Los obispos de Estados Unidos elaboraron una guía de apoyo a inmigrantes sin documentos, para orientarlos a buscar asesoría legal, porque en “estos momentos, no sabemos qué va a ocurrir cuando la nueva administración asuma su cargo” por eso indicaron “hay que ayudar a ponerlos en la mejor situación posible”.

En la guía se les recomienda, reunirse con algún proveedor de servicios legales de inmigración para que verifiquen sus antecedentes y ver si puede recibir alguna exención, un estudio reciente realizado por el Center for Migration Studies encontró que el 14% de los individuos a quienes el programa DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) les verificó los antecedentes, era potencialmente elegible para un estatus migratorio permanente.

De ser elegibles para la ciudadanía, deberán de solicitarla, porque según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), más de 8 millones de inmigrantes en Estados Unidos son elegibles, pero éstos aún no la han solicitado. Comunidades católicas, como las parroquias en las Diócesis de Orange, Los Ángeles, San Bernardino y San Diego, recientemente iniciaron un programa para brindarles asistencia a 1.5 millones de residentes permanentes legales en el sur de California quienes son elegibles para la ciudadanía.

Los jerarcas católicos estadunidenses advierten que deben evitar las estafas de inmigración y a los notarios fraudulentos. El Servicio de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos (USCIS) continúa procesando todas las solicitudes y peticiones de acuerdo a las leyes, reglamentos y políticas vigentes.

Las personas indocumentadas, agrega la Guía deberán conocer sus derechos cuando estén frente a funcionarios de inmigración o si un funcionario de ICE (Immigration and Customs Enforcement) va a su domicilio, pueden rehusarse a abrir la puerta, hasta que el funcionario le presente una orden judicial en donde aparezca su nombre y dirección. Y pedirle al funcionario que deslice la orden judicial por debajo de la puerta.

Tienen el derecho a permanecer en silencio y no tienen que contestar las preguntas del funcionario, pueden exigir hablar con su abogado y rehusar a firmar cualquier documento hasta que hayan hablado con su abogado.

También deberán asegurarse de estar bien organizadas y de haber reunido los documentos de identificación y cualquier otro documento relacionado a cualquier interacción que hayan tenido con funcionarios de inmigración, policía o tribunales.

Y deberán hacer copias de estos documentos y confirmar que sus familiares o amigos de confianza tengan acceso a ellos. Tendrán que memorizar o llevar consigo los números de teléfono de alguna persona de confianza y, si fuese aplicable, el de su representante legal. Y asegurarse que sus hijos también lleven consigo el número de teléfono del contacto de confianza.

Se les recomienda, no dejar que la “incertidumbre acerca del futuro interrumpa este semestre de sus estudios, sus obligaciones laborales o su participación en las actividades de la iglesia o de su comunidad”.