ENVIADA AL VATICANO

Víctimas de abuso sexual de clérigos se reunieron, por más de dos horas, con los integrantes del comité organizador del encuentro “La protección de los Menores”.

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Al concluir informaron que pidieron un encuentro con el Papa Francisco, porque “esto es una revolución”. Advirtieron que el Pontífice va a encontrar mucha oposición y “si no cuenta con los activistas, no va a lograr” abatir la pederastia, afirmó el catalán Miguel Hurtado.

Para Hurtado, quien sufrió abuso por un monje de Monserrat, la reunión inédita con las autoridades del Vaticano es “una revolución, porque la Iglesia dejará de valorar el poder, el dinero y la reputación y comenzará a valorar más a los niños para que los niños ganen derechos. Esto va a tener una oposición frontal, brutal en muchas conferencias episcopales…

“Todos los asistentes hemos dicho lo mismo: se acabó el tiempo de las palabras, es la hora de tener acciones contundentes y esto es una pandemia global, no es de unos países en concreto. Se necesita un plan de acción global creíble con un calendario con medidas muy específicas, con un régimen sancionador para los obispos, con medidas para monotorizar… lo tenían que haber hecho hace 30 años… Le hemos dejado claro que no vamos a tolerar que lo mismo que me pasó a mí pase a las nuevas generaciones en África, Asia o América Latina”, manifestó.

Del encuentro, comentó que se va decepcionado, porque no le han presentado en la mesa un proyecto, una propuesta, algo concreto y específico, sólo “me han escuchado, me han prestado atención”.

Hurtado consideró que el Papa “en este cumbre se debe reunir con víctimas y activistas, si quiere tener credibilidad. Se tiene que reunir con SNAP y con ECA”.

Además, expuso que se deben hacer cambios a las leyes canónicas y civiles para que el delito de pederastia no prescriba y en el derecho canónico se elimine el secreto pontificio, la desclasificación de top secret en las investigaciones internas en los casos de pederastia, establecer la tolerancia cero no sólo en Estados Unidos.

“Si tocas a un niño una vez, te vas a la calle. No queremos sacerdotes pederastas” debe ser la premisa, advirtió.

“También se les dijo que no vieran a las víctimas como enemigos que somos un aliado, porque si hoy hay una cumbre es gracias a los activistas que hemos denunciado. A los que nos hemos negado mucho para contar nuestras historias”, agregó.

Pedro Salinas, quien participó en la reunión y no es víctima pero fue uno de los periodistas peruanos que reveló la serie de abusos sexuales y maltrato psicológico del grupo católico Sodalicio y de su líder Fernando Karadima, consideró que fue una reunión “bastante positiva”, aunque en algunos momentos fue tensa.

De la cumbre que inicia mañana dijo que lo ideal es que “salga como una de esas ideas la creación de una comisión de la verdad a nivel global a través de las conferencias episcopales con miembros de la sociedad civil, de lo contrario no tendría ningún sentido y volveremos a lo mismo de antes”

El encuentro se realizó en el Instituto Agustiniano, a un lado de la plaza de San Pedro, con 11 víctimas, entre ellas tres mujeres y un activista peruano.

De parte de las autoridades eclesiásticas asistieron el arzobispo de Malta, Charles Scicluna; el arzobispo de Chicago, Blase J. Cupich, y el experto en abusos sexuales de la Pontificia Universidad Gregoriana, Hans Zollner, así como el moderador del encuentro del Vaticano, Federico Lombardi.