy cercano a Carcassonne de las fuerzas antidisturbios. Esperó al menos 15 minutos, vio a cinco policías que volvían al cuartel después de hacer ejercicio, en ropa deportiva y sin armas; les disparó varias veces por la espalda y huyó del lugar a toda velocidad.

Minutos después, Lakdim se estacionó frente a un supermercado de la cadena Super U e irrumpió en él con la pistola en una mano y un cuchillo en otra. Gritaba “Alá es grande, soy un soldado del Estado Islámico”; disparó sobre el dependiente de la carnicería y sobre una cliente. Ambos murieron en el acto. Entonces hubo caos.

El agresor ordenó a todo el mundo que se tendiera al suelo y disparó al aire en al menos cinco ocasiones. Varias personas se encerraron en la cámara frigorífica durante media hora, otras lograron huir por una puerta trasera y comenzó una toma de rehenes.

Fuerzas del GIGN (Le Groupe d’intervention de la Gendarmerie nationale) rodearon poco después el establecimiento, fueron alertadas por uno de los clientes que habían escapado.

Lakdim mantuvo contacto telefónico con la policía y a cambio liberar a los rehenes exigió la libertad de Salah Abdeslam, el único terrorista superviviente de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París.

En tanto, ISIS reivindicó los atentados y anunció que el joven franco-marroquí era uno de sus “soldados”. Lakdim aceptó intercambiar a los rehenes por un oficial de la Gendarmería, el teniente coronel Arnaud Beltrame, de 44 años, quien entró desarmado al Super U, mientras los rehenes escapaban.

Beltrame llevaba un teléfono conectado bajo su escudo y sus compañeros pudieron escuchar la breve conversación que mantuvo con el terrorista, la cual terminó con una serie de disparos. El terrorista le disparó varias veces, Beltrame sufrió tres heridas de bala, una de ellas en el cuello. Hora después murió. Estaba casado y no tenía hijos.

En el supermercado, 15 personas resultaron heridas, después de cuatro horas que mantuvieron el país en vilo. Lakdim fue abatido, tenía 26 años y estaba armado con una pistola nueve milímetros; nació en Marruecos y tenía pasaporte francés.

No olvidarán su heroísmo

“Muere por la patria. Francia nunca olvidará su heroísmo, su valentía, su sacrificio. Con el corazón encogido, dirijo el apoyo de todo el país a su familia, a sus allegados y a sus compañeros de la gendarmería de L’Aude”, escribió en su cuenta de Twitter el ministro del Interior francés, Gerard Collomb, sobre Beltrame.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, aplaudió el coraje del gendarme y destacó que “salvó vidas e hizo honor a su Ejército y su país. Ha caído como un héroe”.

El Papa Francisco también dijo que estaba conmovido “por el acto heroico del teniente coronel Arnaud Beltrame, quien dio su vida intentando proteger a las personas…”