Papa Francisco, domingo 29 de abril desde el Palacio Apostólico en el Vaticano Foto:Imagen extraída de un fotograma del video de Vatican News
Papa Francisco, domingo 29 de abril desde el Palacio Apostólico en el Vaticano Foto:Imagen extraída de un fotograma del video de Vatican News

“Acompaño con la oración el resultado positivo de la Cumbre Intercoreana del pasado viernes y el valiente compromiso asumido por los líderes de las dos partes para emprender un camino de diálogo sincero para una Península Coreana libre de armas nucleares”, dijo el Papa Francisco ayer domingo 29 de abril desde el Palacio Apostólico en el Vaticano.

El Santo Padre agregó que “rezo al Señor para que la esperanza de un futuro de paz y de una amistad más fraterna no se vean defraudadas, y para que la colaboración pueda continuar dando frutos de bien para el amado pueblo coreano y para el mundo entero”.

El viernes 27 de abril de 2018 se realizó en Panmunjom la cumbre entre el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in. Fue el primer encuentro entre los máximos líderes de ambos países en 11 años.

Con las manos tomadas y alzadas al aire en signo de victoria, seguido de un abrazo, las dos máximas autoridades sellaron la firma del documento Declaración de Panmunjom para la Paz, la Prosperidad y la Unificación de la Península Coreana, que establece los nuevos compromisos que adquirirán ambos países —en rigor aún en guerra— en esta nueva etapa.

La declaración confirma “el objetivo común de obtener, a través de una desnuclearización total, una península coreana no nuclear”. Ambas partes se comprometen a poner fin a las hostilidades mantenidas desde el armisticio de 1953.

“Corea del Sur y Corea del Norte acuerdan buscar activamente encuentros trilaterales que impliquen” a las dos países y a Estados Unidos, o cuatripartitos, que incluyan a China, “con vistas a declarar el fin de la guerra y establecer un régimen de paz permanente y sólido”, se señala.

Tras la cumbre de Panmunjom, en la zona desmilitarizada entre las dos Coreas, Kim tiene previsto celebrar otra reunión con el presidente estadounidense, Donald Trump, en las próximas semanas, en un lugar y día aún por precisar.

La guerra de Corea (1950-1953), culminó con la firma de un armisticio y no de un acuerdo de paz. El armisticio fue firmado en Panmunjom, ubicada en Corea del Sur y parte de la llamada “zona desmilitarizada” entre ambos países. Sin embargo, es uno de los territorios más vigilados de la península.

Gran esperanza: Pietro Parolín

En una entrevista concedida al periódico italiano La Stampa, el secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolín, dijo que con el acuerdo “se ha encendido una gran esperanza” y que “un proceso de desnuclearización de la península… significaría apagar una mecha que de verdad podría provocar enormes daños”.

¿Qué le parecen las perspectivas de paz en Corea?

Se ha encendido una gran esperanza, después del peligro de un posible conflicto nuclear. Según un análisis que he leído en estos días, el presidente Kim Yong-un habría utilizado el potencial bélico nuclear de su país como amenaza para obligar a los estadounidenses a negociar con el objetivo de sacar a Corea del Norte del aislamiento y, sobre todo, para poner en marcha ese crecimiento económico que el país necesita extremadamente.

¿Está de acuerdo con este análisis?

Los expertos dicen que Kim Jong-un parece verdaderamente serio y que la oferta de diálogo no es solamente un bluff. El camino es muy delicado, una carrera de obstáculos, pero que exista esta decisión de negociar, sin continuar con los lanzamientos de misiles, representa un signo de esperanza. También por parte de China, que apoya este diálogo. El mismo presidente norcoreano ahora se dice a favor de un proceso de desnuclearización de la península, que significaría apagar una mecha que de verdad podría provocar enormes daños.