ENVIADA DESDE EL VATICANO

En su mensaje inaugural de la cumbre sobre la protección a los menores, el Papa Francisco afirmó que el pueblo exige “no simples y descontadas condenas, sino medidas concretas y eficaces para poner en práctica”.

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Frente a 190 líderes católicos que asisten al encuentro, señaló que “ante la plaga de abusos sexuales perpetrados por hombres de Iglesia contra los menores he pensado en interpelarlos a ustedes, patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos, superiores de religiosos y responsables para que todos nos pongamos en escucha del Espíritu Santo y con docilidad a su guía escuchemos el grito de los pequeños que piden justicia”.

Puntualizó: “Gravita sobre nuestro encuentro el peso de la responsabilidad pastoral y eclesial que nos obliga a discutir juntos, en manera sinodal, sincera y profunda, cómo afrontar este mal que aflige a la Iglesia y a la humanidad. El santo pueblo de Dios nos mira y espera de nosotros no simples y descontadas condenas, sino medidas concretas y eficaces de poner en práctica”.

El Papa alentó a los asistentes a iniciar el camino “armados de fe y del espíritu de máxima parresia, coraje y concreción” como ayuda para los trabajos. Señaló que se les compartirán unas líneas guías para ayudarlos en su reflexión, criterios elaborados por diversas organizaciones y conferencias episcopales y “no quita la creatividad que debe existir en este encuentro”.

Al concluir pidió “al Espíritu Santo que nos sostenga en estos días y nos ayude a transformar este mal en una oportunidad de conciencia y de purificación; la Virgen María nos ilumine en el intento de curar las graves heridas que el escándalo de la pedofilia ha causado, tanto en los pequeños como en los creyentes”.