Foto:Centro Televisivo Vaticano

El vaticanista Andrea Tornielli hace un recuento de algunos detalles que llevaron a la renuncia de Dario Edoardo Viganò como prefecto de la Secretaría para la Comunicación de la Santa Sede y lo publica en el periódico italiano La Stampa y en la web Vatican Insider.

El lunes 12 de marzo, al presentar la colección de 11 volúmenes dedicados a la Teología del Papa Francisco, Viganò leyó una carta que le envió el papa emérito Benedicto XVI, en la cual decía que era un “insensato prejuicio” considerar a Francisco sin preparación teológica y se refería al mismo tiempo a la “continuidad interior” entre ambos pontificados.

El comunicado oficial presentó la carta como un espaldarazo al Francisco, pero sólo reprodujo los primeros dos párrafos del texto. Durante la presentación, Viganò leyó un tercer párrafo, en el que Ratzinger explicaba por qué no había escrito un prefacio a los volúmenes de la colección, ya que no había tenido el tiempo necesario para leerlos ni la fuerza para hacerlo antes de que se llevara a cabo su presentación.

El martes 13 de marzo explotó la polémica por la omisión de este párrafo en el comunicado oficial, avivada por la foto que difundieron los medios vaticanos de la carta, cuyas dos últimas líneas fueron desdibujadas a propósito.

El sábado 17 de marzo, mientras Francisco estaba de visita en la tierra del Padre Pío, se filtró que se había omitido otro párrafo, en el que Benedicto XVI señalaba la inapropiada elección de uno de los encargados de la colección, el teólogo alemán Peter Hünermann, quien en el pasado criticó duramente al mismo Ratzinger y a su predecesor, Juan Pablo II.

La indiscreción obligó a la Santa Sede a publicar finalmente el texto original de la misiva, como lo publicamos en el artículo “Ante polemica informativa publica El Vaticano carta completa de Benedicto XVI” de Contextos de La Palabra.

Tornielli se plantea estas preguntas: ¿Viganò decidió divulgar una carta privada, omitiendo algunas de sus partes, sin que su autor, Ratzinger, estuviera al corriente? ¿Avisó de alguna manera a los colaboradores más cercanos de Benedicto XVI, especialmente a su secretario, el arzobispo Georg Gänswein?

Se desconocen las respuestas. El periodista que el tratamiento dado a este caso generó un “tsunami de reacciones”, en el que varias voces que pedían la cabeza del (poderoso) prefecto. ¿De quiénes son esas voces que pedían la cabeza de Dario Edoardo Viganò?

Hoy sabemos que hubo diferencias con el secretario de Estado en materia de comunicación, la instrucción la habría dado el propio Papa Francisco. El lunes 19, el prefecto presentó su renuncia; dos días después, el Santo Padre emitió un comunicado en el que la aceptaba.

Hay una vacante en la curia y hasta que no sea cubierta, las funciones serán asumidas por el secretario del mismo dicasterio, Lucio Adrián Ruiz. Hay que leer bien la carta de renuncia y la respuesta papal.

En el tema de las comunicaciones también habrá cero tolerancia. Aquí el análisis completo de Tornielli.